BiCiRutas PATRIMONIALES



Las Rutas Patrimoniales responden al propósito de desarrollar, conservar y difundir terrenos de alto valor natural o histórico cultural, mediante la creación de recorridos transitables a pie, en bicicleta, cabalgata y/o vehículo, con el fin de valorizarlos y conservarlos, ampliando y mejorando las alternativas de uso del tiempo libre y la recreación.

Una ruta patrimonial se constituye en un medio de acceso al territorio y a sus diversas culturas locales para su conocimiento y disfrute. Permite contribuir al desarrollo y proyección de las identidades locales en un mundo de creciente globalización. En este empeño la idea es hacer una guía para el visitante, que en su conjunto le entrega una base de información para un recorrido seguro y con nuevos ojos sobre espacios ya transitados.

Existen varias categorías de rutas, pero para este caso realizaremos una de las que hemos llamado Circuitos histórico culturales del Patrimonio Industrial, los cuales están insertos en la ciudad de Medellín, cuya extensión es reducida y puede hacerse en algunas horas.

Este recorrido en bicicleta y a pie por el edificio y el espacio público del Aeropuerto Olaya Herrera son una ventana abierta al visitante, que da cuenta de un patrimonio diverso, singular y endémico, que representa al Medellín que vamos historiando y reconociendo. Asimismo, representan el desafío gubernamental para que estos bienes sean referentes de los itinerarios culturales para las futuras generaciones como espacios que brindan identidad e interés cultural, por lo que deben ser valorizadas desde una perspectiva de conservación, restauración y respeto por el medio ambiente[1].

El patrimonio[2]

El aeropuerto Olaya Herrera evoca una idea de cambio y movimiento, a la vez que los símbolos autóctonos que nos identifican como antioqueños.

"El término de Patrimonio suele definirse como nuestro legado del pasado, nuestro equipaje en el presente y la herencia que les dejaremos a las futuras generaciones para que ellas puedan aprender, maravillarse y disfrutar de él". UNESCO, 1998.

"El Patrimonio Cultural de la Nación Colombiana está constituido por todas las manifestaciones inmateriales, los productos y las representaciones de la cultura que son expresión de la nacionalidad colombiana; y los bienes materiales de naturaleza mueble e inmueble a los que se les atribuye, entre otros, especial interés histórico, artístico, científico, estético o simbólico en ámbitos como el plástico, arquitectónico, urbano, arqueológico, lingüístico, sonoro, musical, audiovisual, fílmico, testimonial, documental, literario, bibliográfico, museológico o antropológico", según la Ley 1185 de 2008, "Por la cual se modifica y adiciona la Ley 397 de 1997 -Ley General de Cultura- y se dictan otras disposiciones[3]".

El aeropuerto Olaya Herrera, al cual vamos a resaltar hace parte del Patrimonio Cultural material o tangible, por su carácter histórico, estético, simbólico, arquitectónico y urbano.


Es como lo indica su nombre, la materialización de la cultura, lo que podemos tocar. Es un Patrimonio Inmueble: que está conformado por un edificio que no podemos mover pero si apreciar en su obra arquitectónica, comprender en su riqueza histórica, a la vez que es susceptible de habitar el espacio público, el hall interno, sus pasajes y paisajes.
Un aeropuerto[4]

Cielos y vuelos. Fotografía Víctor Jiménez. 2014. Archivo personal.
Un aeropuerto es una estación o terminal situada en un terreno llano que cuenta con pistas, instalaciones y servicios destinados al tráfico de aviones. Los aeropuertos permiten el despegue y el aterrizaje de aviones de pasajeros o de carga, además de proveerles combustible y el mantenimiento. El centro de control de área es uno de los sectores más importantes de un aeropuerto. Allí se desempeñan los controladores del tráfico aéreo, que deben dirigir y gestionar el movimiento de las aeronaves para evitar choques y demás accidentes.

La construcción de un aeropuerto es compleja y debe atender diversos factores. Las condiciones meteorológicas de la región en la que se sitúan son determinantes ya que los aviones deben tener particular cuidado con los vientos a la hora de despegar o aterrizar.

Inicios del Aeropuerto, conocido como Pista Las Playas. Gabriel Carvajal.
Finales de los años 30's. Propiedad BPP.
“Los aeropuertos siguen siendo para mucha gente algo novedoso, un sitio especial, un lugar donde la presencia o la estancia dentro de él, genera extrañeza”. “El Olaya herrera es un aeropuerto rico en historia”.

En 1932 el sueño se hizo realidad con el escenario conocido como Campo de Aviación de Las Playas. En 1947 se realizó la ampliación de las pistas y en esa misma época con la aprobación de un acuerdo de Medellín fue modificado el nombre del aeropuerto en homenaje al presidente Enrique Olaya Herrera, que rápidamente se convirtió en el segundo del país.

Campo de aviación Olaya Herrera. Jorge Obando. Años 40's. Propiedad BPP.
En esta ruta patrimonial nos apoyamos de las investigaciones de Hernán Giraldo y David Ramírez en “Aeropuerto OLAYA HERRERA 70 años de historia”, al igual que de páginas web institucionales y académicas[5]. Abordaremos tres tópicos para comprender y revelar la riqueza depositada en este tipo de estructuras y bienes, ellos son:

- Los comienzos de la Aviación comercial en Antioquia y Colombia y las primeras compañías aéreas.
- Tres personajes: Don Gonzalo Mejía (Medellín, 1884 - mayo 6 de 1956) y su titánica obra; Gardel y su trágica muerte en 1935; y la llegada del papá Juan Pablo II como acontecimiento clave en 1986.
- El edificio un monumento nacional: El diseño y el arquitecto. La construcción y la obra.

