Vista del Jardin Botánico de Medellin Foto: Leonardo Jiménez
“La ciudad no es un artefacto o una
disposición residual.
Por el contrario, la ciudad encarna la
verdadera naturaleza de la naturaleza humana.
Se trata de una expresión de la humanidad
en general
y específicamente de las relaciones
sociales generadas por la territorialidad.”
Morris
Jonowitz, citado en Posmetrópolis, Edward Soja
Medellin Nocturna. Vista parque explora desde estacion del metro Foto: Leonardo Jimenez
Existen
muchas formas de narrar la ciudad. La ciudad para muchos es sinónimo de
progreso y de desarrollo humano, el cual se hace visible en el
perfeccionamiento de las edificaciones y en el mejoramiento de vías y de
servicios públicos. Para otros, al contrario, la ciudad es decadencia y
deterioro permanente de la vida humana. Aglomeración, caos vehicular, atracos,
prostitución e inseguridad caracterizan, según esta visión, al infierno urbano. También hay quienes piensan que cada ciudad es un eslabón de la globalización
planetaria. Así, la ciudad es fragmento de un todo alcanzable a través de los
medios virtuales de comunicación.
Panorámicas de Medellín Fotografía de Leonardo Jimenez 2010
La ciudad es riqueza, pobreza, contaminación,
jardines y paisajismo, parques temáticos, bibliotecas, transportes, violencia,
exclusión, orden, regulación, desorden, escuelas, universidades, burdeles,
moteles, hoteles, bancos, eventos, casas, urbanizaciones, deportes, etc… En lo
que concierne a la ciudad de Medellín todos esos discursos mostrarían rostros posibles y verosímiles de la ciudad
histórica y de la actual.
Panorámicas de Medellín Fotografía de Leonardo Jimenez 2010
Ahora bien, la ciudad que pretendemos comprender proviene de grandes transformaciones
sociales. Es así como, la
intensificación de la emigración de la
población rural hacia la ciudad, el aumento de la actividad laboral de las
mujeres en las empresas, el incremento de los ingresos familiares, la
adquisición de vehículos automotores y de electrodomésticos (neveras, estufas,
televisores, licuadoras, etc…) favorecen el desarrollo y el surgimiento de
espacios de consumo frenético y masivo.
El territorio simbólico de los valores intelectuales, gastronómicos,
militares, raciales, morales, económicos, políticos, espaciales y religiosos de
los antioqueños deviene en la ciudad de Medellín un plano dinámico de
subjetividad que constituye un campo de fuerzas que promueve fragmentaciones y
tensiones constitutivas del espacio social urbano.
Vamos a
estudiar esos múltiples rostros, muchas veces antípodas, como condición de
existencia de la ciudad actual y de la formación geohistórica de la ciudad de
Medellín. Nos proponemos investigar, desde un marco teórico y conceptual
amplio, la diversidad de escenarios socioespaciales que constituyen una ciudad
que, al participar de la racionalidad difusa que evocamos en la justificación,
es moderna porque desvanece su unidad como totalidad para hacerla prevalecer
como tensión múltiple y problemática.
Barrio Nuevo horizonte comuna 1 Medellín Mayo del 2011. Fotografía: Leonardo Jiménez
El
Concejo de Medellín aprobó en primer debate el Proyecto de Acuerdo que da vida
al Plan de Desarrollo 2012 – 2015 “Medellín, un Hogar para la Vida”, el cual
está fundamentado en dos pilares: la Vida como valor supremo y la Equidad para
lograr una sociedad más justa.
En la
sesión, a la que asistieron los miembros de las comisiones Primera y Segunda
del Concejo de Medellín, los ponentes realizaron exposiciones de cada una de
las cinco líneas del Plan, con recomendaciones para mejorar la carta de
navegación que guiará los destinos de la ciudad en los próximos cuatro años.
La
presidenta de la Comisión Primera, Aura Marleny Arcila, destacó que el Plan de
Desarrollo se fundamenta en una sociedad que valora y respeta la vida y busca,
en general, una sociedad menos desigual. Por su parte, el presidente de la
Comisión Segunda, Carlos Mario Mejía, expresó que lo mejor de la formulación
del Plan fue la democratización del mismo, pues la ciudadanía en pleno se volcó
a participar en la estructuración del contenido.
Durante
el mes de mayo, el Concejo Municipal lideró, con el apoyo de la Alcaldía de
Medellín, un total de 30 sesiones y dos grandes foros, a los cuales asistieron
más de 7.000 personas. En marzo, el Consejo Territorial de Planeación realizó
jornadas de participación ciudadana (con grupos sectoriales, poblacionales y
territoriales), las cuales lograron una asistencia superior a las 7.500
personas.
