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Latidos

 Bienal de graffiti y arte urbano de Medellín

!Se abren convocatorias públicas para escuelas, festivales, artistas y curadores!

Desde ya, Medellín vive un momento histórico para las prácticas artísticas y visuales. La primera Bienal de Graffiti y Arte Urbano de la ciudad que se realizará entre julio y diciembre de 2025, ya tiene sus convocatorias públicas para artistas, curadores, escuelas y festivales que quieran sumarse a esta celebración del arte que late en las calles.

El Gremio de escritores, artistas y gestores de graffiti y arte urbano de Medellín han unido fuerzas con la Agencia APP y la Secretaría de Cultura Ciudadana del Distrito de Medellín para subir el nivel y poner la ciudad en el mapa a través de un certamen artístico donde el graffiti y todas las expresiones del arte urbano gráfico se fortalezcan a través de procesos de creación, formación y circulación.

Cuatro convocatorias para el circuito


Escuelas de graffiti y arte urbano gráfico

Exclusivo para Medellín

Si lideras una escuela o iniciativa pedagógica, esta es tu oportunidad de recibir apoyo técnico y financiero. La Bienal LATIDOS busca fortalecer los procesos formativos que ya existen en la ciudad y apoyar propuestas que contribuyan a cualificar las prácticas artísticas, visuales y urbanas en lo local.

Fechas clave:

  • Socialización: Entre el y el 13 de de junio
  • Cierre de inscripción: 15 de junio
  • Jornada de pitch: 16 de junio

Inscríbete aquí

Festivales de graffiti y arte urbano gráfico

Exclusivo para Medellín

¿Organizas un festival de graffiti o arte urbano? Esta convocatoria ofrece apoyo técnico y financiero para eventos y festivales que celebren y visibilicen las artes visuales como parte de la programación de la Bienal LATIDOS.

Fechas clave:

  • Socialización: Entre el 1 y el 13 de de junio
  • Cierre de inscripción: 15 de junio
  • Jornada de pitch: 16 de junio

Inscríbete aquí

Banco de artistas urbanos y escritores de graffiti

Medellín y Valle de Aburrá

Esta convocatoria creará la base de talentos para todas las intervenciones públicas de arte urbano que realizará la Agencia APP y algunas de las las entidades del Distrito durante el segundo semestre de 2025, no solo para la Bienal. Un reconocimiento a la diversidad de trayectorias que enriquecen la escena local.

La selección contempla tres niveles:

  • Emergente: Para artistas que inician su camino profesional
  • Trayectoria media: Para quienes han consolidado su práctica artística
  • Trayectoria larga: Para referentes con amplia experiencia

Fechas clave:

  • Socialización: Entre el 1 y el 13 de de junio
  • Cierre de convocatoria: 4 de julio

Inscríbete aquí 

Banco de curadores 

Local, Nacional e Internacional

El arte urbano merece miradas especializadas que potencien su conceptualización y evaluación. Por ello, se busca personas con experiencia en procesos curatoriales o dirección artística. La idea es que estos profesionales formen parte de los equipos que acompañarán la  Bienal y las intervenciones del segundo semestre de la Agencia APP.

Fechas clave:

  • Socialización: Entre el 1 y el 13 de de junio
  • Cierre de convocatoria: 22 de junio

Inscríbete aquí 

Términos de referencia

Escuelas y festivales

 

 Artistas y curadores


Para resolver dudas o ampliar información, escribe a: arteurbano@app.gov.co

Únete al grupo de WhatsApp del Gremio de escritores, artistas y gestores de graffiti y arte ubano https://chat.whatsapp.com/KfL4OAqFs6x8NoZ9xhV5yy

Conciencia Calle

Graffiti: Ruido de Fondo
Incentivar los encuentros. Festival Tu Throw Up. Barrio Caribe. Fotografía Alejandro Sossa Correa. 2011.
Barrio Graffiti es un proceso de exploración que se propone identificar y rescatar a través de imágenes escritores urbanos y artistas del graffiti que habitan Medellín y el Valle de Aburrá, reconociendo en las visualidades que producen re-existencias, prácticas y espacialidades del graffiti, los jóvenes y los barrios de la urbe.

La gran mayoría de las reflexiones aquí presentes responden al lugar que ocupa inusitadamente y para sorpresa de muchos el graffiti en los barrios y Centro Tradicional de Medellín.

Interrogarse por el graffiti como tal; dar opiniones a nivel local del movimiento o la escena del graffiti; definirse como escritores, graffiteros o artistas: representarse como practicantes, agentes o gestores; valorar el graffiti a partir de lo marginal, subterráneo, clandestino y/o callejero; pensar el hip-hop desde sus vivencias y referirse a la influencia de las músicas en la práctica callejera o expresión artística, son algunas de las preguntas a las que se les dan respuesta desde múltiples maneras y opciones de vivir el presente.