El Aeropuerto Enrique Olaya Herrera, es un aeropuerto colombiano ubicado en el sur-occidente de la ciudad de Medellín, el cual atiende vuelos regionales y nacionales en ese país. Adicionalmente es uno de los aeropuertos con más hangares y aviación general en Colombia. Debido a la gran cantidad de aviación general y vuelos chárter, regionales y nacionales, el Olaya Herrera es uno de los aeropuertos con más tráfico aéreo en Colombia. Actualmente es considerado el principal aeropuerto regional del país, debido a la gran cantidad de vuelos regulares y chárter de este tipo operados desde y hacia dicho aeropuerto[6].

  1. Los primeros vuelos. Patrimonio histórico

Los habitantes de Medellín no fueron ajenos a la fascinación que el acto de volar despertó en el ser humano desde siempre. Si en Europa y Norteamérica el esfuerzo de los pioneros de la aviación por desafiar la ley de la gravedad mediante aparatos voladores terminó en muchos huesos rotos y fierros retorcidos, también aquí aportamos nuestra pequeña y trágica cuota.

Los primeros aeronautas no fueron aviones sino hombres que con sus globos y acrobacias desafían las alturas. Entre ellos:
  • El Globo de Antonio Guerrero; noviembre de 1875, fiestas del bicentenario de Medellín. Del cual se conserva una foto de Pastor Restrepo. Archivo B.P.P
Globo Guerrero. Pastor Restrepo. 1875. Propiedad BPP.
  • El 30 de noviembre de 1923 en la plaza de mercado de Guayaquil, un hombre intenta elevarse al cielo en un rudimentario globo de lona. El señor se elevó pero cayó y pereció. Se llamó Salvador Acosta y lo apodaban Salvita.
  • Los mexicanos Ester y Nolazco Guerrero (Acróbata de alto vuelo) en 1925, 1926 Y 1929 en el Circo España se elevaron y realizaron varias acrobacias.
Los primeros vuelos se dieron entre las primeras décadas del siglo XX. Sobre su historia se sabe que:

El periódico El Colombiano, en su edición del 28 de enero de 1913, comentó el vuelo de Geo Schmitt. El aeroplano decoló desde la finca La Pradera de don Roberto Medina, quien “generosamente la ofreció para el espectáculo”, “describió curvas en el aire”, “voló encima de la población varios minutos y en seguida regresó al punto de partida, donde aterrizó felizmente sin contratiempo alguno”. El señor Schmitt, una vez en tierra fue objeto de “vivas muestras de entusiasmo”, los espectadores lo acompañaron hasta la casa de don Roberto donde “fue obsequiado con un magnífico almuerzo”. De regreso a sus hogares, la gente comentaba, cuenta el cronista, “el heroico valor y la tranquilidad del joven aviador”. La reseña se remata, afirmando que “se dice en la calle que para el próximo domingo prepara un segundo vuelo en esta ciudad”

Geo Schmitt, el primer aviador que sobrevoló a Medellín, el 26 de enero de 1913. Propiedad VIZTAZ.
Siete años después, el 6 de septiembre de 1920, la historia más o menos se repite, pero con una variación, el piloto no era ni francés, ni alemán, ni gringo, como cosa rara, era antioqueño, se llamaba Francisco González, y realizó vuelos sobre Medellín en un biplano de ruedas.

El 5 de julio de 1932 don Gonzalo Mejía se bajó del Marichú en la pista de Las Playas, para ver sobrevolar sobre este valle de sorpresas ya tres aviones en el trascurso de dos décadas.

Aviso en El Colombiano anunciando los vuelos regulares de la compañía. Años 30's.
Avión El Marichu. Nombre dado por Don Gonzalo en honor a su hermana. Foto Digar. Sin fecha. Propiedad BPP.
Ahora bien, es importante recordar en esta rápida historia, las empresas de aviación que se crearon en la primera mitad de siglo, dando cuenta del ingenio y el industrialismo de hombres colombianos y extranjeros residentes para conquistar el cielo.
  • Compañía Colombiana de Navegación Aérea. CCNA. 1919.
  • Scadta (Sociedad Colombo Alemana de Transportes Aéreos) 1920. Sede Barranquilla. Pista el río Magdalena. Primera ruta fue de Barranquilla a Girardot (Conectar con la capital). El avión Colombia y el Avión Bogotá fueron los primeros en prestar servicios comerciales. Empezó a aterrizar en Medellín en 1933.
  • Pan Am (Compañía Pan American Airways) 1927. Empezó a aterrizar en Medellín en 1933.
  • UMCA (Urabá Medellín Central Airways Inc.) De Gonzalo Mejía en asocio con Pan Am, también con el gobierno que concedió los terrenos. Su intención inicial fue conectar viajeros del sur del continente en escala directa a Medellín y de aquí a Panamá. En asocio con la Pan Am del señor Trippe, con aviones Sikorsky S 38 la ciudad contaba con un aeropuerto internacional. El 25% de la empresa era propiedad del señor Gonzalo y 75% de la Pan Am. Sus destinos fueron normalmente dos vuelos redondos (ida y regreso) semanales desde Medellín con estación en Turbo y de allí a Colón Panamá. (Proyecto de ley desde 1930 que se dio en 1931 a Gonzalo Mejía en pro de la aeronáutica. Quien luego cedió la sociedad a la Panamerican en 1932. “UMCA era una empresa subsidiaria de la Panamerican Airways”)
  • SAM (Sociedad Aeronáutica de Medellín) Creada por Luis H. Coulson, Dennis Powelson y varios ciudadanos antioqueños en 1946.

  1. Tres personajes: Don Gonzalo Mejía y su titánica obra; Gardel y su trágica muerte en 1935; y la llegada del papá Juan Pablo II como acontecimiento clave en 1986. Patrimonio histórico.


