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Plaza de Mercado de Jamundí

Corazón de los ciudadanos

Cenital de la Plaza de Mercado. Alcaldía de Jamundí, 2023.

Historia y memorias de la Plaza de Mercado de Jamundí       

En "La Huella de la Plaza. Historia y memorias de la Plaza de Mercado de Jamundí” se explora el corazón de un municipio a través de la evolución de su Plaza de Mercado. Este libro elaborado meticulosamente, es una obra colectiva que fusiona la investigación histórica, las memorias vivas y la visión estratégica para trazar la huella indeleble de Jamundí.

En el capítulo “Generalidades” se presenta una mirada amplia sobre la esencia de la Plaza de Mercado, mucho más que un simple espacio comercial. El autor nos conduce por los fundamentos y la importancia social, cultural y económica de este epicentro sociocultural, preparándonos para una inmersión profunda en su historia.

El segundo capítulo “Línea de Tiempo” se convierte en un portal temporal, transportándonos a través de los siglos en una cronología que desgrana los momentos cruciales y los eventos que han tejido la trama de Jamundí. Desde sus raíces en los intercambios indígenas hasta la transformación contemporánea, cada época se revela como un eslabón esencial en la cadena de la historia de la Plaza de Mercado.

En el tercer capítulo, las voces de la comunidad resuenan en las "Memorias Vivas". Entrelazando testimonios, anécdotas y experiencias personales, las y los autores, comerciantes y líderes culturales, nos invitan a un viaje íntimo, conectando el pasado con el presente. Este capítulo da vida a la historia, destacando la resiliencia de la Plaza a través de las vivencias de aquellos que la han visto evolucionar.

Finalmente, el último capítulo actúa como un faro que ilumina los detalles, términos y tradiciones que enriquecen la narrativa. El "Glosario" se convierte en una guía clave para comprender plenamente cada rincón de la Plaza de Mercado, desde los términos locales hasta las prácticas comerciales arraigadas.

"La Huella de la Plaza" se erige no sólo como un libro, sino como un compendio de la identidad de Jamundí. Cada página revela capas de significado y tejidos históricos que han forjado una comunidad. Este libro es un tributo a la memoria colectiva, una celebración de la diversidad y una oda a la resiliencia de un espacio que ha resistido a lo largo del tiempo.

Lee y descarga la publicación aquí https://goo.su/e3HaI 

Manual de buenas prácticas para Plazas de mercado

Las plazas de mercado son espacios de intercambio, memoria, recepción y movimiento. Al ser el origen y centro de un gran encuentro social, alimentario, económico y político, reflejan las identidades, la idiosincrasia y las tradiciones familiares y locales.

Este documento responde al propósito de elaborar una propuesta de divulgación que exprese los elementos significativos para hacer una plaza de mercado, en el marco de la revitalización, refuncionalización y resignificación de la Plaza de Mercado de Jamundí, lugar de encuentro e intercambio de dos departamentos: Cauca y Valle del Cauca.

Esta sistematización se concibió como un manual para motivar al lector a sus propias buenas prácticas, por lo que comienza con un contexto y ubicación de Jamundí, los planes de gobierno que dirigen esta transformación y un relato sobre el pasado de la Plaza, con la finalidad de situar dónde suceden los cambios.

Continua el escrito, con una narrativa que presenta la Plaza de Mercado en tres tiempos, los cuales se refieren a los últimos 23 años del siglo XXI, dando peso y sostén a la metodología, la cual consideramos un paso a paso para aplicar en la intervención en infraestructuras sociales.

Cada una de estas fases viene acompañada de un relato breve de las estrategias, los programas y los proyectos que se llevaron antes, durante y para la entrega de la renovada Plaza de Mercado de Jamundí, ejemplificando algunas formas para hacer las cosas de una manera integral, transparente e incluyente.

Para cerrar el manual, se presentan los lineamientos o buenas prácticas que pueden servir como modelo para intervenir de una manera innovadora, desde el sector público, las áreas de aprovechamiento económico de artículos de primera necesidad, dinamizadas por la ciudadanía.

Es importante mencionar que, más que una formula o documento para aplicar tal cual, este manual es una guía que servirá para hacer una plaza de mercado de forma integral, pues como se mostrará, cada obra de infraestructura social debe de tener en cuenta su territorio, los contextos que suceden en el espacio en que se encuentra, las visiones políticas locales, las especificidades de los procesos administrativos, las alianzas y convergencias posibles y las prácticas socioculturales de sus comerciantes y habitantes.