A continuación exhibimos muchas voces que vienen generando opinión pública sobre el graffiti durante el 2017. Memoria del debate y evidencia del discurso que comienza a tejerse entre personas comunes y corrientes como escritores, artistas, graffiteros, investigadores, gestores, académicos y concejales…

Grupo 1. (Frases B)
Mano represent. Cancha Barrio Doce de octubre. Fotografía Julián Loaiza. 2013.
El graffiti es letras (leterring), su esencia es la influencia de los estilos de New York en esta práctica que se ha vuelto una opción de vida para mucha gente en todo el mundo.

En cada lugar el graffiti se hace con un sello propio. Local y global al mismo tiempo.

El graffiti se hace para que sea decodificado por un público selecto. Es la adrenalina de un acto legítimo no reguralizado. 
  
El graffiti es clandestino: sin permiso, legítimo y nocturno.

A nivel local hay un boom, un interés y mucha gente nueva rayando en las calles con la intención de hacerse notar “Getting Up”. Es una especie de fiebres cíclicas por moda en la que algunos pelaos jóvenes se quedan y lo asumen como estilo de vida.

A nivel local somos muy fieles a los estilos de New York, hay un respeto y amor por la vieja escuela: tag´s, bombing, wildstyle y piezas...

Veo novedad o diferencia en la movida local en el uso del color y en algunos estilos de letras.

Hay un movimiento invisible que no se ha dado a conocer. Existe una especie de reconocimiento: juntos pero no revueltos. Falta formación y encuentro.

La música y el graffiti van de la mano. Hoy no está tan ligado al rap y a la cultura hip-hop. Podríamos decir que el graffiti es una expresión hermana pero aparte del hip-hop, pues las personas que hacen graffiti en su mayoría no se definen solo por una sola cultural musical.

Grupo 2. (Frases F)
Trazos arriesgados. Barrio Aranjuez. Fotografía Lina Ríos. 2014.
El graffiti es radical y persuasivo: letras, fondo y de vez en cuando muñecos (caracteres) sobre fachadas exteriores. Con el mural, el paisaje y el arte se dan otras variables y tendencias de pintar en los muros de las calles, desapareciendo poco a poco esa esencia.

El graffiti tiende al olvido, a desaparecer. Al entrar al sistema de comercio como una expresión artística dentro de la historia del arte urbano se va rompiendo con su cualidad y fugacidad.

El graffiti es expresivo. Es escritura. Dice. Algunas de las veces no comunica. Se trata de comprender cómo está organizado el diseño y cómo se marcaron los trazos.

En la actualidad existe un movimiento más organizado, más sistemático pues hay un reconocimiento. No se ha evolucionado en estilo propios colombianos, una marca que nos defina como tal, falta avanzar en ello.

Soy un escritor de graffiti artístico. Un practicante porque nunca dejamos de aprender.

Graffiti es Calle.

El graffiti siempre te ofrece amistades, desahogarte y miles de oportunidades, perspectivas y trazos. Te anima y ayuda a autoestimarte. Te permite sentir la satisfacción personal.

La música siempre influye en el estado de ánimo y en la pintada.

El graffiti está fuera de la ley pero es legítimo, necesitamos más libertad y no tanta tensión.

El graffiti es transformación.

Grupo 3. (Frases M)
Guerras estelares. Ciudad del Río. Fotografía Lina Ríos. 2016.
Al principio cuando pintaba me ponía unos audífonos con la música que me gusta. Ahora cuando pinto me relaciono e interactuó con el ambiente y las personas que se acercan.

El graffiti nace como una necesidad de expresarnos.

El graffiti es una expresión urbana que quiere marcar, comunicar y conquistar mentes y territorios.

El graffiti nace con la necesidad de regar el nombre por todas las calles de la ciudad.

El graffiti es una reivindicación de la existencia, pintar para no ser olvidado.

Pinto graffiti para que la gente me vea y sepa que estoy aquí.

…en el 2006 que comencé éramos por ahí 30 o 40 personas. En el 2017 hay más de 150 o 200 personas activos como graffiteros.

El movimiento evoluciona. Antes solo se pintaba, ahora hay eventos, marcas y co-gestión. También como movimiento nos vamos preparando para relacionarnos con el comercio y el Estado.

Cada pieza hecha se puede y debe de renovar con algo mejor. Esto nos lleva a evolucionar.

Graffiti es sobrevivencia y trascendencia.

La música es hermana e influencia principal del graffiti.

Grupo 4. (Frases P)
Calle nueva. Barrio Bomboná No. 1. Fotografía Julián Loaiza. 2013.
Para mí el graffiti es el medio, la marca, la relación y las vivencias en los muros por las calles.

