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CARTOGRAFÍAS ESTÉSICAS

MEMORIAS URBANAS DEL CENTRO DE MEDELLÍN


El concepto de cartografía urbana propuesto en esta investigación parte de un ejercicio etnográfico y estético que ilustra algunas memorias urbanas del Centro de Medellín, a partir de la condición itinerante, tanto espacial como temporal, de ciertos lugares emblemáticos de la ciudad tales como Guayaquil, la Alpujarra, parque Berrío y parque Bolívar.

A su vez, el concepto de cartografía estésica retoma la noción desarrollada por Kantya Mandoki en su texto Estética cotidiana y juegos de la cultura: Prosaica I, cuando advierte que lo estésico como tal se comprende como una estética de lo cotidiano: los usos del cuerpo y del espacio, los ritmos temporales, los gestos de la vida cotidiana, los hábitos y las rutinas son, en efecto, el sensorium de toda una carga simbólica que definen los lugares en términos de usos y apropiaciones.



*Primer recorrido. Las políticas de la memoria: tiene que ver con el registro audiovisual de acontecimientos urbanos con pretensiones memoriales sustentados desde la institucionalización de la memoria, es decir, narrativas grandilocuentes; mitemas fundacionales del pasado identitario de la ciudad; usos políticos del espacio público; eventos conmemorativos tradicionales ligados a la promoción turística de la ciudad; la concreción de unos hechos históricos y culturales exteriorizados en monumentos, esculturas, plazas públicas, mobiliario urbano, edificaciones con declaratoria patrimonial o de bien de interés cultural, y demás dispositivos visoespaciales que instauran una significación semántica del poder oficial en el contexto citadino.


*Segundo recorrido. Los conflictos de la memoria: como resultado de un contexto urbano itinerante y que se encuentra en constante transformación, este recorrido plantea las huellas, los trazos, los marcajes, cicatrices y palimpsestos de un pasado negado dentro de las urdimbres del presente citadino. Las tachaduras del pasado y los procesos de gentrificación generados en este sector de Guayaquil evidencian unas memorias que se han destruido debido a que sus historias han desaparecido de la trama urbana con motivo del embellecimiento de la ciudad y su inscripción dentro de los acelerados procesos de modernización. 


De ahí el carácter itinerante que presentan las memorias del centro de Medellín, cuyo devenir urbano hace manifiesto las tensiones de un paisaje urbano en constante transformación con motivo de las lógicas modernistas: edificios con declaratoria patrimonial olvidados, destruidos, borrados dentro de la urdimbre urbana actual, demolidos y arrinconados por nuevas monumentalidades que compiten contra ese pasado colonial y republicano de la ciudad, pero cuyas huellas siguen presentes como una especie de marcaje que se resiste a ser olvidado.


*Tercer recorrido. Composiciones plurales y alternativas de la memoria: como reconocimiento de unas memorias singulares y públicas, adscritas al devenir urbano en tanto que modifican o re-significan los espacios de la ciudad proyectados por la visión del planificador urbano, este recorrido plantea la posibilidad de identificar otro tipo de monumentalidades no oficiales tales como objetos urbanos e iconos populares, y al mismo tiempo emblemáticos, propios del sector por parte de los ciudadanos que terminan dignificando los lugares de una poética urbana efímera, ligada al acontecimiento urbano.



http://www.cartografiasestesicas.co.nf/
Paolo Villalba Storti

Memorias Citadinas de Medellín



Torso femenino. Autor: Fernando Botero. Bronce. Parque Berrío. 1986.
Entre ruinas, lugares y objetos residuales de la memoria es una investigación que busca reflexionar sobre los modos de representación, exteriorización y construcción de las memorias citadinas de Medellín mediante su encarnación en diversos dispositivos visoespaciales, a partir de su emplazamiento en el espacio público.

Efectivamente, la pregunta por la espacialización y constitución de los lugares destinados a la conmemoración, rememoración, recordación y/o reminiscencia en la urbe permite analizar las diversas relaciones históricas que en Medellín se han constituido con respecto al surgimiento de las diversas memorias citadinas y su exteriorización en la ciudad, los efectos que éstas han suscitado desde el momento de su irrupción y su posterior devenir.