El "Manual de Buenas Prácticas para Plazas de Mercado", es un libro que tiene el propósito de inspirar y servir de guía para todas las ciudades intermedias de Colombia y más allá, que busquen transformar sus infraestructuras sociales de manera integral y significativa. 

Observa y descarga la publicación aquí https://goo.su/VQ8T0SC

En vivo de lanzamiento y conversatorio sobre las publicaciones

Además de la transformación de la infraestructura física se realizaron estas importantes investigaciones que lograron la reconstrucción histórica del espacio y el tiempo de la Plaza de Mercado, y una sistematización de todo el trabajo gubernamental, fruto de cuatro años de compromiso por dignificar a los comerciantes y la identidad jamundeña. Mira el conversatorio y conoce detalles de esta importante labor.


La Plaza de Mercado, la calles y locales comerciales de alrededor. Alcaldía de Jamundí, 2023.
            La Plaza de Mercado en los barrios El Porvenir y Belalcázar. Alcaldía de Jamundí, 2023.
La nueva Plaza de Mercado, un hito de la transformación y la esperanza. Alcaldía de Jamundí, 2023.

Vida local e historia barrial

Alfonso López: Autoconstrucción de la vivienda, solidaridad y esfuerzo mutuo.

Aérea de la feria, Castilla y Alfonso López en 1967. Gabriel Carvajal. Propiedad BPP
Lo más lejos que había en los años 50’s de barrios en Medellín era Castilla, que no era ni siquiera un barrio sino un asentamiento. Este barrio nació como una invasión de emigrantes de los campos, sin calles ni planeación. En esa época no venían los buses, la gente tenía que pasar el puente de El Mico, pues era la forma más fácil de cruzar de este lado occidental el río y poder tomar un transporte por la Estación Bosque o Moravia.
Hospital La María en 1942. Francisco Mejía. Propiedad BPP.  
El puente El Mico era un puente del ferrocarril, no era para personas. Muchas veces la gente iba pasando el puente y venía el tren o un vagón, entonces la gente no tenían para donde correr. En aquel momento había unos huecos debajo, que las mismas personas hicieron, quitando los barrotes del carril, y se metían ahí colgados como micos mientras pasaba la máquina. De ahí el nombre de Puente de El Mico, pues literalmente para salvarse la vida, las personas debían de colgarse de ahí apoyados en los huecos como los animales de los árboles.

El barrio Alfonso López, que se inició en los años 60’s y fue conformado por una comunidad muy empobrecida. Este lugar recogió un sin número de familias migrantes de los pueblos de Antioquia -tal como ocurre hoy con el desplazamiento por el conflicto social y armado-, debido a la violencia bipartidista que sucedía en los años 50’s entre liberales y conservadores.

Áerea de Alfonso López en 1972.  Gabriel Carvajal. Propiedad BPP.
Buena cantidad de los habitantes del barrio eran emigrantes que venían buscando una vida diferente a la ciudad. Así llegaron los pobladores del barrio Castilla como invasores. Y a raíz de ese problema social tan grande de la invasión, los tugurios, los barrios piratas, la migración desproporcionada, el gobierno comenzó a organizar estas comunidades, a las cuales les brindaba asistencia social y opciones de vivienda. Es así como se creó la institución del Instituto de Crédito Territorial (I.C.T).

Tugurios de la María en 1973. Gabriel Carvajal. Propiedad BPP.
Uno de los barrios creados por dicha institución de crédito fue Alfonso López en la modalidad de autoconstrucción. Le entregaban a los beneficiarios un lote, que los adjudicatarios tendrían que construir con los materiales suministrados siguiendo los planos y características entregadas por el crédito territorial, es decir; se daba la cuota inicial de la casa y con esto se seleccionaban a familias que tuvieran más de 5 hijos, a quienes se les entregaba un lote y materiales para que hicieran la vivienda de manera comunitaria.

“...se empezó su explanación o movimiento de tierra el día 22 de mayo de 1960, y el 1 septiembre iniciaron trabajo las primeras familias que asistían puntualmente a las construcciones los sábados, domingos y días de fiestas…” 

Áerea de Alfonso López en 1972.  Gabriel Carvajal. Propiedad BPP.
El barrio Alfonso López comienza en la carrera 68 y va hasta la carrera 74, entre las calles 88 a la 92b. Linda con los barrios Francisco Antonio Zea, la Maria, Lenin, la Esperanza, Kenedy, Luis López de Mesa, Córdoba y la Candelaria.