Graffiti es estilo libre de escritura, golpe y pista.

El graffiti es vida, libertad, soy yo.

El graffiti es de pocos, no es masivo y tiene su propio ritmo.
  
Grupo 5. (Frases S)
Contra la depresión. Deprimido Calle San Juan. Fotografía Julián Loaiza. 2013.
…en la calle, por medio de letras, creando un estilo. ¿Adivina qué es?

El Graffiti es todo para mí.

Vivo por el graffiti.

Adepto al graffiti.

El rap callejero que habla del gueto y de las experiencias de vida es lo que me identifica.

Grupo 6. (Frases W)
Entre hermanos. Barrio Alfonso López. Fotografía Briams Barba. 2012.
La movida a nivel local es áspera, muchos están pensando en empresa y eso hacer crecer localmente. Que se genere un mercado también hace que se suba de nivel visual y artístico.

Lo más relevante del graffiti son las letras y a veces las ilustraciones, el rock´n.

Conocí el graffiti por el Rap. Al principio de mis graffos y relaciones si era atravesado por el Hip-Hop. Para mí la música si influencia, es necesaria inspiración para mis bocetos y piezas; a veces por temáticas que quiero tocar en mis propuestas escucho reggae, salsa clásica, tecno, rap, electrónica, de todo…

Grupo 7. (Y)
Dos escritores urbanos. Barrio Francisco Antonio Zea. Fotografía Julián Loaiza. 2013.
EL Graffiti es un movimiento en crecimiento, que se encuentra afectado por el nuevo Código de Policía en el Artículo 140, numeral 9.

El Graffiti es la Conciencia de la Calle. 

En el espacio público hay nuevas representaciones juveniles y ciudadanas disruptivas que alteran al otro y lo otro. Por ello la práctica de reivindicar a través del arte (graffiti) el derecho a la ciudad desde las culturas juveniles.

El graffiti es una filosofía de vida pues el arte de calle implica un compromiso y un sistema de valores inserto en un sistema mundo.

El graffiti es disidente del arte académico ya que busca llegar a la gente del común.

El graffiti es una expresión contra hegemónica y contracultural.

Existe una cooptación o persuasión del graffiti a través de lo comercial y la relación con lo institucional.

Cuando definimos el graffiti como arte urbano lo asumimos más como una intención cosmética y decorativa que como una fuerza de expresión liberadora retadora.
  
La autonomía y la independencia de los procesos de escuelas de graffiti y los procesos de base son cuestionadas y cooptadas por los estímulos y becas de la institucionalidad.

Grupo 8. (Z)
Muros vivos. Envigado. Fotografía Julián Loaiza. 2013.
Las artes gráficas en el espacio público siempre han tenido que ver con las letras y el aerosol. Tienen que ver con la llegada de la cultura Hip-Hop a Medellín en la década de los 80’s, y que encuentra una posibilidad de reconocimiento a partir del 2007 con eventos de arte como MDE del Museo de Antioquia.

No existe un inventario de los muros, los ciudadanos y los colectivos que trabajan en las artes gráficas en el escenario y la esfera de lo público. Se cree que existen más de 40 colectivos que vienen transformando visualmente el espacio urbano de Medellín.

Se debe de promover el graffiti y el arte urbano como una oportunidad para construir la marca de Medellín como ciudad creativa.

Hay que cualificar el espacio público con arte urbano.

Es paradójico que se prohíba este tipo de expresiones, cuando se cruzan en estas prácticas recursos institucionales de los presupuestos públicos.

Según la Secretaría de Juventud los jóvenes son la cuarta parte de la población de la ciudad de Medellín. El 25%.

Existen en Medellín alrededor de 28 tendencias o formas de ser y se han identificado 52 identidades juveniles.

Se tiene una identificación inicial a partir de las bases de datos de clubes juveniles, de 28 colectivos de arte urbano y escuelas de hip-hop en toda la ciudad de Medellín.

Debemos de integrar el arte urbano a nuestra visión de ciudad.

La relación entre arte y graffiti nos permitirá potenciar el turismo cultural.

Faltan estrategias desde la administración para trabajar conjuntamente con los artistas y graffiteros.

El graffiti y el arte urbano aportan al paisajismo urbano, cualificando el espacio público.

En el relato de la ciudad el arte urbano merece tener un lugar y un capitulo bien contado.

Barrio Graffiti es una beca para la realización de publicaciones artísticas no periódicas. Línea de Artes Visuales.

Proyecto ganador de la Convocatoria de Estímulos de para el Arte y Cultura 2017 - Secretaría de Cultura Ciudadana.