Busto de Benito Juárez.
Autor desconocido. Glorieta de San Diego
Por consiguiente, este texto parte de la pregunta por la constitución de los lugares de la memoria en Medellín con el fin de reconocer las transformaciones que en la urbe han suscitado el establecimiento de una memoria – nación, comprendida como aquella memoria unívoca y oficial adherida a la construcción histórica de las narrativas heroicas del país y la región antioqueña, junto con la aparición de otras memorias alternativas, plurales, divergentes y resistentes a dicha postura ideológica gubernamental.

Como generadoras de unos regímenes escópicos, que procuran mediante sus formas de representación particulares encarnarse en unas visualidades que son exhibidas dentro del espacio público con miras a la producción de subjetividades en la constitución de un ciudadano – observador, las diversas memorias citadinas estudiadas en esta investigación dan cuenta de una ciudad que se caracteriza por la implosión exacerbada de lugares de la memoria como condición propia de su amnesia.

En este sentido se producen múltiples fenómenos urbanos que merecen ser referenciados en este texto, dentro de los cuales se hará una narración sucinta, pero con el mayor rigor académico e investigativo posible, de diversos casos contemporáneos en los que se vislumbra el problema de la representación, exteriorización y construcción de las memorias citadinas en la contemporaneidad de Medellín.

Mujer en la baranda. Autor Fernando Arroyave. 1995.
Por ende, se inicia con una apuesta teórica en lo que concierne a la problematización del concepto de memoria colectiva y lugares de la memoria desde los trabajos de Maurice Halbwachs y Pierre Nora, con el fin no sólo de analizar en términos dialógicos los aportes de ambos autores sino también de identificar diversas formas de exteriorización de la memoria que acontecen dentro de la ciudad, indagando por sus particularidades como resultado de su emplazamiento en el espacio público.

Es así como la investigación discurre de lo general a lo particular mediante la concreción de unas rutas o cartografías icónicas de la memoria, en tanto que cada uno de los capítulos que integran esta investigación plantean unos recorridos teóricos y visuales, como ejercicio propio de una lectura de ciudad que da cuenta del pluralismo, la convergencia y divergencia de múltiples memorias citadinas exteriorizadas en diversos dispositivos visoespaciales adscritos a unos espacios y tiempos citadinos.

Pedestal del busto hurtado de José Manuel Restrepo. Avenida La Playa.
El levantamiento de nuevos espacios memoriales que propenden hacia la gentrificación del espacio público; la irrupción de múltiples memorias alternativas y el devenir de la memoria – nación; la transformación de la monumentalidad citadina y el arte público; el crecimiento desmesurado del fenómeno de la patrimonialización, y el surgimiento de las memorias espectaculares dentro de los proyectos turísticos de la ciudad son algunos de los fenómenos urbanos abordados en esta investigación.

Clic aqui para descargar la versión completa de la tesis de maestría Entre ruinas, lugares y objetos residuales de la memoria. Paolo Villalba Storti Tesis de Maestría.


El arte en Medellín.

Políticas de la percepción y estéticas de la recepción
Iglesia y Calle. Foto de Raúl Soto Rodríguez
Teniendo en cuenta la pregunta por la impregnación de diversas manifestaciones artísticas dentro de los espacios públicos que exhibe la ciudad, se propone una relación coyuntural entre varios conceptos: el espacio público, estéticas urbanas, políticas de la recepción visual, la ciudad y el fenómeno hermenéutico – filosófico de la obra, entendida ésta como obra abierta.

Las ciudades exhiben múltiples dispositivos visuales que develan las diversas explosiones estéticas que surgen como producto de los fenómenos artísticos y culturales urbanos. Las muestras de arte expuestas en las diferentes calles, avenidas, parques, plazas, muros, museos y edificios, entre otros espacios, permiten hablar de la importancia de la visualidad dentro de los contextos urbanos, es decir, la construcción de imágenes en espacios públicos como elementos configuradores de las construcciones subjetivas del ciudadano.