El Plan de Desarrollo 2012 – 2015 “Medellín, un
Hogar para la Vida” contará con un presupuesto de 14,5 billones de pesos para
el cuatrienio, recursos que serán invertidos en programas y proyectos que
beneficiarán a las familias de Medellín.
A pesar de la violencia y el conflicto social que
padecemos en la actualidad, los habitantes de las laderas de Medellín seguimos
caminando en torno a la construcción del Plan de Desarrollo Municipal (PDM) 2012-2015.
Camino que venimos labrando hace muchos años en la construcción participativa y
consciente de nuestros Planes de Desarrollo Comunales y Corregimentales y que
fueron inscritos como anexos en el programa de gobierno del alcalde Aníbal
Gaviria.
Sin embargo en la actualidad no evidenciamos
ninguna inclusión de nuestras propuestas en el PDM, las cuales han sido puestas
en el debate en los diferentes espacios de discusión ante las respectivas
instancias encargadas de realizar recomendaciones y sugerencias a dicho Plan:
en febrero, estuvimos reunidos los Equipos de Gestión de los Planes de
Desarrollo Local en el salón del diálogo de la Alcaldía, con el entonces asesor
Álvaro Berdugo (ahora Director de Planeación Municipal) y con algunos
funcionarios de la Secretaría de Desarrollo Social, además de participar en
diferentes espacios comunales y zonales donde presentamos las propuestas.
Durante el mes de marzo, participamos activa y
propositivamente en los diferentes foros realizados por el Consejo Territorial
de Planeación (CTP) donde se abordaron temas como Vivienda y Hábitat, Población
Desplazada, Mujeres, Cultura, entre otros. El CTP entregó su concepto
incluyendo las propuestas de la comunidad, pero tampoco fueron tomadas en
cuenta. En mayo participamos de las diferentes sesiones descentralizadas del
Concejo en nuestras comunas, y también nos movilizamos en la sesión donde se
discutió el tema de la vivienda y el hábitat.
Este proceso de participación y movilización es una
iniciativa totalmente comunitaria en la que no tiene nada que ver ningún
partido político, por el contrario es un esfuerzo por construir otro tipo de
política a la que tradicionalmente ha tenido el país, una donde la relación
elegido-electores cambie, y se comience a ver a las comunidades
como parte fundante y esencial del sistema político. Nuestras
motivaciones no son dádivas ni contratos, es el anhelo de construir un
buen vivir en nuestros territorios, donde la dignidad se convierta en una
constante que reemplace la profunda inequidad que nos azota.
Estamos inconformes con el PDM, nuestras propuestas
no quedaron incluidas en lo fundamental del Plan, y el ejercicio participativo
parece ser más bien demagogia que democracia. Con la participación legitimaron
el proceso, debido a los encuentros y debates tan numerosos donde fuimos los
que convocamos, pero sólo resultamos siendo cifras, no hubo una real inclusión.
Tampoco vemos con buenos ojos que diez días antes
de aprobarse el Plan, la Administración cambie el director de Planeación, quien
era el que había estado presente en los debates con las comunidades. Todo esto
parece indicar que nuestro tiempo invertido se perdió y como siempre la
comunidad participa pero el gobierno es el que decide.
Es por ello que decidimos movilizarnos hoy 30 de
mayo, cuando el Concejo está aprobando el PDM 2012-2015, ya que si ellos no nos
escuchan, las comunidades seguiremos defendiendo nuestras propuestas, que son
las rutas de gestión para la solución de las necesidades de la población y la
superación de la inequidad.
Los presupuestos asignados al tema de mejoramientos
y vivienda nueva en el PDM son muy escasos, no superan los 250.000 millones de
pesos y no alcanzan a cubrir los problemas de déficit cuantitativo y
cualitativo de vivienda en Medellín; los recursos de la ciudad se invierten
mayoritariamente en el sector del poder económico y privado y no en las
comunidades, no en la población. Una prueba de esto es que la Administración
anterior invirtió 400.000 millones en Autopistas de la Montaña y 150.000 millones
en el puente de la 4 Sur.
Por lo anterior, exigimos mayores recursos para
vivienda y hábitat, y la implementación del Plan de mitigación del riesgo, que
son las necesidades más sentidas de las comunidades. Debe incluirse además, el
mínimo vital de agua potable para toda la población de estratos 1 y 2 y la
aprobación del mínimo vital de energía, que fue una promesa electoral de este
gobierno. También planteamos que se debe tener una mayor inclusión de las
mujeres y de la población desplazada en dicho Plan.