Primera familia de la manzana 17. Fotografía en el libro Historia del barrio Alfonso López Pumarejo.
Escrito por Alfonso Palacio Cuartas. 1986.
Las formas que creó el ICT para incentivar el progreso familiar con el mejoramiento de las viviendas, género disputa entre vecinos por los tres modelos que obtuvo para dar los apoyos, un préstamo de $1.100, otro de $2.200 y uno de $3.000.

























En esos años las casas construidas fueron vendidas en $12.000 pesos, para pagarlos en 15 años. Es decir sin hacer las casas, para el I.C.T las edificaciones costaban ese dinero. La mensualidad que terminó pagando Don Gabriel Rojas, uno de los fundadores del barrio, fueron 70 pesos.

Convites para hacer el alcantarillado. Fotografía en el libro Historia del barrio Alfonso López Pumarejo.
Escrito por Alfonso Palacio Cuartas. 1986.
Varias de las personas del barrio tenían un espíritu altruista y de trabajo por el bienestar, por ello gestaron un centro cívico para hacer algo por la comunidad y el territorio. Este se fundó en el año de 1961. Las personas que constituían la junta eran: Gabriel Rojas, Ramón Osorio, William Ayala, entre otros. A punta de empanadas compraron un micrófono, una corneta y un amplificador para la comunicación y el servicio social, comenzando la historia de la organización de la vida conjunta. 


La creación del Centro Cívico dio paso a solucionar los problemas entre vecinos, y a la conformación de la junta de acción comunal, que comenzó a trabajar por mejorar el barrio. En agosto de 1961, el centro Cívico salió con pancartas al encuentro de la visita del Presidente Lleras Camargo. El señor José Pavas le leyó y entregó un memorando “...en el se pedía la rebaja de las cuotas y la ampliación de la financiación a menor interés… acelerar el progreso  con la instalación del acueducto, alcantarillado, y energía que era lo más urgente en el barrio.” 

Don Cesar y Don José Pavas, recordando el día que vino el presidente.
Protagonistas del documental Vivencias del barrio.  Víctor Jiménez. 2015.
La respuesta del presidente fue ayudar a la comunidad y aceptó lo solicitado en el memorando. De esta forma EPM aceleró la instalación de contadores para abril de 1962 dando solución al problema de acceso al agua.

Cuando ya comenzó el servicio de buses en Alfonso López, aproximadamente en 1965, Don Cesar Valencia con ayuda de don Orlando recuerda que el primer bus fue el del viejito Majapo, y le siguieron la escalera del Cachaco, Pompilio, el bus El Inquieto y luego el servicio de Don Porfirio. En esa época estaban saliendo las escaleras y entrando los buses.

Cesar Valencia amigo y parte de la familia de Los Rojas.
Protagonista del documental Vivencias del barrio. Lina Rios. 2015.
Recuerda también que el primer cuadradero o terminal de transporte fue en el lugar donde queda el De Uno, allá despachaba la señora Margarita. Luego subieron el parqueadero a lo que se conoce como viejo terminal, pero esto no es un nombre que data del paso del tiempo sino de un reloj, que fue referente de la zona desde que llegaron sus primeros pobladores.

Orlando Rojas con su mamá Gabriela y su hermana Gloria.
Protagonistas del documental Vivencias del barrio. Catherine Jaramillo. 2015.
Concluye Don Orlando así, “El desarrollo del barrio ha tenido un orden, no un orden establecido, sino un orden creado por las necesidades, y lo que ocurrió para el barrio salir de esas necesidades, es decir, el desarrollo del barrio, su memoria e historia está obligado por las necesidades que tuvo que sortear”

Familia Rojas. Fundadores del barrio Alfonso López Pumarejo. Víctor Jiménez. 2015.
La Familia Rojas ha estado ligada a todas las generaciones y procesos organizativos surgidos en el barrio Alfonso López. Don Gabriel Rojas, fundador y líder comunal es recordado y respetado por muchas personas de la zona. Estos valores se los transmitió a sus hijos quienes continúan siendo personas que comparten su pasado para que vean el trabajo y sacrificio que ha costado edificar y organizar este barrio, con el fin de que las generaciones futuras lo conozcan, lo valoren y sientan sentido de pertenencia.

