LAS POSICIONES SUBJETIVAS Y LA POLÍTICA
El extranjero – 1967
Visconti deseaba desde tiempo atrás hacer una película acerca del libro de Albert Camus, que se sitúa en 1938. El productor, Dino de Laurentis, le proporciona esta oportunidad en 1967.
Inicialmente Visconti quería recrear la guerra de Argelia para la película, pero la viuda de Camus rechazó esta adaptación. Además quería volver a rodar con Alain Delon para el personaje de Meursault, pero este estaba comprometido en otro proyecto.
Visconti diría en una entrevista que para él no era problema narrar una historia demasiado conocida; que tanto en los libros como las películas se puede apreciar todo lo que la cultura nos ha aportado. Que si incluso no se indicaran las fuentes, ellas existirían de todas maneras. Es decir que siempre en una obra hay creación, que incluso en la simple lectura hay creación. Que una película puede permanecer fiel a un libro sin que carezca de poder creador. Sin embargo, en el Extranjero, más que en cualquier otra película, Visconti intentó mantenerse fiel al texto que la inspira; ya que sentía una admiración y un gran amor por la obra Camus.
Solamente sobresalen los cortes necesarios cuando se intenta pasar de la escritura a la imagen y de un estilo indirecto a un estilo directo. Permanece la frase lapidaria en la que Visconti expresa todo el sentimiento que le inspiró la lectura del libro: “Yo no podía más que quedar violentamente conmovido por la historia de un hombre víctima de un juicio imbécil hecho por el mundo”. Pero también expresará que su elección no se debió a un argumento sentimental, sino al fuerte modernismo que encarna El extranjero; ya que la juventud comparte la misma actitud de rebeldía, su placer de existir, y el desprecio profundo por las condiciones que les son impuestas por el sistema.
La caída de los dioses – 1969
Inicialmente Visconti quería recrear la guerra de Argelia para la película, pero la viuda de Camus rechazó esta adaptación. Además quería volver a rodar con Alain Delon para el personaje de Meursault, pero este estaba comprometido en otro proyecto.
Visconti diría en una entrevista que para él no era problema narrar una historia demasiado conocida; que tanto en los libros como las películas se puede apreciar todo lo que la cultura nos ha aportado. Que si incluso no se indicaran las fuentes, ellas existirían de todas maneras. Es decir que siempre en una obra hay creación, que incluso en la simple lectura hay creación. Que una película puede permanecer fiel a un libro sin que carezca de poder creador. Sin embargo, en el Extranjero, más que en cualquier otra película, Visconti intentó mantenerse fiel al texto que la inspira; ya que sentía una admiración y un gran amor por la obra Camus.
Solamente sobresalen los cortes necesarios cuando se intenta pasar de la escritura a la imagen y de un estilo indirecto a un estilo directo. Permanece la frase lapidaria en la que Visconti expresa todo el sentimiento que le inspiró la lectura del libro: “Yo no podía más que quedar violentamente conmovido por la historia de un hombre víctima de un juicio imbécil hecho por el mundo”. Pero también expresará que su elección no se debió a un argumento sentimental, sino al fuerte modernismo que encarna El extranjero; ya que la juventud comparte la misma actitud de rebeldía, su placer de existir, y el desprecio profundo por las condiciones que les son impuestas por el sistema.
La caída de los dioses – 1969
Director: Luchino Visconti. Guión: Luchino Visconti, Nicola Badalucco, Enrico Medioli. Música: Maurice Jarre. Fotografía: Pasqualino De Santis, Armando Nannuzzi. Reparto: Dirk Bogarde, Ingrid Thulin, Helmut Berger, Helmut Griem, Charlotte Rampling, Umberto Orsini, Florida Bolkan, Rene Koldehoff, Nora Ricci.
El edificio del parlamento alemán, el Reichstag, ardía la noche del 27 al 28 de Febrero de 1933. Cuatro semanas habían transcurrido después del nombramiento de Hitler como Canciller del Reich.
Este acontecimiento fue aprovechado por los nazis para crear nuevas leyes que derogaban los derechos civiles elementales y decretaban la pena de muerte para los delitos de alta traición. En este contexto se mueve la trama de La caída de los dioses.
El barón Joachim Essenbeck, industrial del acero, se encontraba celebrando su aniversario durante la noche del incendio. Abiertamente opositor al nazismo, nombra como vicepresidente de la compañía a su sobrino Konstantin, dignatario de la SA.
Posteriormente Joachim es asesinado y su yerno Herbert Thalmann es acusado del asesinato, viéndose obligado a huir. Debido a estos acontecimientos, Martín, hijo de Joachim es nombrado director de la empresa. Su madre, Sophie, es bastante posesiva y se aprovecha de la debilidad de Martín para hacer contratar a su amante en la empresa. El engaño termina siendo descubierto por Martín, quien luego de poseer a Sophie organiza una parodia del matrimonio y obliga a los esposos a suicidarse.
Mientras el nazismo surge la familia Essenbeck decae. En ella se hace visible las consecuencias del régimen. Visconti quiso narrar la historia de una familia en la que ocurren crímenes que pasan impunes; evidenciando que eso sólo es posible durante un régimen como el nazismo, en el que todos los valores se alteran y lo más terrible del ser humano puede surgir.
Este acontecimiento fue aprovechado por los nazis para crear nuevas leyes que derogaban los derechos civiles elementales y decretaban la pena de muerte para los delitos de alta traición. En este contexto se mueve la trama de La caída de los dioses.
El barón Joachim Essenbeck, industrial del acero, se encontraba celebrando su aniversario durante la noche del incendio. Abiertamente opositor al nazismo, nombra como vicepresidente de la compañía a su sobrino Konstantin, dignatario de la SA.
Posteriormente Joachim es asesinado y su yerno Herbert Thalmann es acusado del asesinato, viéndose obligado a huir. Debido a estos acontecimientos, Martín, hijo de Joachim es nombrado director de la empresa. Su madre, Sophie, es bastante posesiva y se aprovecha de la debilidad de Martín para hacer contratar a su amante en la empresa. El engaño termina siendo descubierto por Martín, quien luego de poseer a Sophie organiza una parodia del matrimonio y obliga a los esposos a suicidarse.
Mientras el nazismo surge la familia Essenbeck decae. En ella se hace visible las consecuencias del régimen. Visconti quiso narrar la historia de una familia en la que ocurren crímenes que pasan impunes; evidenciando que eso sólo es posible durante un régimen como el nazismo, en el que todos los valores se alteran y lo más terrible del ser humano puede surgir.