Frente al logo de la
Administración “Cuéntanos tu idea al Plan”, queremos decirles que desde las
comunidades no nos basta con contar una idea, nosotros planteamos propuestas y
exigimos soluciones, y estamos convencidos de que el Plan no debe ser un acto
de buena fe del gobierno, sino fruto de la concertación política.
Proponemos una “Mesa de
diálogo y concertación” entre las comunidades y la Administración municipal,
donde se garantice una real participación de la población, debatiendo
problemáticas de fondo y no de forma, y decidiendo no solo sobre los programas
y proyectos sino también sobre los recursos, que son nuestros. Los proyectos
como los PUI, los planes parciales y en especial el Cinturón Verde se deben
construir de la mano con los Planes de Desarrollo Locales, y no al amaño de
firmas constructoras o tecnócratas que no conocen nuestro territorio y hacen
sus planes desde los escritorios.
Compartimos con ustedes la Acción de Movilización de las
Comunidades de las Laderas de Medellín,
en protesta por la no inclusión de sus
propuestas en el Plan de Desarrollo de
Medellín 2012 - 2015. Fotografías de
Lizeth Palacio y Kelly Gómez . 30 de
Mayo 2012. Clic Aquí
Para vivir aquí hay
que ser muy verraco, asegura Marcela mientras le sirve de comer
a su niña que ha llegado de la
guardería, nada más en el segundo piso
mataron una muchacha en embarazo, de eso hace ya como ocho años… primero mandaron de cajón al compañero que
era tremendo faltón y como a los dos días unos muchachos escalaron la fachada,
le dieron una patada a la puerta de la pieza y le pegaron como cinco
balazos…ella estaba dormida, creo que no le entro ni aire.
Marcela
de treinta años vive con sus dos hijos de cuatro y trece años en una de las
piezas del inquilinato Los Andes ubicado sobre la Avenida Oriental
del barrio Colon, Los Andes es quizás el inquilinato más grande de Medellín, ella
paga trece mil pesos diarios por la pieza; para poder asegurar el alojamiento cotidiano,
vende dulces al igual que su hijo mayor; Este
muchacho me resulto muy buen estudiante y siempre me dice que nos vamos de
aquí, pero la cosa no es así de fácil, para salir de aquí se necesita billete y
a uno no le van sirviendo de fiador así como así.
El
compañero de Marcela y padre de su hija fue asesinado hace un año, según ella
por un enemigo que desde hace tiempo lo estaba buscando. Un llanto infantil se
escucha en una de las piezas contiguas, Marcela comenta:
Ese es un niño que
pide limosna, seguro no consiguió lo suficiente y por eso el papa esta puto,
aquí maltratan mucho a los niños, yo con los míos no tengo problemas gracias a
Dios. Además el papa y la mamá de ese niño son unos irresponsables, pues muchas
veces con la plata que se ganan mendigando los tres hijos que tienen, prefieren
meter bazuco y no pagan la pieza, por eso han tenido varios problemas con la
administración y hasta les ha tocado dormir en la calle por irresponsables.
En
la puerta de la pieza aparece una vecina joven de aspecto un tanto desaliñado,
dirigiéndose a Marcela le dice: Marcela
regálame un poquito de papel higiénico que no tengo; Marcela la mira y le
dice mientras desenrolla un poco de papel: He
avemaría a usted hay que regalarle hasta “pa” limpiase el culo. Cuando la
muchacha se marcha comenta en voz baja:
Esa muchacha se llama
Sandra, tenia una criatura muerta en el estomago, ella sentía dizque cólicos y
cuando fue al medico le dijeron que no se explicaban como había sobrevivido, pues
el feto llevaba muerto tres días…claro está que con tanta sopladera se muere hasta un caballo.
En
la pieza marcada con el número doce vive Manuel Zapata, su esposa Noelia y tres
de sus hijos, todos varones adolescentes, Manuel afirma:
Yo vivía en el barrio
Santo Domingo, pero un grupo armado me hizo salir de allí, no me quedo más remedio
que venirme para acá, pues me querían matar los muchachos, mi hija se enamoro
de uno de esos bandidos y se quedo por allá, viene a visitarnos de vez en
cuando, ella tiene quince años y ya esta esperando su primer hijo, espero que
al menos el cabrón que la preño responda, pero según me han dicho es un
irresponsable, pues tiene otros hijos con otras culigadas.