La reflexión sobre las políticas de la visualidad instauradas a partir de los mecanismos de producción artística, al mismo tiempo que el tema de la percepción para el desarrollo de las subjetividades del ciudadano dentro de unos contextos urbanos en los cuales la sobreproducción visual, que no corresponde necesariamente con el ámbito artístico, muestra cómo en ocasiones las fronteras entre arte, publicidad y otros dispositivos visuales no son totalmente claras y distantes entre sí mismas.

En primer lugar, los emplazamientos generados en varios sectores de la ciudad en los cuales se instauran producciones visuales artísticas como lo son las esculturas del maestro Fernando Botero en la llamada Plaza Botero, evidencian los planes estratégicos de los planificadores urbanos por racionalizar los espacios, y con ello, desencadenar una serie de factores culturales en los que el habitante asume unos roles con respecto al uso del espacio.

Plazuela Nutibara. 1950. Fotos Antiguas de Medellin (FAM)
Panorámica del Centro Historico.  Medellín.  Plaza Botero y lo que queda de la Plaza Nutibara.
 En esta medida, podría existir una articulación en tanto que es posible tener en cuenta dentro de este estudio los factores por los cuales ciertas producciones visuales artísticas instauradas en unos espacios de la ciudad generan en el ciudadano evocaciones que le permiten rechazarla, aceptarla o ignorarla, desencadenando la configuración de imaginarios urbanos.

De ahí que la Plaza Botero, permita desarrollar este tipo de reflexiones en tanto que son las configuraciones de los espacios físicos que ofrece la ciudad lo que busca desencadenar en los ciudadanos unos hábitos, unas costumbres y unos reconocimientos. Por ello, las imágenes terminan en muchas ocasiones siendo interpretadas, significadas, valoradas, por los espacios que las contienen, y en esta medida, son los planificadores urbanos los que administran unas políticas de visualidad dentro de los espacios públicos.

Plaza de las Escultura de  Fernando Botero.Medellín.
De acuerdo con lo anterior, uno de los temas más importantes para ahondar sobre las estéticas urbanas tiene que ver con las políticas públicas de percepción visual. Sin duda alguna, los espacios de la ciudad son definidos desde las imágenes que lo componen, pero también es importante destacar la manera como el ciudadano irrumpe en estos espacios dotándolos de otros usos, apropiaciones e intervenciones opuestas a las directrices orientadas por los planificadores urbanos.

Plaza Botero. Foto Camila Florez.

Plaza Botero. Foto Camila Florez
A su vez, otro de los planteamientos desarrollados tiene que ver con la idea por la cual cada espacio con su repertorio iconográfico no son receptáculos carentes de sentido y significado. En esta medida, sería importante realizar dos reflexiones: en primer lugar, quizás sea conveniente modificar el término del espacio - lugar por el de sitio - tiempo para referirse a la ciudad, en tanto que el sitio correspondería más a la idea del situarse del ciudadano, y no del lugar, en vista de que se está haciendo referencia a las políticas de la visualidad y las estéticas de la recepción por parte de los transeúntes.

Vale decir que una ciudad como Medellín se mueve dentro de unas heterocronías que evidencian una contemporaneidad fragmentada, como lo expondría Juan Carlos Pérgolis en su texto Bogotá fragmentada, y que para el caso de Medellín, se observan múltiples tiempos entrelazados, como si la contemporaneidad de Medellín se identificara a partir del tránsito entre lo antiguo, lo moderno y lo posmoderno, todo en múltiples tiempos discontinuos.

Iglesia Veracruz y Plaza pública. 1950 /1960. Gabriel Carvajal. (FAM)

Iglesia Veracruz restaurada. Foto Camila Florez
En segundo lugar, la propuesta conduce hacia otra reflexión importante: los múltiples dispositivos visuale que conforman los espacios de la urbe, y que al mismo tiempo, dichos espacios, desde sus “(…) fragmentos y unidades, distancias y semejanzas, cuerpos y cosas, visibilidades e invisibilidades, nunca son receptáculos vacíos de significaciones”...