Conciencia Calle

Barrio Graffiti
Barrio Popular. Zona Nororiental. Fotógrafo Julián Loaiza. 2013.
Este proceso de exploración propone identificar y rescatar a través de imágenes escritores urbanos y artistas del graffiti que habitan Medellín y el Valle de Aburrá, reconociendo en las visualidades que producen los jóvenes re-existencias, prácticas y espacialidades del graffiti en los barrios de la urbe.

La investigación documental cuya fuente principal es la fotografía, arriesga por recrear las visualidades locales para expandir las prácticas estéticas a partir de la recopilación de archivos gráficos que hacen memoria de las marcas de jóvenes y adultos en muros grises y paredes parlantes, sus búsquedas y luchas, los lugares que transitan y habitan, sus huellas y maneras de comunicarse con el mundo a través de otras gramáticas urbanas y expresiones artísticas no oficiales.

¿Qué sabemos de Graffiti?
Estación Berlin. Comuna 4 - Aranjuez. Fotógrafo Julián Loaiza. 2013.

En la actualidad nos sentimos afectados y seducidos por inscripciones, huellas y mensajes de letras y colores en los espacios públicos y privados de la ciudad, pero en realidad de esos agentes artistas escritores que lo viven y practican ¿que sabemos?

Tanto en los barrios como desde los presupuestos públicos el graffiti ha tomado un lugar relevante como representación cultural, consumo y afinidad de las y los jóvenes, a pesar de que aún sigue teniendo leyes y detractores que lo estigmatizan como un acto vandálico, sin comprenderlo como un movimiento artístico dentro de la corriente del arte urbano.

En lo que va del 2012 al 2017 han pasado algunos acontecimientos que se relacionan con el graffiti. A nivel nacional el caso del graffitero asesinado por la policía Diego Felipe Becerra, las obras en gran formato en concertación con la Alcaldía de Bogotá en el gobierno de Petro y las pintas de Justin Bieber.

Las muertes de graffiteros, las tensas relaciones con las administraciones locales y este hecho de la firma del artista internacional acompañado de la policía desató eventos colectivos significativos como las tomas de graffiti en Bogotá, Medellín y Cali, las retomas de graffiti ante las borradas ordenadas por las administraciones de los espacios transformados en las ciudades.

A nivel local, en el 2013 la mesa de graffiti con los funcionarios de la Alcaldía de la ciudad de Medellín, la propuesta de un proyecto de ley de galerías de arte urbano gráfico; los festivales y eventos propios para que la escena mantenga viva, el debate en el concejo en julio de 2017, la Mesa de Intervenciones gráficas emergentes en el espacio público…

En medio de todos estos hechos que se documentan en redes sociales y medios de comunicación masivos y alternativos, en lo clandestino y legítimo, en lo cotidiano escritores y artistas continúan conquistando muros, marcando fachadas, creando mapas de barrios, graffos y rayas, fortaleciendo sus grupos, organizándose en colectivos, formándose independientemente en escuelas alternativas, liberando espacios y encontrándose en parches propios para reconocerse como movimiento.

Ahora bien, nuestro rol aquí es compartir con los agentes artistas escritores sus recuerdos de vida. Permitirnos entrar con trabajos estéticos y artísticos, experimentando a través de la oralidad, la fotografía, el arte relacional y visual momentos de remembranza, que a través del recuerdo dan valor a las prácticas de la comunidad graffitera, elogian las obras producidas en situaciones adversas, documentan la construcción de identidad cultural, proponen herramientas de catalogación colectiva y construyen memoria urbana.

Podríamos decir que con el proyecto de publicación artística no periódica Barrio Graffiti se aporta un brochazo al panorama mural de la expresión local, en varios de los barrios y comunas de Medellín.

¿Por qué Barrio y Graffiti?
12 de Octubre. Zona Noroccidental. Fotógrafo Julián Loaiza. 2013.

El “arte” callejero, el graffiti y la agitación visual son prácticas políticas deconstructoras del arte de los museos, de la condición de existencia, del aurea del artista y de las permanencias visuales, a las que poco se les presta atención en sus relatos y discursos, dando por sentado que estas maneras de participar no tienen fundamentos y valores. La idea aquí es divulgar esos principios de hermandad, solidaridad, educación popular y gráfica callejera que resignifican y posee el graffiti como escritura y acción directa.

En los barrios de la ciudad viven en general los graffiteros. La mayoría de ellos habitan en barrios obreros ubicados en zonas populares. Si pudiéramos definir un rasgo que identifica a todos los escritores y artistas del graffiti es habitar o pensar el barrio en sus formas de expresión y estrategias de resistencia. Barrio y graffiti entonces son sinónimos de una filosofía-estilo de vida.

La propuesta es aportar otras visiones del barrio como el último bastión de resistencia cultural ante la anomia globalizante y la homogenización urbana, espacial y social. Desde lo micro, haciendo énfasis en la mirada de lo singular vamos buscando las marcas de la comunidad graffiti y su influencia en el hacer citadino, sus palabras y alternativas, dando cuenta estas situaciones de unas redes, procesos y un discurso propio que atraviesa un espacio territorializado.