La historia de la navegación aérea en Antioquia está íntimamente vinculada a un personaje de novela: heredero de una cuantiosa fortuna, a la edad de veinte años viajó por vez primera a Europa en 1904, estudió el inglés y el francés, conoció los principales avances técnicos de entonces y en París entabló amistad con un puñado de jóvenes aristócratas enloquecidos con el furor que el novísimo invento del aeroplano suscitaba y que los llevó a convertirse en asiduos practicantes del deporte de la aviación.

Inspeccionando los terrenos. Foto Rodríguez. 1926.
Fue uno de los más sobresalientes líderes cívicos que tuvo Antioquia a lo largo de casi 50 años, durante los cuales libró una lucha denodada por vincular al departamento a los avances que en materia de vías de comunicación y medios de transporte habían logrado los llamados países desarrollados. Hombre de acción, no se limitó a señalar perezosamente el horizonte privilegiado que su condición de viajero impenitente le permitió entrever. Sin haber ocupado jamás un cargo público, sin haber cursado estudios formales profesionales, movió cielo y tierra para concretar la construcción de la carretera a Urabá, para conectar a Medellín con Bogotá, para dotar a su ciudad de un aeropuerto que le permitiera romper su aislamiento, su condición mediterránea.


Entre sus obras contamos como las principales donde puso todo su ingenio
  1. La Carreta al mar.
  2. La Carretera Medellín – Bogotá
  3. El Aeropuerto
En 1956 murió en el anonimato.

Carlos Gardel. El zorzal criollo.


Carlos Gardel, el gran cantante, el dandy latinoamericano, el hombre que consagró en todo el mundo al bello ritmo del tango, inesperadamente terminó sus días en Medellín, lanzando con la estela de su vida y de su muerte, a esta ciudad en ciernes del año 1935. La pequeña pista del aeródromo de Las Playas adquirió una resonancia inesperada en las emisiones radiales y en las noticias impresas de la época.

Porque fecha precisa de su cronología, el 24 de junio de 1935, día de su deceso. De resto, gran parte se encuentra inmersa en un incierto ‘quizás`, un posible ‘tal vez`. Su nacimiento oscila entre los años 1881 y 1890. La penumbra de la duda rige además su lugar de nacimiento: Toulouse (Francia) o Tacuarembó (Uruguay). Los meses y los días también contribuyen a la confusión: algunos celebran su nacimiento el 21 de noviembre, pero hay quienes lo hacen el 11 de diciembre. Hombre de varias patrias, de varios natalicios, era este Morocho del Abasto, pero con un insoslayable destino fatal llamado Medellín.

Las cenizas del desastre. Fotos Jorge Obando. 1935. Revista Cromos.
En oficio enviado a la Fiscalía Segunda Superior en la fecha del 14 de octubre de 1936, decían: "...el accidente se debió únicamente a dos causas ajenas al control de las personas que llevaban el comando de los trimotores F-31 y Manizales: Deficiencias topográficas y aerológicas del aeródromo y a la aparición súbita de una corriente de aire que se presentó unos diez segundos antes de ocurrir el accidente, con una intensidad de 6-7 Beaufort y en dirección suroeste[7]"

Como hombre de mundo, Gardel recorría distintos países en su vertiginosa carrera artística. Europa, Latinoamérica y los Estados Unidos son testigos de esos avatares. Embajador del sentir gaucho, de las mitologías de las barriadas de Buenos Aires, Gardel hipnotizaba al público. Envuelto en su atractiva figura, unía a la tersura de su voz la imagen impecable del buen gusto. Todo esto contribuyó al fortalecimiento de su leyenda y posteriormente al mito intemporal en la ciudad de Medellín y en todo el mundo.

Grabó cinco canciones colombianas (cuatro bambucos y un pasillo: Mis perros, El vagabundo, Rumores – Tras las verdes colinas-, Asómate a la ventana y Mis flores negras del poeta Julio Flórez) El Primer tango que grabó fue en el año de 1917 para la firma Columbia llamado Lita –Mi noche triste-


Gardel reflejo en el tango el dolor, los pesares y las alegrías que el pueblo vivía a diario en Latinoamérica y el mundo. El tango dice lo que la gente quiere oír, sumándole una fuerte dosis de sarcasmo y pesadumbre. Fue enterrado por multitudes en Medellín en el cementerio San Pedro. El espacio público del aeropuerto, la plaza principal lleva su nombre en homenaje.

El Papa Juan Pablo II


En sus diversas manifestaciones la religión proyecta una preocupación infaltable en todo ser humano: la pregunta por el destino, por el ser, por su sentido. Los seres humanos transitan vacilantes por caminos que la religión y las creencias ayudan a recorrer.

Súmese este punto de partida a la idea de una región que se ha caracterizado por una entrega a sus costumbres cristianas; añádase que se encuentra en un franco proceso de articulación al mundo moderno, donde sus principios tradicionales -que siguen siendo un referente insoslayable-, deben adecuarse a las nuevas exigencias globales. Esta tensión entre la tradición moral y las nuevas imposiciones culturales universales se traslució con la visita del Papa.

Julio 5 de 1986. Medellín recibe la visita del personaje más importante del catolicismo en el planeta. Nunca antes un Papa había pisado suelo antioqueño, pero eso no impedía que su estela mística marcara a esta geografía a lo largo de su existencia, y fuera en beneficio del aeropuerto el cual había sido cerrado por la apertura del internacional José María Córdova en 1985.

Tan pronto como se supo que Medellín haría parte del itinerario papal, las autoridades civiles y eclesiales organizaron una apretada agenda en la ciudad y buscaron los lugares donde convocar las multitudes que lo recibirían. Considerando el gran número de personas que con el Papa se harían presentes ¿dónde reunirlos? La respuesta no tardó en llegar: el Aeropuerto Olaya Herrera.