Vida local e historia barrial


El inicio del proceso de poblamiento de esta Zona fue posterior al de la Nororiental, influyendo en ello, el que la mayoría de los terrenos pertenecía a pocos propietarios, predominando un latifundio con actividades como ganadería de menor escala y bosques naturales. Asimismo influía la poca claridad en relación con las fuentes de agua requeridas para habitar tal sector urbano. Uno de los principales latifundistas fue la familia Cock, que facilitó la venta de lotes e incrementó la expansión de la zona.
 
Hacer una biblioteca. Fotografías de la biblioteca Raices de la raza. Facilitadas por Elsy Quintero.
Álbum fotográfico de Carlos Amaya. Archivo privado.
Los primeros asentamientos se ubicaron en lo que es hoy el Barrio Castilla, con lo cual se define la carrera 65 como principal vía del sector, a partir de ella se fue configurando la red vial de la zona. La forma que asume el poblamiento en Castilla al dejar algunas áreas para el desarrollo de equipamiento colectivo, ha permitido aun hoy su consolidación. En el 65 se construye la primera escuela en el Barrio Castilla. Este barrio continúa su expansión hacia nuevos núcleos como Castillita (hoy Girardot) o La Unión. Siendo éste último el resultado de un acelerado proceso de asentamiento, que en su mayor parte fue construido por labor parroquial y de la comunidad.

En 1964 se crean las Empresas Varias de Medellín como empresa oficial de servicio público, la cual se ubica en su mayoría en la parte baja de la Zona, por la autopista Norte entre los Barrios Toscana y Belalcazar.

En la década del 70 el Instituto de Crédito Territorial (ICT) inicia la construcción de la Urbanización Francisco Antonio Zea y de los barrios Pedregal, Boyacá, Las Brisas y Florencia, destinados a los sectores obreros del Municipio. Se presentan algunas tomas de tierra en la parte Alta del Hospital La María y en el costado Norte del Cementerio. En 1972 se inicia la construcción del 12 de Octubre por parte del ICT, se entregan 1200 viviendas.
Fachada de las casas de Boyacá, entregadas por el I.C.T. Fotografía de Blanca Bedoya.
Mangas conocidas como "La Tricolor" haciendo alusión a la antena de radio con el nombre La Tricolor, actualmente esta ubicada allí la urbanización Gratamira. Fotografía de Blanca Bedoya.
En 1973 se entrega la segunda etapa con un total de 1797 viviendas. Aumenta el ritmo de la construcción y aparecen nuevos desarrollos como los barrios Florencia, Las Brisas y Alfonso López. Es ésta la década de construcción masiva por parte del Estado (por el ICT), la cual se concentra sobre ésta Zona, asimismo es la década del surtimiento de normas urbanas más reducidas para la vivienda de interés social, en respuesta a la apremiante demanda por vivienda. En 1983 se promueve un programa de autoconstrucción llamado "El Mirador del Doce" por intermedio del ICT y una Cooperativa de vivienda, cuando el proceso de construcción por los pobladores se retoma dentro de la política de vivienda. Los barrios antiguos y de urbanizaciones piratas conformados desde los inicios del desarrollo la Zona: Castilla, Caribe, Belalcazar, El Diamante, San Martín de Porres, La Esperanza, Kennedy, Miramar y Castillita, se caracterizan por el tamaño amplio de sus lotes, con dos y tres pisos, para casas de tipo bifamiliar y trifamiliar. Se presenta frecuentemente que el primer piso quede por debajo del nivel de la vía.

Algunos de los barrios planificados por entidades estatales o privadas, de lotes reducidos y vivienda masiva unifamiliar o multifamiliar para sectores populares, son: El Doce de Octubre, Santander, Pedregal, Florencia, Alfonso López, Boyacá, Tejelo, Girardot, Las Brisas, Francisco Antonio Zea, Córdoba, Alejandría y Bello Horizonte (en su mayoría construidos por el ICT).



Fotografias de la Cancha de tejo y la caseta de integración del barrio Boyacá.
Fotografías de Carlos Amaya. Años 70's
En tal sector intermedio, que se ubica en la parte baja de la Zona Noroccidental, las quebradas delimitan cada uno de los usos allí presentes, dando lugar a subsectores residenciales como los Barrios Belalcazar, Tricentenario, Hector Abad Gómez y Toscana; subsectores industriales como el de Prodenvases, Andercol y el gasoducto...; y subsectores de servicios como el de la Plaza de Ferias y la subestación eléctrica. Cada uno de tales subsectores tiene sus dinámicas social y funcional y morfologías propias, que al ocupar las partes más bajas del valle a su vez conforman "islas- barreras" que dificultan la comunicación en los sentidos oriente-occidente y viceversa e inclusive del occidente con el eje del Río y hoy del Metro.