La publicación artística apuesta por crear fuentes documentales de jóvenes y adultos que por medio de sus gramáticas propias combinan forma y fondo en la conquista de la ciudad como derecho.

Según la Secretaría de Juventud los jóvenes son la cuarta parte de la población de Medellín. El 25%. Existen en el municipio alrededor de 28 tendencias o formas de ser y se han identificado 52 identidades juveniles. Se tienen una caracterización inicial a partir de las bases de datos de clubes juveniles, de 28 colectivos de arte urbano y escuelas de hip-hop en toda la ciudad. Según el Diccionario de Tendencias e identidades juveniles el Graffiti es “una expresión artística en la que los muros de la ciudad se convierten en escenarios del mensaje. En su amplio espectro de posibilidades abarca desde la escritura sencilla con aerosol hasta la elaboración de murales en los que las técnicas y los materiales son tan variados como las representaciones que se consiguen.”

Los graffiteros son tatuadores efímeros de las paredes, participantes del devenir de las ciudades, que se representan a sí mismos como agentes activos de la producción cultural en la generación de sentidos que transforman su vida, la de otros y la de sus parches de encuentro.

Se hace urgente relacionar la vida graffiticante y citadina que llevan estos agentes del color, con otras preguntas por lo humano, la política, la concepción de lo urbano, el contexto y las formas de presentarse por parte de las juventudes; pues hay un mundo posible que es latente en las grafías públicas, en vía de comprender otra ciudad, la de los jóvenes, la de los colores y los movimientos, totalmente distinta a la ciudad de las obras civiles y el concreto.

¿Para qué una Publicación?
Bantú. Barrio Chagualo. Fotógrafo Julián Loaiza. 2013.

El problema está situado en la calle, en el espacio urbano que por excelencia es un terreno en disputa donde tendencias juveniles se han convertido en estilos de vida. Para abordarlo desde el espacio y susceptible de historicidad la pregunta guía es ¿Cuál es la incidencia política y social de los artistas del graffiti en estos últimos años como movimiento y corriente del arte urbano? Se trata de que conozcamos a algunos de estos jóvenes, adultos y sus alternativas.
  
Este producto visual de fotografías y memorias quiere reflexionar e indagar sobre las respuestas socioculturales y maneras de innovación de las y los jóvenes para hacerse escuchar manteniendo su autonomía. Rescata barrios de la Comuna 5 – Castilla, Comuna 6 – Doce de Octubre y Comuna 7 - Robledo claves en la conformación de grupos y colectivos de estirpe graffitera, los cuales han modificado y aportado positivamente a mejorar la convivencia de las crew´s de toda la ciudad con eventos y galerías. 

También valora por medio de la imagen paisajes, retratos callejeros, zona de graffiti y visualidades de ciudad de las narrativas personales y documentales que transmiten habilidad, entusiasmo e identidad.
Creemos que en la imagen, en especial en la fotografía como forma de transmitir la voz de las personas que hacen graffiti en el barrio y la ciudad, como la posibilidad de realizar un recorrido visual de muchos registros de artistas, lugares, calles, situaciones y escenas del pasado y el presente, que rememora a la vez que informan y agradan, que acumula el tiempo de este cambio, la vida cotidiana de los artistas del graffiti.

Madera.  Bello. Fotógrafo Briams Barba. 2013.
Estamos convencidos que al llevar el muro, las calles y el espacio público al libro, al traducir el territorio al papel en una propuesta experimental y creativa, se retrata e innova desde los estudios visuales al congelar por medio de textos y fotos aportes, avatares y microhistorias.



Robledo. Zona Noroccidental. Fotógrafo Julián Loaiza. 2013.
En la propuesta se considera que la fotografía como arte y búsqueda para producir conocimiento práctico y del pasado hace parte de la creación de territorios personales y colectivos, donde ciertas estéticas y arquitecturas se instalan y permiten la elaboración de apropiaciones en órdenes espaciales y grupales. La memoria que se congela en las imágenes que proponemos en el libro son parte del arte urbano de Medellín, la historia local y fática de Castilla y La Candelaria, en la construcción colectiva de la ciudad alterna y marginal desde las y los jóvenes, la cual se expresa desde otras-narrativas que contar sobre las prácticas estéticas y el derecho a habitar y vivir la ciudad. 