Manuel
mira debajo de su cama ysaca una caja
de cartón, luego esculca en su interior hasta encontrar una formula médica
plastificada: Mire yo tengo paranoia y me
es difícil encontrar trabajo, pues en cualquier momento me dan recaídas, yo
creo que adquirí eso cuando nos tuvimos que venir a media noche de Remedios,
cualquier fin de semana llegaron los
paracos y nos dieron una hora para salir, escasamente sacamos los papeles.
Desde entonces me dan unos miedos muy horribles que me tengo que meter bajo las
cobijas y taparme.
En
la pieza de Manuel y su familia se respira un fuerte olor a nicotina y alcohol,
uno de los muchachos enciende un cigarrillo y explica: Aquí fumamos todos como chimeneas, además los cuchos y un hermano se
toman los guarilaques…aquí venimos a morirnos. Noelia la madre, interrumpe al
joven: mijo no diga eso que mientras haya
salud hay esperanzas, otro de los adolescentes que esta recostado sobre un
colchón contesta: si esperanzas de
morirse de hambre, todos ríen de las palabras del joven incluso Noelia.
Sandra
la joven desaliñada de la pieza catorce, que hace poco le pedía papel higiénico
a Marcela baja a los lavaderos con una olla y dos platos sucios: voy a lavar esto antes de que se llenen los
lavaderos de pirobas (dice),en
su camino se encuentra con un hombre viejo de aspecto travestido que le reclama
por un camiseta que se le perdió ¿heque le pasa? replica Sandra, acaso yo soy la única que lava ropa en este
lavadero.
La
travesti se retira pero sentencia en voz alta, Que aparezca esa hijueputa camiseta o van a saber quien es Yesica
Paola. Sin hacer el menor gesto por las palabras de Yesica, Sandra lava la
olla y los platos al tiempo que relata:
Aquí lo que más se
pierde es la ropa, hasta los calzones cagados se los llevan, el que da papaya
le roban hasta la olla con la aguapanela adentro y todo, Sandra
ha vivido toda su vida en inquilinatos, al igual que sus hermanos que ocupan
también dos de las piezas de los Andes con sus respectivas familias.
Yo desde que me
conozco he vivido aquí o en piezas de otras casas por aquí mismo, claro que de
la que más recuerdos tengo es de esta, pues aquí se murió un parcero que yo
quería mucho, eso fue una sobredosis, le dio un infarto y lo velaron en la sala
del televisor.Aquí se han muerto
varios inquilinos de sobredosis. Esta casa tiene muchos muertos encima… es que
aquí si hay mucho gato.
Son
las seis y treinta de la tarde y el patio comienza a llenarse de niños y niñas
que llenan el espacio con su algarabía, esta
es la hora de los locosdice Sandra mientras se retira a su pieza.
Las
primeras sombras se asoman en los corredores, y un olor a petróleo se confunde
con el de la marihuana, es el olor característico de los fogones de en donde
algunos afortunados empiezan a cocinar sus alimentos. Yesica Paola hace sonar
sus tacones en el corredor, en la puerta de Los Andes comparte un cigarrillo
con Sandra, quizás ya olvido su camiseta perdida, o simplemente la encontró.
Un
niño blanco y delgado, de unos doce años y de apariencia un tanto frágil, sale
también hacia la calle, lleva su corto cabello castaño oscuro, peinado hacia un
lado, la ropa humilde pero limpia, esparce a su paso aroma a jabón de baño,
entre sus manos sostiene una pequeña caja de cartón con dulces y cigarrillos.
Los que aún viven en Los Andes deben ganar su morada. Los muertos ya la ganaron
en el olvido.
Vista general del Manicomio. Benjamín de la Calle Muñoz. 1916. BPP.
Tradicionalmente la locura
ha sido replegada a las formas de intervención médico-psiquiátricas a través de
unas técnicas de entrevista que se consideran extracción de información
subjetiva para volverla objetiva. En tanto que para el psicólogo la gama de
elaboraciones subjetivas representa la mayor riqueza del estado psicótico. Así,
el loco es para la medicina un objeto de la intervención psiquiátrica,
en tanto que para el psicólogo es el sujeto de sus indagaciones. Ambos
dispositivos de indagación clínica parten de la interpretación de la palabra y
el pensamiento del paciente, pero las consecuencias terapéuticas son
diametralmente opuestas. La psiquiátrica busca reducir la producción de
incoherencias del pensamiento, mientras la otra busca avivar las producciones
discursivas. La una calla al paciente, mientras la otra lo hace hablar. La
primera niega su subjetividad, mientras que la segunda la afirma.
Vista de los enajenados, Manicomio Medellin, Benjamín de la Calle M. 1910.