En aquel entonces la discusión acerca del futuro del Aeropuerto con motivo de la puesta en funcionamiento de las nuevas instalaciones del José María Córdova se encontraba en su apogeo, lo que de algún modo contribuyó a que se posaran las miradas sobre el Olaya como lugar ideal para el evento. La pista y los terrenos que posee eran, tal vez, el espacio a campo abierto más adecuado para la circunstancia con que contaba la ciudad.

El Papa Juan Pablo II visitó a Colombia en una gira de siete días, del 1 al 7 de julio de 1986. Debería arribar el 5 a Medellín. Sin embargo, la luz de su presencia era susceptible de opacarse por el fracaso del proceso de paz, la toma del Palacio de Justicia y el campeonato mundial de fútbol celebrado en México, donde se consagraba el nuevo mito Diego Armando Maradona.

Pablo Peláez, alcalde de entonces, impulsó una campaña de ornato y civismo para asumirla, convocando a la ciudadanía a que atendiera de la mejor manera a los turistas que llegarían tras su rastro. El Decreto No. 400 del Municipio de Medellín lo declaró huésped de honor. Igualmente se designó un terreno del  aeropuerto después de su re apertura que lleva su nombre.

  1. La construcción de un monumento nacional. Patrimonio físico, artístico y arquitectónico.
Inauguración del Aeropuerto Olaya Herrera, en honor al presidente liberal.
Foto Gabriel Carvajal. 1947. Propiedad BPP.
El día 19 de octubre de 1995, por medio del Decreto 1802, el Aeropuerto Olaya Herrera fue reconocido como Monumento Nacional, en expresa afirmación de su valor histórico y de su relevancia arquitectónica para la memoria de la ciudad y de la nación. En el año 2008 fue declarado bien de interés cultural del municipio y la nación.

Al valorar una obra de arquitectura conviene conocer el estilo y las afinidades a determinadas corrientes estilísticas por parte de su creador, para reseñar la significación del Olaya Herrera en el patrimonio arquitectónico de la ciudad, debemos remitirnos brevemente a la vida y obra de su diseñador: el arquitecto Elías Zapata Sierra.

El aeropuerto comenzaba a tener forma. Foto Francisco Zuluaga. Finales de los años 50's.
El arquitecto - artista del diseño

Elias Zapata. Arquitecto de Antioquia.
Elías Zapata nació en Medellín el 27 de septiembre de 1927. En 1950, a la edad de veintitrés años, se graduó de arquitecto en la Universidad Pontificia Bolivariana, comenzando desde ese mismo momento a ejecutar importantes proyectos en la ciudad y en el país. Reconocido artista y destacado pintor, Zapata representaba una generación de profesionales que mezclaban distintos intereses creativos a su profesión habitual.

Elías Zapata no fue la excepción a esta norma. Al contrario, fue uno de sus mejores ejemplos. Sus obras eran mucho más que construcciones funcionales. Con ellas intentaba encontrar una relación armónica entre el dinamismo, la utilidad, la modernización de las estructuras de producción y la habitabilidad, siendo esta última, uno de sus grandes temas de interés. Por ello promueve el conocimiento de las Artes Aplicadas, lo que da origen a la Facultad de Arte y Decorado de la Universidad Pontificia Bolivariana, que posteriormente se convertirá en la Facultad de Diseño. Ahora esta disciplina se conoce como Diseño de Interiores.

Esta preocupación por una obra arquitectónica integral se fortaleció en el transcurso de su carrera al conocer la propuesta de distintos arquitectos. Uno de ellos fue el renombrado Le Corbusier, quien realizó una visita a Medellín en 1948 como Director del Plan Regulador, esperando afinar detalles respecto a la propuesta urbanística a futuro de la ciudad. Este encuentro reafirmó su cercanía creativa al pensamiento del arquitecto europeo. Lo cautivaban su plasticidad y el uso innovador del hormigón para las construcciones de gran tamaño. Los neoplasticistas de los años diez y veinte del siglo XX, junto con los brasileños Oscar Niemeyer y Lucio Costa, entre otros, gestores de Brasilia, también eran de su agrado. En pocas palabras, era un vanguardista para su época y su ciudad.

En cada construcción permitía que la naturaleza propia de cada una de ellas inundara su forma y le dieran sentido. Cada proyecto que abordaba se materializaba en estructuras ricas en motivos alusivos a su funcionalidad, evocando una articulación dinámica y armónica del espacio con la vida. Porque para Elías Zapata la vida no era divergente de la técnica, opinión que se afirmaba en su pintura, que exhibió ante sus coterráneos en la exposición de 1967, poco antes de su fallecimiento.

Aeropuerto Olaya Herrera en el año en que empieza sus únicas reformas arquitectónicas.
Gabriel Carvajal, 1957. Propiedad BPP.

Evidencia de todo esto son sus distintas realizaciones: edificios, casas privadas, negocios y bodegas. El Intercontinental de Medellín, El Club Campestre de Bucaramanga y el Aeropuerto Olaya Herrera, especial carta de presentación de su talento al ser considerados las tres obras monumentos nacionales[8].

La construcción y la obra.

Para hacer la edificación viajó por los países bajos, a los aeropuertos más avanzados del mundo observando referentes. Luego se presentó y se ganaron la licitación pública en 1957 con una propuesta que busca la integración dinámica – orgánica en el nuevo edificio, de una comarca industrial. La obra se entregó en 1962. 5 años después.

La propuesta del aeropuerto tiene una tendencia plástica artística moderna y cautivante. Lo público se concibió por primera vez como fuera de lo solemne y esquemático al servicio de todos en las obras arquitectónicas en Antioquia. “El Olaya Herrera fue pensado con el ánimo de ofrecer a las gentes un ambiente donde fuera grato estar”.