La Zona Noroccidental tuvo un poblamiento más "formal", obedeciendo a procesos organizados por alguna entidad, como el ICT, o por urbanizadores piratas de gran escala, como la familia Cock, lo cual otorgó mayor regularidad en la estructuración del tejido de sus sectores (manzanas y lotes ortogonales) y de estructuras de mayor tamaño, permitiendo un equilibrio futuro tras su proceso de densificación al igual que mayor continuidad en los recorridos vehiculares y peatonales.



Fiestas familiares y vecinales. Barrio Boyacá.  Fotografías de Carlos Amaya.

Los desarrollos planificados formalmente, en general han dispuesto de adecuadas vías de acceso, obras de infraestructura y equipamiento barrial. Con respecto a la vivienda, estas alcanzan un desarrollo en altura ya consolidado a partir de lotes que en el comienzo propiciaron un equilibrio de densidades; no así en las urbanizaciones que se establecieron más recientemente a partir de la minimización de las normas de construcción.

Breves relatos de las memorias fundacionales de Boyacá

Hay un barrio en  el norte de la Zona Noroccidental, que nació con solo 556 casas como unidad residencial, hermano de otros barrios como Florencia, Alfonso López, Tejelo y Pedregal, porque es hijo como ellos de la labor del Instituto de Crédito Territorial (I.C.T.), tan pequeño que sólo va de la calle 109 a la 112b y de la carrera 64D (autopista) a la carrera 67 y eso sin contar que gran parte de este espacio lo ocupan una manga, una bodega y una escuela de policía...
Boyacá. Fotografía Gabriel Carvajal. Año 1972. Archivo BPP
Boyacá. Fotografía Gabriel Carvajal. Año 1974. Archivo BPP
Para conocer el texto completo y un relato ampliado sobre el barrio Boyacá, hacer clic aquí

Vida local e historia barrial



El Centro Producción Audiovisual de la Comuna 5 Castilla– CPA, tiene el gusto de presentar el documental sobre Poblamiento y Territorio, Vivencias del barrio. Memorias y Familias de Alfonso López, Boyacá y Castilla, como producto audiovisual documental del Convenio entre la Alcaldía de Medellín, Secretaria de Comunicaciones, y la Asociación Cultural Tarmac, para fortalecer el cine como estrategia que retrata y refleja la memoria barrial y la historia oral-local de los habitantes de la comuna 5 Castilla.

El territorio es una construcción cultural en la que un espacio cobra sentido para las comunidades cuando es significado, re-significado y finalmente simbolizado bajo la apropiación de sus lugares por sus habitantes.

Tomando como problema el poco acercamiento audiovisual que existe de la comuna 5 Castilla, el poco material recuperado y la poca incidencia y participación de la comunidad en estos trabajos de memoria barrial, la propuesta consistió en la realización de un documental etnográfico del territorio.

Aquí los protagonistas y sus historias de vida son las familias. 3 grupos familiares donde se encuentran varios grupos de personas de 3 barrios que llenan de argumentos las líneas narrativas y conceptuales  para el desarrollo de nuestro documental, que son:

Los barrios como portadores de cultura.
La oralidad como pilar de diversidad y la microhistoria.
Las voces de los pobladores: la memoria del territorio como resistencia comunitaria.
La participación social a través de la memoria familiar como pilar de la historia local.

Así, este documental indaga la construcción de los barrios que conforman la comuna 5 desde sus fundadores, los hijos que llegaron con estos padres que venían de los campos, y los nietos: los hijos de sus hijos en la ciudad, preguntándose por los orígenes, sitios de encuentro, cambios e impactos desde las narrativas personales que transmiten orgullo, pasión e identidad de su hábitat urbano.


Hacer un ensayo de la realidad pasada y presente a partir de una historia viva, para mostrar los barrios de la Comuna 5 de Medellín, como resultado de más de 80 años de disputas históricas de las comunidades, que luego de asentarse en el territorio fueron luchando por la construcción de casas, acueductos, infraestructura de servicios públicos, escuelas, iglesias, carreteras y locales comerciales, es el reto de este audiovisual, que lleva a cabo el CPA Castilla.