La presente investigación nace
de esta coyuntura entre las visiones tecnológicas de intervención sobre la
locura y establece la necesidad de una crítica al discurso psicopatológico de
la psiquiatría para hallar las justificaciones de su actuar. Es decir, que se
busca justificar el conocimiento crítico de la historia de las transformaciones
técnicas de la psiquiatría en Medellín como una acción ética que puede realizar
el que trata la locura para no mal-tratarla. Esta investigación
considera que la locura ha sido objetivada en un cuerpo, su subjetividad ha
sido negada y por tal la reconstrucción histórica de dicha subjetividad sólo
puede ser ficcionada. Este trabajo pretende ser un proyecto genealógico
sobre la subjetividad negada de la locura, es decir que precisa de una
heurística negativa sobre la historia moral de la sociedad antioqueña. En este
caso la historia de la locura se presenta como el revés de la moral.
Torso femenino. Autor:
Fernando Botero. Bronce. Parque Berrío. 1986.
Entre ruinas, lugares
y objetos residuales de la memoria es una investigación que busca reflexionar
sobre los modos de representación, exteriorización y construcción de las
memorias citadinas de Medellín mediante su encarnación en diversos dispositivos
visoespaciales, a partir de su emplazamiento en el espacio público.
Efectivamente, la
pregunta por la espacialización y constitución de los lugares destinados a la
conmemoración, rememoración, recordación y/o reminiscencia en la urbe permite
analizar las diversas relaciones históricas que en Medellín se han constituido
con respecto al surgimiento de las diversas memorias citadinas y su exteriorización
en la ciudad, los efectos que éstas han suscitado desde el momento de su
irrupción y su posterior devenir.
Busto de Benito Juárez. Autor desconocido. Glorieta de San Diego
Por consiguiente,
este texto parte de la pregunta por la constitución de los lugares de la
memoria en Medellín con el fin de reconocer las transformaciones que en la urbe
han suscitado el establecimiento de una memoria – nación, comprendida como
aquella memoria unívoca y oficial adherida a la construcción histórica de las narrativas heroicas
del país y la región antioqueña, junto con la aparición de otras memorias
alternativas, plurales, divergentes y resistentes a dicha postura ideológica
gubernamental.
Como generadoras de
unos regímenes escópicos, que procuran mediante sus formas de representación
particulares encarnarse en unas visualidades que son exhibidas dentro del
espacio público con miras a la producción de subjetividades en la constitución
de un ciudadano – observador, las diversas memorias citadinas estudiadas en esta
investigación dan cuenta de una ciudad que se caracteriza por la implosión
exacerbada de lugares de la memoria como condición propia de su amnesia.
En este sentido se
producen múltiples fenómenos urbanos que merecen ser referenciados en este
texto, dentro de los cuales se hará una narración sucinta, pero con el mayor
rigor académico e investigativo posible, de diversos casos contemporáneos en
los que se vislumbra el problema de la representación, exteriorización y
construcción de las memorias citadinas en la contemporaneidad de Medellín.
Mujer en la baranda. Autor Fernando Arroyave.
1995.
Por ende, se inicia
con una apuesta teórica en lo que concierne a la problematización del concepto
de memoria colectiva y lugares de la memoria desde los trabajos
de Maurice Halbwachs y Pierre Nora, con el fin no sólo de analizar en términos
dialógicos los aportes de ambos autores sino también de identificar diversas
formas de exteriorización de la memoria que acontecen dentro de la ciudad,
indagando por sus particularidades como resultado de su emplazamiento en el
espacio público.
Es así como la
investigación discurre de lo general a lo particular mediante la concreción de
unas rutas o cartografías icónicas de la memoria, en tanto que cada uno de los capítulos
que integran esta investigación plantean unos recorridos teóricos y visuales,
como ejercicio propio de una lectura de ciudad que da cuenta del pluralismo, la
convergencia y divergencia de múltiples memorias citadinas exteriorizadas en
diversos dispositivos visoespaciales adscritos a unos espacios y tiempos citadinos.
Pedestal del busto hurtado de José
Manuel Restrepo. Avenida La Playa.
El levantamiento de
nuevos espacios memoriales que propenden hacia la gentrificación del espacio
público; la irrupción de múltiples memorias alternativas y el devenir de la
memoria – nación; la transformación de la monumentalidad citadina y el arte
público; el crecimiento desmesurado del fenómeno de la patrimonialización, y el
surgimiento de las memorias espectaculares dentro de los proyectos turísticos
de la ciudad son algunos de los fenómenos urbanos abordados en esta
investigación.