Toma de Graffiti. Calle San Juan. Fotógrafo Julián Loaiza. 2013.
Finalmente hacen falta publicaciones artísticas que innoven con la memoria y la fotografía de las comunas de Medellín. Apenas se camina a comprender la fotografía y la imagen como patrimonio vivo de estos barrios y del arte urbano local. Así que como agentes de la movida graffitera nos sentimos llamados a aportar, tejer y experimentar con otros habitantes de la comuna y de la ciudad, en la aventura de darle un lugar al graffiti que nace de los barrios exaltando los archivos fotográficos que reposan dispersos en diferentes graffiteros y fotógrafos apasionados de la urbe.

La publicación nos propone entonces leer y observar otra Medellín desde opciones y estilos de vida posibles forjados por las juventudes alejados de funcionarios, gobernantes o académicos; quienes siguen creyendo en el desarrollo de la creatividad para la transformación social de la vida ante problemas sociales y de violencia, con el fin de promocionar y difundir a las personas graffiteras como referentes de cambio de los barrios.

Guayabal. Festival de Arte Urbano Comfenalco. Fotógrafo Julián Loaiza. 2013.

Barrio Graffiti es una beca para la realización de publicaciones artísticas no periódicas. Línea de Artes Visuales.

Proyecto ganador de la Convocatoria de Estímulos de para el Arte y Cultura 2017 - Secretaría de Cultura Ciudadana. 

La Ciudad Graffiti


En la actualidad tanto en los barrios como desde los presupuestos públicos la expresión graffiti ha tomado un lugar relevante como representación cultural, consumo y afinidad de las y los jóvenes, a pesar de que aún sigue teniendo detractores que no lo comprenden como un movimiento artístico y lo estigmatizan como un acto vandálico.

En lo que va del 2013 al 2015 han pasado muchos acontecimientos y eventos como la impunidad y la falta de justicia con el graffitero asesinado por la policía Diego Felipe Becerra, las obras en gran formato en concertación con la Alcaldía de Bogotá, las pintas de Justin Bieber; la realización del "graffiti más alto de Colombia" en Cartagena; las tomas de graffiti en Bogotá, Medellín y Cali, las retomas de graffiti ante las borradas sin justificación en Medellín y Bogotá; la mesa de graffiti con los funcionarios de la alcaldía de la ciudad de Medellín, la propuesta de un proyecto de ley al concejo de Medellín de unas galerías de arte urbano, los encuentros del graffiti local y el tejido que las y los graffiteros en el país están creando para discutir, encontrarse y proponer, al igual que propuestas institucionales eventos como “Medellín se pinta de convivencia” realizado en febrero de 2015 y festivales como Pictopía, de Galería urbana, que llega este año a su tercera versión con un estímulo de los apoyo concertados de la Secretaria de Cultura Ciudadana...



Lo que se sabe
Al relacionar las prácticas territoriantes de los agentes jóvenes de la ciudad con las vanguardias artísticas y más particularmente con el collage, la escritura espontánea y automática, el performance, el happening, el surrealismo, el situacionismo, la intervención, los btl’s, el diseño, la publicidad, los tattoos, entre otras, buscamos aportar a la escritura de la historia presente de las artes visuales locales que normalmente están en los márgenes.

Se conocen y por eso se tiene como referente fundamental las investigaciones desarrolladas por Armando Silva y los grupos de graffiti, artes visuales y Street art, que se recogieron en blogs como Memoria Canalla http://memoriacanalla.wordpress.com , así como la web de Street Art Fachada, http://fachada.tk/ (ya desaparecida), que almacenaba más de 30 seres visuales de Colombia y un sin número de Latinoamérica; aunado a los recientes trabajos de Teresa Caldeira sobre Espacio, segregación y arte urbano en el Brasil. Lo anterior en pos de análisis contemporáneos que toman en cuenta el punto de vista de los actantes o agentes urbanos, tratando de exaltarlos, al reconocerlos, mediatizar, politizar o re-categorizar su papel y acción.



Se han realizado en la Universidad de Antioquia, dentro del pregrado en Comunicación Audiovisual alrededor de 5 tesis que tiene como campo de conocimiento el impacto que generan los graffitis de la calle Girardot a su público destinatario; las experiencias y contenidos que los graffiteros construyen de su praxis y su ciudad; a la vez que, estos escritores visuales entienden el graffiti como campo de lucha.

Se sabe que existen algunos artículos de revistas de la misma universidad con relación a Malk: -o mala-leche- un graffitero mayor, y algunos artículos del portal de cultura de la Alcaldía de la Ciudad, Medellín Cultura que narran las historias del colectivo Doña Gloria. También a raíz del asesinato de un Graffitero menor de edad en Bogotá, los periódicos El Tiempo, El Espectador, y en alguna medida El Colombiano han publicado noticias sobre el proceso judicial y artículos de opinión, los cuales sirven para ilustrar la mirada de la sociedad colombiana con respecto a las huellas y marcas juveniles en la ciudad.