Los espacios públicos se definen desde su propia condición simbólica atribuida a su carga emocional y evocadora que propone el ciudadano con el espacio. En esta medida, los imaginarios urbanos desencadenan unos croquis afectivos, permitiéndose hablar de un urbanismo ciudadano que no es ni menos ni más importante que el urbanismo ciudad, aquél configurado desde los planificadores urbanos que modelan al ciudad a partir de unas políticas de la visualidad.

Medellín. Foto Gabriel Carvajal. BPP. Patrimonio en Imágenes.

De ahí que mencione algunos conceptos desarrollados por los teóricos de la sociología urbana como Ervin Goffmann o Juan Carlos Pérgolis con respecto a la pérdida del centro, que en muchas ciudades latinoamericanas terminan adquiriendo la connotación de los llamados centros históricos; las heterocronías urbanas en las que se evidencian diversos tiempos, diversas propuestas artísticas y diversas arqueologías provenientes dentro de una contemporaneidad tan compleja de definir como lo es Medellín; los palimpsestos que habitan dentro de las calles de la ciudad, que Andreas Huyssen definirá como la nostalgia que sentimos los ciudadanos por las ruinas, en donde conviven representaciones visuales artísticas que hacen parte dentro de un modelo tradicional, otras dentro de lo moderno y otras inscritas dentro de lo que se define o concibe como posmoderno, tal cual como lo expone Cardona al concebir que “(…) Para nuestros días la ciudad de Medellín nos ha desvelado su poder de ubicuidad al convertirse por un lado, en un “lugar para el recuerdo” y, por otro, en un espacio mutable y contemporáneo, una ciudad global”.

Panorámica Medellín Antiguo. (FAM)
Sin duda alguna, es visible la necesidad por parte de los modelos de desarrollo urbano en la ciudad de promover proyectos que instauren lo bello como criterio estético dentro de los procesos y acciones urbanísticas. No cabe duda, como lo plantea Danto, de que el lugar de la belleza no está en buscar un concepto que la defina ni tampoco en la esencia del arte, puesto que no se trata tanto de construir una determinación de tipo conceptual sino también de una determinación de tipo política. Por ello es que cobra sentido la propuesta al concebir el arte público desde unas políticas de la visualidad, en tanto que son las actitudes de los sujetos en conjunto con los planificadores urbanos quienes determinan dichas pautas. 

Noche de Medellín. Raúl Soto.
Medellín se torna en una ciudad estetizada para el disfrute y el agrado de turistas, viajeros y transeúntes, con miras a la visibilidad de la ciudad dentro de los mercados; la configuración de espacios y eventos que congreguen a las masas como las últimas muestras o exhibiciones disfrazadas con el nombre de muestras artísticas; los nuevos emplazamientos urbanos como la construcción de plazas y parques temáticos; las nuevas lecturas políticas y de urbanismo trazadas en espacios marginados como el centro; la asignación de imágenes y obras de arte en muros, edificios patrimoniales y viaductos del Metro, entre otras consideraciones que se ponen en debate con el fin de demostrar mediante varios referentes la idea por la cual los “actos de ver no radica solamente en la producción de imágenes sino en el soporte de éstas, en su disposición dentro del espacio y en el uso que el transeúnte hace de ellas” .

Finalmente, se pone de manifiesto cómo dentro de las políticas de la visualidad de la ciudad surgen proyectos políticos y económicos en los que se busca visibilizar a Medellín dentro del catálogo de las ciudades que los turistas pueden visitar. De ahí radica la importancia por enaltecer la ciudad histórica, concepto desarrollado para hacer alusión a los proyectos políticos y económicos que buscan generar no sólo un comercio cultural sino también la configuración de fuertes imaginarios urbanos que definan la identidad cultural del urbanismo ciudadano. Vale citar por ejemplo a Fernando Botero y a Gabriel García Márquez como dos fuertes imaginarios dentro del arte y la literatura en la configuración de la identidad cultural de Medellín.

Medellín Nocturna. 1991. Foto Gabriel Carvajal. BPP. Patrimonio en Imágenes.