La ciudad tiene aeropuerto. Horacio Gil  1964. Propiedad BPP.
La estructura del edificio privilegia la zona de los tiquetes y la zona de espera de los pasajeros. “Su hall es el corazón del proyecto, en él se encajan nuevos elementos en la arquitectura de la época: vigas curvilíneas, bóvedas tridimensionales, transparencias, vitrales, recursos poco explorados hasta entonces”.

Uno de los mejores aportes de Zapata a la ciudad y su arquitectura fue las “cascaras” de concreto que recubren el aeropuerto. Su apariencia liviana, de formas sensuales y refinadas que recuerdan a las nubes, invitando a emular el aeropuerto con el aire mismo, una alegoría de la vida y el movimiento, complementadas con la iluminación cenital que se filtra a su través.

El Olya Herrera en su interior. Foto de los años 70's. Galeria El Colonbiano.
El vitral fue pensado para realzar el espacio del hall. “El cóndor que se encuentra sugerido en uno de sus extremos, a punto de volar, retoma la relación organismo-dinamismo que orienta toda la obra, al tiempo que conforma un espacio vivo”. El vitral fue retocado con la técnica del emplomado, que hace juego con la presencia de concreto como soporte.

La edificación fue construida con la técnica de las columnas (Aporticamiento) que incita a entrar y contemplar, recordando siempre la función principal de la arquitectura: diseñar las moradas que habita el hombre.

El color blanco original relucía a medida que la obra avanzaba. Francisco Zuluaga. Finales de los años 50's.
La estructura combina con la geografía del valle y su paisaje. En su concepción como en su construcción hay un alto nivel de dificultad. “Los cálculos necesarios para lograr que las cáscaras de concreto fraguaran correctamente debieron ser complicados, y los requirieron numerosos soportes de madera para darles forma y los acabados correctos”.

Jardines del Aeropuerto. Gabriel Carvajal. Sin fecha. Propiedad BPP.
Bibliografía y cibergrafía:


Giraldo, Hernán & Ramírez, David “Aeropuerto OLAYA HERRERA 70 años de historia. Segunda edición. Septiembre de 2007. IMPRESOS LTDA. Medellín.
100 años de la aviación en Colombia. https://youtu.be/470ylej1vw8, https://youtu.be/PsusO7BNnaE 
El aeropuerto Olaya Herrera y la primera conexión con el mar. http://www.lopaisa.com/aeropuertolayah.html
Gonzalo Mejía Trujillo - 100 Empresarios 100 Historias. https://www.youtube.com/watch?v=z2leLJxsqKI
En el aeropuerto Olaya Herrera – Medellín – Colombia. http://gardelysusmonumentos.blogspot.com/2009/03/en-el-jardin-del-aeropuerto- olaya.html
La Muerte de Carlos Gardel. http://www.lopaisa.com/gardel2.html
“No visualizo a Medellín con un aeropuerto al interior de la ciudad”: concejal Campuzano. http://www.minuto30.com/no-visualizo-a-medellin-con-un-aeropuerto-al-interior-de-la-ciudad-concejal-campuzano/268250/

Para descargar en PDF la Micro-investigación Ruta patrimonial Aeropuerto Olaya Herrera. 2015. Hacer clic aquí

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[2] Colombia Aprende, preparó una guía para que todos comprendamos qué es y cuál es la importancia del Patrimonio.http://www.colombiaaprende.edu.co/html/home/1592/article-201569.html Recuperado el 18 de mayo de 2015 a las 19:15 P.m.
[3] Ver: Conociendo nuestro patrimonio cultural. En: http://www.mincultura.gov.co/areas/patrimonio/mes-del-patrimonio/Paginas/Conociendo-nuestro-patrimonio-cultural.aspx Recuperado el 19 de mayo de 2015 a las 9:48 a.m.
[4] Definición de aeropuerto - Qué es, Significado y Concepto http://definicion.de/aeropuerto/#ixzz3bG15yXlL Recuperado el 21 de mayo de 2015 a las 6:45 a.m.
[5] Para una versión web de la publicación guía  al que nos referimos, ir al enlace de la reseña histórica del Aeropuerto en su web site http://www.aeropuertoolayaherrera.gov.co/nuestra-entidad/resena-historica
[6] Historias que hablan. Monumentos que hablan. Ubicación geográfica. En http://historiasquehablan.blogspot.com/ Recuperado el 21 de mayo de 2015 a las 1:06 p.m.
[7] Periódico El Mundo. Junio de 1979. La muerte de Carlos Gardel. En: http://www.lopaisa.com/gardel2.html Recuperado el 23 de mayo de 2015 a las 11:29 a.m.
[8] Feliz… Viuda del arquitecto del Olaya. Sábado, 18 de Diciembre de 2010 01:23 OCTAVIO GOMEZ. En: http://www.juliobetancur.com/index.php?option=com_content&view=article&id=342:felizviuda-del-arquitecto-del-olaya&catid=6:archivo&Itemid=1 Recuperado el 29 Abril de 2015 a las 02:16 p.m.

Prácticas artísticas contemporáneas.

Jairo Montoya Gómez
Doctor  en Filosofía.
2015

Reunir estos dos  términos - sentido y estética- en las charlas que vamos a desarrollar,  implica de entrada la posibilidad de  poner en discusión un tema que hace ya un buen rato adquiere una relevancia crucial en los actuales desarrollos y debates en torno a las prácticas artísticas contemporáneas. Y la adquiere justamente porque son otros los escenarios en los cuales estos desarrollos y debates sitúan sus preocupaciones: obviamente los espacios de tal discusión  no son los espacios de la estética clásica, como tampoco lo son las “despedidas” a las cuales se nos invitan.