Se ha publicado una investigación titulada Graffiti en Medellín, por la Casa de las Estrategias y producida por la Fundación Mi Sangre, donde se presentan a manera de reportaje denso los graffiteros históricos de la urbe. El colectivo de Graffiti de la 5 cuenta con una publicación periódica de culturas juveniles con un énfasis en graffiti y espacio público. De igual manera mc´s, graffiteros y personas pertenecientes a la Kasa Kolacho han creado desde el 2008 el Graffitour, un recorrido por las memorias de los barrios y los murales de San Javier, la comuna 13.

Lo que se dice
Esos rayones, expresiones, irrupciones, escisiones, colores, formas de escribir, pintar, pensar, reflejarse, exponerse, entregarse, adhesionarse -a un equipo-, descargarse y fundirse… de habitar, de tomar y de manifestar una posición, de plasmar una visión de mundo, una manera de organizarse y de “participar” mantienen una relación de re-creación e interdependencia con la ciudad, el universo urbano, sus centralidades, velocidades, gustos, colores, problemas, necesidades, cambios, culturas, modas, discursos y prácticas.

Se dice que datan en Medellín dichas grafías, letras, nombres de apropiación anónima -pues la expresión visual de las paredes en general tiene un código de mensaje, de obra y no de nombre o de sujeto- de los años 80’s, para reaparecer entre 1993-1994 y posicionarse al fin del siglo XX. Hay muchas personas que han pasado por este camino y en el transcurso de estos 30 años la diáspora de rayar sobre los muros ha ganado a muchísimos seres efímeros que pasean de lugar en lugar haciendo marcas, abriendo muros y dejando huellas en las paredes; así como se han dado otras posiciones y oportunidades desde las instancias gubernativas a nivel local con respecto a esta manera de ver, aprehender y representar (casi que cooptando desde la persuasión un arte que se reivindica opuesto a lo oficial y que sale de las culturas populares de las periferias o comunas).

Cruzando el lápiz con el aerosol
Hoy me interesa que hacen los artistas del graffiti y colectivos en el vivir e intervenir ciudad como una expresión que va en crecimiento, con sus detractores y su impulso a través de los presupuestos participativos de las comunas, poniendo un especial énfasis en las producciones, eventos, propuestas colectivas que podemos denominar arte urbano del graffiti inscrito dentro del arte callejero.



Esta premisa y principio orientador lo considero relevante debido a que sobre las relaciones espacio - prácticas artísticas, estéticas y políticas - y gentes, hay pocos investigadores y pocas investigaciones. Todavía más que el resultado, las maneras de la acción del graffiti son consideradas ilegales, de alta peligrosidad dado el control, la vigilancia y la militarización, y los que se acercan a ellas las ven como un objeto desconectado de la historia del arte a nivel glocal.

La intervención artística, el arte del proceso y la acción estetizante y colectiva, la construcción del saber colectivo y las preguntas por los procesos de cambio del espacio desde transformaciones (y problemas) plásticas y gráficas entre las gentes y comunidades, memoria y olvido de la ciudad que no se relata, se desconoce y se invisibiliza son una constante que se privilegia, que se exalta para percibirla, para narrar y construir objetos de estudio con las otras visiones de ciudad, dando un papel relevante a las juventudes, los colectivos de dibujo, graffiti y arte urbano.


Muchos artistas ante el desempleo y el padecimiento de una ciudad aburrimiento se llenan de autogestión, invención y recursividad para con el color transformar sus hábitats y dejarse ver en sus propuestas.

Colectivos de lo efímero, de procesos actuales y de intervenciones difusas, de memorias de la marcha que se van renovando con el continuo hacer y repensar lo visual desde el cuerpo como primer espacio: habla, siente y pinta, escribe, sentir y pensar… como el grupo ART, pionero en la ciudad de las técnicas de agitación visual, esténcil y acciones directas que tienen su radio de acción en el centro histórico y los sistemas y mercados masivos; el colectivo Sin Nombre y la Capilla, estudiantes y maestros de artes plásticas en general de la Universidad Nacional que realizan acciones, intervenciones murales y conciertos performativos; Las Plagas, Los Monstruos, los Peligros Crew, Pandemia Crew, SKS, entre otras agrupaciones de graffiteros pertenecientes a las escuelas de hip-hop de las comunas de Medellín, organizaciones como Cultura y Libertad, KGP; Narkográfica y todo su despliegue poético dilucidado desde la literatura y el realismo mágico.