Con este documental se realizó un proceso de recuperación de la memoria oral existente en los pobladores más antiguos de los barrios como Castilla, Alfonso López y Boyacá, pues en estos tres nichos encontramos tres formas de poblamiento característicos de la zona que son: la invasión, la autoconstrucción con el Estado de la vivienda popular, y los proyectos urbanísticos del Instituto de Crédito Territorial ICT.


La misión que siempre tenemos en mente es realizar un ensayo visual: testimonial y de observación sobre el derecho a la ciudad, para intervenir formativa y artísticamente en la producción social y material de memorias de lo cotidiano y del espacio construido con los habitantes, aportando nuevas fuentes documentales con la historia oral y el audiovisual, desde el poder y la perspectiva de las personas inmiscuidas como pobladores y ciudadanos del municipio de Medellín; para exponer la visión que tienen los habitantes desde sus acciones y voces, dando un lugar a la experiencia, al recuerdo y la microhistoria. 

Vida local e historia barrial.

Castilla: Memoria y Territorio
Castilla. Hospital la María. Francisco Mejia. 1942. BPP
El Centro Producción Audiovisual de la Comuna 5 Castilla– CPA, tiene el gusto de presentar el documental Castilla: Memoria y Territorio, como producto audiovisual del Convenio entre la Alcaldía de Medellín, Secretaria de Comunicaciones, y la Asociación Cultural Tarmac, para fortalecer el cine como estrategia que retrata y refleja la memoria barrial y las historia oral de los habitantes de la comuna 5 Castilla.
Iglesia San Judas. Gabriel Carvajal. 1959. BPP
Iglesia San Judas. 1996. Galería de Imágenes CEHAP. 1996
El territorio es una construcción cultural en la que un espacio cobra sentido para las comunidades cuando es significado, re-significado y finalmente simbolizado bajo la apropiación de sus lugares por sus habitantes.

Castilla. 1969. Gabriel Carvajal. BPP
Área de la Ferias en Toscana. Gabriel Carvajal. 1972. BPP
Aérea del barrio Francisco Antonio Zea. Gabriel Carvajal. 1973. BPP
Tomando como problema el poco acercamiento audiovisual que existe de la comuna 5 Castilla, el poco material recuperado y la poca incidencia y participación de la comunidad en estos trabajos de memoria barrial, la propuesta consiste en la realización de un documental etnográfico del territorio.

Aquí los protagonistas y sus historias de vida, llenan de argumentos las líneas narrativas y conceptuales básicas para el desarrollo de nuestro documental, que son:
  • Los barrios como portadores de cultura.
  • La oralidad como pilar de diversidad y la microhistoria.
  • La memoria del territorio como resistencia comunitaria.
  • La participación social como pilar de la historia local.
Así, este documental indaga la construcción del barrio Castilla y de los barrios que conforman la comuna 5: orígenes, sitios de encuentro, cambios e impactos desde las narrativas personales que transmiten orgullo, pasión y memorias de su hábitat urbano.

Castilla. Alcantarillado. Gabriel Carvajal. 1968. BPP
Iglesia Nuestra Señora de las Lajas. Digar. 1967. BPP
Mostrar los barrios de la Comuna 5 de Medellín, como resultado de más de 80 años de disputas históricas de las comunidades, que luego de asentarse en el territorio fueron luchando por la construcción de casas, acueductos, infraestructura de servicios públicos, escuelas, iglesias, carreteras y locales comerciales, es el reto de este proceso audiovisual, que lleva a cabo el CPA Castilla.

Con este documental se pretende hacer un proceso de recuperación de la memoria oral existente en los pobladores más antiguos de barrios como Toscana, Castilla y Caribe, para exponer la visión que tienen los habitantes desde sus acciones y voces, dando un lugar al recuerdo y la microhistoria.

Plaza de mercado. Castilla. 1986. CEHAP
Niños en Albergue. Plaza de mercado de Castilla. 1987 CEHAP.
Albergue de Castilla. 1992. CEHAP 
La misión que siempre tenemos en mente es realizar un ensayo visual: testimonial y de observación sobre el derecho a la ciudad, para intervenir formativa y artísticamente en la producción social y material de memorias de lo cotidiano y del espacio construido con los habitantes, aportando nuevas fuentes documentales, desde el poder y la perspectiva de las personas inmiscuidas como pobladores y ciudadanos del municipio de Medellín.

Panorámica de Castilla. 2010. CEHAP.