Se trata por el contrario de rescatar en el “sentido” que puede tener tal campo de la “estética”,  un lugar para indagar por la situación actual de las prácticas artísticas y estéticas, de la mano de algunos pensadores franceses actuales que con sus trabajos han abierto la posibilidad para plantear esta relación entre estética y sentido.

TEMARIO:

Tema 1.   Mayo 5.   Téchné,  poíesis, aisthesis o  el arte como mnemotécnica.
Una deriva de la mediología  de Regis Debray. 
Para descargar el libro Introducción a la mediología y otros textos  Hacer clic aquí

Tema 2. Mayo 12. Los regímenes de identificación del arte: las estéticas restringidas. 
Una ampliación de Jacques Rancière.
Para conocer el blog del escritor ir a http://ranciere.blogspot.com/ o dar clic aquí
Para descargar algunos de sus escritos, dar clic aquí

Tema 3. Mayo 19. Entre la expresividad y la exterioridad: a propósito de la archi-escritura. El legado  de Jacques Derridá
Para descargar algunos de sus escritos y conocer la Entrevista con Julia Kristeva sobre Semiología y Gramatología. Hacer clic aquí

Tema 4.  Mayo 26. Una paleontología de los símbolos y una expansión de la estética. La propuesta de André Leroi-Gourhan.
Para descargar el capítulo 10 " Introducción a una paleontología de los símbolos" y el pdf completo del libro El gesto y la palabra, así como otros artículos. Dar clic aquí


Regis Debray. Introducción a la mediología. Barcelona: Paidós, 2001.
Jacques Rancière. Aisthesis. Escenas del régimen estético del arte. Buenos Aires: Manantial, 2013.
Jacques Derrida. De la Gramatología. Buenos Aires: Siglo XXI ed. S.A, 1971.
André Leroi-Gourhan. El gesto y la palabra. Venezuela: Universidad Central de Caracas, 1971.

JOSE JAIRO MONTOYA GÓMEZ

Doctor en  Filosofía, Profesor Titular  y Maestro Universitario. Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín. Estudios en la Universidad Pontificia Bolivariana y en la Universidad de Antioquia, en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (Madrid) y en la  Universidad de Puerto Rico. Miembro del  Grupo de Estudios Estéticos de la Universidad Nacional, sede Medellín.
Profesor visitante de la Universidad de Barcelona, Universidad Autónoma de Madrid, Universidad de Deusto, Universidad Mayor San Andrés (Bolivia). Profesor de cátedra de la   Universidad de Antioquia, Universidad Tecnológica de Pereira, Universidad Pontificia Bolivariana.

Entre sus publicaciones recientes:
Presencias, ausencias y olvidos. Una geología de las memorias urbanas.  (en: AA.VV. Arte público en Medellín Medellín: Tragaluz ediciones S.A.S, 2014). Del arte de la memoria a la(s) memoria(s) del arte. (en:  AA. VV. El arte y la fragilidad de la memoria.  (Medellín: Sílaba Editores. 2014). Paroxismos de las identidades y amnesias de las memorias. (Ed. Obra selecta Universidad Nacional, Bogotá, 2010), Implosiones lingüísticas, expansiones estéticas. (Ed. Universidad Nacional, Medellín, 2008).
Para descargar el artículo Reflexiones en torno al comportamiento estético. Hacer clic aquí

Vida local e historia barrial

Alfonso López: Autoconstrucción de la vivienda, solidaridad y esfuerzo mutuo.

Aérea de la feria, Castilla y Alfonso López en 1967. Gabriel Carvajal. Propiedad BPP
Lo más lejos que había en los años 50’s de barrios en Medellín era Castilla, que no era ni siquiera un barrio sino un asentamiento. Este barrio nació como una invasión de emigrantes de los campos, sin calles ni planeación. En esa época no venían los buses, la gente tenía que pasar el puente de El Mico, pues era la forma más fácil de cruzar de este lado occidental el río y poder tomar un transporte por la Estación Bosque o Moravia.
Hospital La María en 1942. Francisco Mejía. Propiedad BPP.  
El puente El Mico era un puente del ferrocarril, no era para personas. Muchas veces la gente iba pasando el puente y venía el tren o un vagón, entonces la gente no tenían para donde correr. En aquel momento había unos huecos debajo, que las mismas personas hicieron, quitando los barrotes del carril, y se metían ahí colgados como micos mientras pasaba la máquina. De ahí el nombre de Puente de El Mico, pues literalmente para salvarse la vida, las personas debían de colgarse de ahí apoyados en los huecos como los animales de los árboles.

El barrio Alfonso López, que se inició en los años 60’s y fue conformado por una comunidad muy empobrecida. Este lugar recogió un sin número de familias migrantes de los pueblos de Antioquia -tal como ocurre hoy con el desplazamiento por el conflicto social y armado-, debido a la violencia bipartidista que sucedía en los años 50’s entre liberales y conservadores.

Áerea de Alfonso López en 1972.  Gabriel Carvajal. Propiedad BPP.
Buena cantidad de los habitantes del barrio eran emigrantes que venían buscando una vida diferente a la ciudad. Así llegaron los pobladores del barrio Castilla como invasores. Y a raíz de ese problema social tan grande de la invasión, los tugurios, los barrios piratas, la migración desproporcionada, el gobierno comenzó a organizar estas comunidades, a las cuales les brindaba asistencia social y opciones de vivienda. Es así como se creó la institución del Instituto de Crédito Territorial (I.C.T).

Tugurios de la María en 1973. Gabriel Carvajal. Propiedad BPP.
Uno de los barrios creados por dicha institución de crédito fue Alfonso López en la modalidad de autoconstrucción. Le entregaban a los beneficiarios un lote, que los adjudicatarios tendrían que construir con los materiales suministrados siguiendo los planos y características entregadas por el crédito territorial, es decir; se daba la cuota inicial de la casa y con esto se seleccionaban a familias que tuvieran más de 5 hijos, a quienes se les entregaba un lote y materiales para que hicieran la vivienda de manera comunitaria.