Ahora bien, Cesar Figueroa y Miguel Torres son dos representantes a manera individual de la fusión y la mixtura de técnicas en pro del muro vivo, ambos tattoadores de pieles y de paredes que perduran. Eso sin olvidar a Felipe -sus carboncillos, hombres instrumento y escafandras para fumar-, artista plástico de la universidad de Antioquia, precursor activo que pinta desde hace más de 30 años los espacios y las paredes de atrás de la Calle Barranquilla, por la zona de Bantú. Es importante mencionar también al Colectivo GEL, de corte libertario con sus publicaciones, esténcil's constructivistas y de impacto a partir de exacerbar los símbolos opresores de la Iglesia, el Estado y el capitalismo. De otra forma Estudios Agite, diseñadores y publicistas de la UPB –personas de estratos altos que utilizan estas técnicas para hacer contratos de Street art para eventos de marcas internacionales-; y el Colectivo Doña Gloria, el cual fue galardonado como jóvenes talento en el 2010 por la Alcaldía de Medellín, que realiza varios tipos de acciones y producciones, pero que para el caso nos llama la atención los murales participativos, en los que se define con la comunidad afectada y habitante el tema, provocando a las gentes a participar del acto, del acontecimiento de decorar y pintar, colorear, manchar, ilustrar, teñir, cambiar la escena, dentro de un proyecto cultural del bicentenario de la Independencia. Eso sin mencionar a Galeria Urbana, la Escuela de Crew Peligrosos, las tomas de graffiti, los espacios de concertación y otras iniciativas más profundas de las otras escrituras.




Practicas populares y expresiones underground, colectivos subterráneos, grupos subversos, arte callejero o street art, arte urbano y arte público, intervención artística, plástica y estética, acción directa, acción ilegal, violaciones al manual de convivencia, a las contravenciones y a la ley de seguridad ciudadana, maneras de representación y participación de los que no tiene voz, arte transformador, político, activismo artístico comprometido desde la subjetividad con el hacer y la construcción de los seres, cuerpos y espacios de la ciudad: ¿para qué queremos graffiti si lo que tenemos es una multiplicidad de expresiones y prácticas no regularizadas de arte urbano?

Finalmente hay algo que queda por decir para dichas maneras, formas y prácticas que es de relevante importancia. Hoy, el registro audiovisual y fotográfico se constituye en la manera en que la acción efímera en el espacio público se hace durable en el tiempo, se comparte en el mundo, existiendo una correlación entre lo real y lo virtual, la calle real y el ciberespacio gracias a los usos y la interdependencia de estos acontecimientos con la ciudad(es) y los medios de comunicación de los mismos graffiteros, activistas, artistas y estencileros como páginas web, blogs y galerías fotográficas, en una  forma de Malla que permite desplazarse de un lugar a otro y de una idea a otra, buscar y referenciarse con artistas de otras latitudes, armar colectivos, acciones y movimientos, mutando, cambiando de forma para conseguir la emergencia de los flujos de información y personas que son acordes a lo que queremos producir, ya que la consigna es…somos agentes que registramos y exaltamos como cuerpos y seres urbanos y por tanto nuestro espacio de vivir, hacer, encontrarnos, cambiar y reivindicar es la calle.






Del arte expandido del graffiti
El graffiti es una gramática visual y contemporánea que se puede nombrar como una de las narrativas coreográficas y modernas que habitan las juventudes de los mundos urbanos. Es un conjunto de maneras de apropiación, opciones de vida, formas propositivas y críticas que forjan e inventan a la ciudad de Medellín.


El “arte” callejero, el graffiti y la agitación visual son prácticas políticas deconstructoras del arte de los museos, de la condición de existencia, del áurea del artista y de las permanencias visuales, a través de sus acciones, acontecimientos relatos y discursos.Todas las maneras en que se entiende el graffiti y el hacer mural en la calle son actos transgresores que estan modificando paradigmas culturales.



Hay una íntima interdependencia entre expresión, producción de sentido y contexto cuando estamos hablando de escrituras otras y de arte urbano. Lo que nos lleva a considerar al graffiti –y el creador de la “obra”- como una forma o manera estética que transita por lo anti biográfico, lo fugaz, el espectador y el arte en sí; además de lo virtual, la internet y el cibermundo que han permeado y cambiado de algún modo estas categorías con las que se asocian las prácticas culturales callejeras y al artista urbano de la acción.


Uniendo esfuerzos
Actualmente, basado en la investigación-creación “La ciudad Graffiti”, Víctor Jiménez se encuentra becado en la modalidad de Artes visuales de la Secretaría de Cultura Ciudadana, con el fin de elaborar un ensayo que propone una revisión crítica de la producción documental sobre el graffiti como el arte urbano que el investigador ha creado entre el 2013 y el 2015, cuyo producto será un documento crítico que recoja, enriquezca y actualice las visiones de los graffiteros, la información de las escuelas y el estado del arte urbano no oficial del Valle de Aburrá y la ciudad de Medellín. Este artículo es un avance de este ensayo. Para conocer el documento completo hacer clic Aquí


Fundamentación para un ensayo del proceso
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