CÁTEDRA DE CULTURA TECNOCIENTÍFICA EN LA INVENCIÓN DEL MUNDO CONTEMPORÁNEO

CULTURA VISUAL CONTEMPORÁNEA

El pasado siglo XX, fue testigo del surgimiento de las nuevas formas y “lenguajes” de la imagen entregados ya ha experimentar inéditas potencialidades en los nuevos soportes mediales, dando lugar esto no solo a una superproducción de imágenes sino a la de discursos entorno a esta cuestión. 

Tradicionalmente se considera que todo lo visible es traducible en imágenes, que la imagen tiene las propiedades semánticas de la lengua y que puede compararse a esta y que el dominio de la imagen solo podría ser ejercido por el discurso del arte. Los estudios sobre Cultura Visual, Mediología y Antropología de la Imagen han permitido reorientar la discusión entorno a la Imagen, orientando su praxis al análisis critico de los procesos de articulación social, simbólica y cognitiva que producen las imágenes que hacen parte del espacio social y del cuerpo. La emergencia de los estudios sobre la Imagen apunta no tanto a entenderla como una unidad simbólica propia de nuestra percepción sino, más bien, como el resultado de las simbolizaciones individuales y colectivas que se hacen en el espacio de lo humano; siendo así movilizadora de un sistema de correspondencias simbólicas y órdenes sociales. Dicho de otra forma, la imagen modela comportamientos e instaura estilos de existencia.

Peter Greenaway recrea a Botero. Museo de Antioquia. 2010. 
De tal manera dicho entendimiento y tratamiento de la imagen debe vincularse únicamente al campo antropológico ya que es la mirada – acto propio del ser humano –, la que le da el sentido a la imagen. El mirar no es solo un simple medio de recepción sino todo un proceso de ordenamiento de lo visual y  de organización de la experiencia que nos permite distinguir, crear, transformar y experimentar el mundo en imágenes. 

Se trata entonces de una interpretación inteligente de la información recibida de unos significantes cuyo código no está en los ojos sino en nuestro cuerpo. Las características de la imagen no le son propias sino que son propias de la mirada es decir son categorías mentales y no estéticas. Nuestra relación activa y eficaz con la imagen parte de una producción predominantemente cultural que se da a través de construcciones y condicionamientos simbólicos específicos que aparecen en el espacio social.

Cuando afirmamos que la imagen hace parte fundamental de todo el entramado social y que es una unidad simbólica que tiene lugar solo en nuestro cuerpo asumimos que esta comunicación debe ser producida por algún Medio portador. Las imágenes se exteriorizan y materializan a través de los medios en que las percibimos. Es gracias a los medios que las imágenes nos llegan. La importancia del medio depende precisamente de la capacidad que tiene de visibilizar la imagen y de su magnificado poder de transmisión.
Peter Greenaway. Greenaway vs. Botero. Exposición Museo de Antioquia. 2010.
Pensar la imagen supone en primer lugar no confundirla con el medio, aunque nuestra percepción los asuma como una sola unidad. La imagen, por su parte, tendrá siempre una cualidad mental, mientras el medio una cualidad material. Ciertamente las transformaciones de las técnicas con las que se producen la imagen y de los medios que la hacen visible permiten que estas se restauren permanentemente en el tiempo modificando continuamente su forma de representación. Exigiendo con esto que actualicemos constantemente nuestras formas de percepción para responder efectivamente a esos nuevos tipos de representación.