“...se empezó su explanación o movimiento de tierra el día 22 de mayo de 1960, y el 1 septiembre iniciaron trabajo las primeras familias que asistían puntualmente a las construcciones los sábados, domingos y días de fiestas…” 

Áerea de Alfonso López en 1972.  Gabriel Carvajal. Propiedad BPP.
El barrio Alfonso López comienza en la carrera 68 y va hasta la carrera 74, entre las calles 88 a la 92b. Linda con los barrios Francisco Antonio Zea, la Maria, Lenin, la Esperanza, Kenedy, Luis López de Mesa, Córdoba y la Candelaria.

Primera familia de la manzana 17. Fotografía en el libro Historia del barrio Alfonso López Pumarejo.
Escrito por Alfonso Palacio Cuartas. 1986.
Las formas que creó el ICT para incentivar el progreso familiar con el mejoramiento de las viviendas, género disputa entre vecinos por los tres modelos que obtuvo para dar los apoyos, un préstamo de $1.100, otro de $2.200 y uno de $3.000.

























En esos años las casas construidas fueron vendidas en $12.000 pesos, para pagarlos en 15 años. Es decir sin hacer las casas, para el I.C.T las edificaciones costaban ese dinero. La mensualidad que terminó pagando Don Gabriel Rojas, uno de los fundadores del barrio, fueron 70 pesos.

Convites para hacer el alcantarillado. Fotografía en el libro Historia del barrio Alfonso López Pumarejo.
Escrito por Alfonso Palacio Cuartas. 1986.
Varias de las personas del barrio tenían un espíritu altruista y de trabajo por el bienestar, por ello gestaron un centro cívico para hacer algo por la comunidad y el territorio. Este se fundó en el año de 1961. Las personas que constituían la junta eran: Gabriel Rojas, Ramón Osorio, William Ayala, entre otros. A punta de empanadas compraron un micrófono, una corneta y un amplificador para la comunicación y el servicio social, comenzando la historia de la organización de la vida conjunta. 


La creación del Centro Cívico dio paso a solucionar los problemas entre vecinos, y a la conformación de la junta de acción comunal, que comenzó a trabajar por mejorar el barrio. En agosto de 1961, el centro Cívico salió con pancartas al encuentro de la visita del Presidente Lleras Camargo. El señor José Pavas le leyó y entregó un memorando “...en el se pedía la rebaja de las cuotas y la ampliación de la financiación a menor interés… acelerar el progreso  con la instalación del acueducto, alcantarillado, y energía que era lo más urgente en el barrio.” 

Don Cesar y Don José Pavas, recordando el día que vino el presidente.
Protagonistas del documental Vivencias del barrio.  Víctor Jiménez. 2015.
La respuesta del presidente fue ayudar a la comunidad y aceptó lo solicitado en el memorando. De esta forma EPM aceleró la instalación de contadores para abril de 1962 dando solución al problema de acceso al agua.

Cuando ya comenzó el servicio de buses en Alfonso López, aproximadamente en 1965, Don Cesar Valencia con ayuda de don Orlando recuerda que el primer bus fue el del viejito Majapo, y le siguieron la escalera del Cachaco, Pompilio, el bus El Inquieto y luego el servicio de Don Porfirio. En esa época estaban saliendo las escaleras y entrando los buses.

Cesar Valencia amigo y parte de la familia de Los Rojas.
Protagonista del documental Vivencias del barrio. Lina Rios. 2015.
Recuerda también que el primer cuadradero o terminal de transporte fue en el lugar donde queda el De Uno, allá despachaba la señora Margarita. Luego subieron el parqueadero a lo que se conoce como viejo terminal, pero esto no es un nombre que data del paso del tiempo sino de un reloj, que fue referente de la zona desde que llegaron sus primeros pobladores.

Orlando Rojas con su mamá Gabriela y su hermana Gloria.
Protagonistas del documental Vivencias del barrio. Catherine Jaramillo. 2015.
Concluye Don Orlando así, “El desarrollo del barrio ha tenido un orden, no un orden establecido, sino un orden creado por las necesidades, y lo que ocurrió para el barrio salir de esas necesidades, es decir, el desarrollo del barrio, su memoria e historia está obligado por las necesidades que tuvo que sortear”

Familia Rojas. Fundadores del barrio Alfonso López Pumarejo. Víctor Jiménez. 2015.
La Familia Rojas ha estado ligada a todas las generaciones y procesos organizativos surgidos en el barrio Alfonso López. Don Gabriel Rojas, fundador y líder comunal es recordado y respetado por muchas personas de la zona. Estos valores se los transmitió a sus hijos quienes continúan siendo personas que comparten su pasado para que vean el trabajo y sacrificio que ha costado edificar y organizar este barrio, con el fin de que las generaciones futuras lo conozcan, lo valoren y sientan sentido de pertenencia.

Vida local e historia barrial


El inicio del proceso de poblamiento de esta Zona fue posterior al de la Nororiental, influyendo en ello, el que la mayoría de los terrenos pertenecía a pocos propietarios, predominando un latifundio con actividades como ganadería de menor escala y bosques naturales. Asimismo influía la poca claridad en relación con las fuentes de agua requeridas para habitar tal sector urbano. Uno de los principales latifundistas fue la familia Cock, que facilitó la venta de lotes e incrementó la expansión de la zona.
 
Hacer una biblioteca. Fotografías de la biblioteca Raices de la raza. Facilitadas por Elsy Quintero.
Álbum fotográfico de Carlos Amaya. Archivo privado.
Los primeros asentamientos se ubicaron en lo que es hoy el Barrio Castilla, con lo cual se define la carrera 65 como principal vía del sector, a partir de ella se fue configurando la red vial de la zona. La forma que asume el poblamiento en Castilla al dejar algunas áreas para el desarrollo de equipamiento colectivo, ha permitido aun hoy su consolidación. En el 65 se construye la primera escuela en el Barrio Castilla. Este barrio continúa su expansión hacia nuevos núcleos como Castillita (hoy Girardot) o La Unión. Siendo éste último el resultado de un acelerado proceso de asentamiento, que en su mayor parte fue construido por labor parroquial y de la comunidad.

En 1964 se crean las Empresas Varias de Medellín como empresa oficial de servicio público, la cual se ubica en su mayoría en la parte baja de la Zona, por la autopista Norte entre los Barrios Toscana y Belalcazar.

En la década del 70 el Instituto de Crédito Territorial (ICT) inicia la construcción de la Urbanización Francisco Antonio Zea y de los barrios Pedregal, Boyacá, Las Brisas y Florencia, destinados a los sectores obreros del Municipio. Se presentan algunas tomas de tierra en la parte Alta del Hospital La María y en el costado Norte del Cementerio. En 1972 se inicia la construcción del 12 de Octubre por parte del ICT, se entregan 1200 viviendas.
Fachada de las casas de Boyacá, entregadas por el I.C.T. Fotografía de Blanca Bedoya.
Mangas conocidas como "La Tricolor" haciendo alusión a la antena de radio con el nombre La Tricolor, actualmente esta ubicada allí la urbanización Gratamira. Fotografía de Blanca Bedoya.
En 1973 se entrega la segunda etapa con un total de 1797 viviendas. Aumenta el ritmo de la construcción y aparecen nuevos desarrollos como los barrios Florencia, Las Brisas y Alfonso López. Es ésta la década de construcción masiva por parte del Estado (por el ICT), la cual se concentra sobre ésta Zona, asimismo es la década del surtimiento de normas urbanas más reducidas para la vivienda de interés social, en respuesta a la apremiante demanda por vivienda. En 1983 se promueve un programa de autoconstrucción llamado "El Mirador del Doce" por intermedio del ICT y una Cooperativa de vivienda, cuando el proceso de construcción por los pobladores se retoma dentro de la política de vivienda. Los barrios antiguos y de urbanizaciones piratas conformados desde los inicios del desarrollo la Zona: Castilla, Caribe, Belalcazar, El Diamante, San Martín de Porres, La Esperanza, Kennedy, Miramar y Castillita, se caracterizan por el tamaño amplio de sus lotes, con dos y tres pisos, para casas de tipo bifamiliar y trifamiliar. Se presenta frecuentemente que el primer piso quede por debajo del nivel de la vía.

Algunos de los barrios planificados por entidades estatales o privadas, de lotes reducidos y vivienda masiva unifamiliar o multifamiliar para sectores populares, son: El Doce de Octubre, Santander, Pedregal, Florencia, Alfonso López, Boyacá, Tejelo, Girardot, Las Brisas, Francisco Antonio Zea, Córdoba, Alejandría y Bello Horizonte (en su mayoría construidos por el ICT).



Fotografias de la Cancha de tejo y la caseta de integración del barrio Boyacá.
Fotografías de Carlos Amaya. Años 70's
En tal sector intermedio, que se ubica en la parte baja de la Zona Noroccidental, las quebradas delimitan cada uno de los usos allí presentes, dando lugar a subsectores residenciales como los Barrios Belalcazar, Tricentenario, Hector Abad Gómez y Toscana; subsectores industriales como el de Prodenvases, Andercol y el gasoducto...; y subsectores de servicios como el de la Plaza de Ferias y la subestación eléctrica. Cada uno de tales subsectores tiene sus dinámicas social y funcional y morfologías propias, que al ocupar las partes más bajas del valle a su vez conforman "islas- barreras" que dificultan la comunicación en los sentidos oriente-occidente y viceversa e inclusive del occidente con el eje del Río y hoy del Metro.

La Zona Noroccidental tuvo un poblamiento más "formal", obedeciendo a procesos organizados por alguna entidad, como el ICT, o por urbanizadores piratas de gran escala, como la familia Cock, lo cual otorgó mayor regularidad en la estructuración del tejido de sus sectores (manzanas y lotes ortogonales) y de estructuras de mayor tamaño, permitiendo un equilibrio futuro tras su proceso de densificación al igual que mayor continuidad en los recorridos vehiculares y peatonales.



Fiestas familiares y vecinales. Barrio Boyacá.  Fotografías de Carlos Amaya.

Los desarrollos planificados formalmente, en general han dispuesto de adecuadas vías de acceso, obras de infraestructura y equipamiento barrial. Con respecto a la vivienda, estas alcanzan un desarrollo en altura ya consolidado a partir de lotes que en el comienzo propiciaron un equilibrio de densidades; no así en las urbanizaciones que se establecieron más recientemente a partir de la minimización de las normas de construcción.

Breves relatos de las memorias fundacionales de Boyacá

Hay un barrio en  el norte de la Zona Noroccidental, que nació con solo 556 casas como unidad residencial, hermano de otros barrios como Florencia, Alfonso López, Tejelo y Pedregal, porque es hijo como ellos de la labor del Instituto de Crédito Territorial (I.C.T.), tan pequeño que sólo va de la calle 109 a la 112b y de la carrera 64D (autopista) a la carrera 67 y eso sin contar que gran parte de este espacio lo ocupan una manga, una bodega y una escuela de policía...
Boyacá. Fotografía Gabriel Carvajal. Año 1972. Archivo BPP
Boyacá. Fotografía Gabriel Carvajal. Año 1974. Archivo BPP
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