El espacio público y la cultura ciudadana



En este artículo hemos de señalar cómo la planificación de la ciudad se fue institucionalizando en un plano político, con el fin de racionalizar este ejercicio a nivel de dispositivos técnicos y disciplinarios que implicaban un “dominio metódico, científico, y calculante” (Habermas, 1986: 55). La razón de Estado (Foucault, 2004) fue regulando de manera más concreta a nivel discursivo, que en el plano efectivo de las acciones, la planificación urbana como la capacidad de anular el hecho contingente que implica el crecimiento urbano en su soporte material. Dicha razón de Estado supone que hay una selección adecuada de estrategias e instrumentos para soportar el desarrollo de una serie de políticas que concreten la capacidad de regular el territorio y por ende de la sociedad que, a su vez, contiene.

Para conocer el texto completo de María Mercedes Gómez, publicado en La Revista FORUM del Departamento de Ciencia Política, sede Medellín Vol. 1, núm. 4 (2013),  dar clic aquí

Nuestro cine para todos.

SENTIR PARA APRENDER
El Festival de cine de Castilla es un proceso comunitario de sensibilización y apropiación de la imagen y el audiovisual, que busca fomentar el cine, el cortometraje, el documental y los nuevos géneros cinematográficos en los barrios populares de las ciudades de Colombia. 

El III Festival en el 2014 realizó dentro de su estrategia de formación el Taller de apreciación y análisis de film para personas con discapacidades y otras inteligencias en la biblioteca Juan Gómez Martínez del barrio Robledo, en la zona noroccidental de Medellín.

En este espacio se propicio el encuentro y la apreciación de obras cinematográficas de la colección de Cine Accesible para personas con discapacidad visual y auditiva, por medio de hablar y ver los films de la maleta de cine Colombia de Película.
En el proceso participaron 12 jóvenes y adultos con discapacidad física, cognitiva, visual y auditiva, y algunos de sus familiares acompañantes, quienes fueron descubriendo, aprendiendo y discutiendo parámetros y elementos claves al ver u observar un cortometraje o un largometraje, abordando temáticas como la narrativa, los roles de realización, la estética, la crítica y el lenguaje audiovisual.

La metodología consistió en sentir, ver, escuchar y escribir para aprender, es decir; en cada sesión miramos una realización audiovisual intervenida con audiodescripción, interpretación en lengua de señas y closed caption para arriesgarnos entre todas y todos a experimentar en este universo, que en general es desconocido para las personas con inteligencias múltiples y discapacidades.

Por ello, el ejercicio recurrente en las sesiones, fue entender con las y los participantes cada uno de los elementos que proporciona el lenguaje de señas y el closed caption para las personas con discapacidad auditiva, y luego como la audiodescripción recrea el panorama audiovisual para las personas con discapacidad visual. En el taller enfrentamos el reto de trabajar con muchas personas con discapacidades cognitivas, con quienes los contenidos y las explicaciones debían ser concretas y relacionadas con las acciones de la vida cotidiana, en el sentido de hacer del cine una estrategia y tactica universal de dialogo de saberes y formas de estar y relacionarse en el mundo.


Muchas veces motivamos por medio de preguntas, diálogos sobre las películas, ya que el cine colombiano actual no es un producto que las personas con discapacidad disfruten y dispongan constantemente. Al igual es difícil acercarnos por medio del cine, ya que existen pocos espacios como estos y exiguas ayudas y apoyos pedagógicos, por ejemplo, en los diccionarios y manuales de lengua para personas sordas, aún no existen los significados para conceptos y prácticas específicas del lenguaje audiovisual.

La premisa de trabajo conceptual fue comunicar a través del cuerpo, la imagen y las palabras elementos del universo cinematográfico, que les permitiesen comprender el cine como un arte que genera cultura, afinidad, experiencias, conocimiento, gustos y viaje a otros mundos posibles, donde rompemos con las barreras, las fronteras, nos liberamos y utilizamos los sentidos con que cada uno cuenta como el vehículo de catarsis, explosión y descarga.

Este evento de formación y circulación audiovisual, que nace de la experiencia del trabajo colectivo, audiovisual y comunitario de jóvenes líderes de un barrio marginal, agrupados en la Asociación Cultural Tarmac, busca construir identidades a través de apoyar y co-gestionar con personas de la ciudad: experiencias organizativas, formativas y de producción cinematográficas, artísticas y musicales en los barrios de Medellín.

El festival de Cine de Castilla y el Programa Colombia de película del Ministerio de Cultura, buscan con estas iniciativas acercar a la población con discapacidad auditiva, cognitiva, física y visual a vivir la experiencia de disfrutar una película como un momento lúdico-creativo y un estrategia de inclusión, inspiración y conocimiento de la realidad.

Tercer Festival de Cine de Castilla.



La muestra central del Festival de Cine de Castilla FestiCiCa, está dedicada a la producción documental actual de distinguidos y comprometidos realizadores de la ciudad de Medellín, que entienden el documental como una práctica creativa de dialogo de saberes y hacer social y político, dentro de las alternativas, las resistencias, las memorias, el activismo, la educación y la comunicación popular. Sea esta pues la oportunidad para contemplar y solidarizarnos con las historias, los espacios y las personas que desde la vida cotidiana proponen y superan el conflicto social y armado.

Los cuatro audiovisuales de la muestra, exaltan a los documentalistas como testigos singulares con visiones propias y plurales que logran universos explicativos incluyentes, abiertos y dinámicos, los cuales reconocen el sentimiento, buscan la emoción y le dan valor a la subjetividad de las víctimas, quienes tiene mucho que enseñar de resiliencia y resistencia, y así “...desde la memoria viva, desnudar el potencial ideológico de toda estrategia totalizadora que legitime el olvido”, produciendo con el documental y la praxis de la memoria un acontecimiento ético.

Tengo una bala en mi cuerpo.


Director: Raúl Soto.
Investigador: Víctor Jiménez.
Productor: Juan Pablo Tamayo.
Empresas productoras: La Ventana Films, Corporación Mundo Austral & Ciudad Comuna.
Duración: 52'.
Año: 2013.
Sinopsis:
Tengo una Bala en Mi Cuerpo es un documental que narra la lucha diaria que viven los discapacitados por la violencia en Colombia, específicamente en la ciudad de Medellín al tratar de hacer parte de un mundo y una urbe que aún no es accesible ni incluyente para ellos. Al mismo tiempo nos confronta sobre el uso de armas de fuego que con frecuencia se da en nuestros barrios como una práctica común en nuestros días.

Para hacer este relato se profundiza en la vida de Cristian Jiménez, un joven discapacitado que fue herido por una bala pérdida en la azotea de su casa en un barrio popular de Castilla; Lizz Builes, una mujer ciega por bala que recorre las calles de Castilla buscando su independencia motriz; Germán Chavarría, líder del grupo "Fuerza Incluyente" discapacitado por bala que busca promover una política pública para todos los discapacitados en la ciudad; Diego Echavarría, un arquitecto con movilidad reducida por bala pérdida, apasionado por el fútbol, que diseña y confronta las obras públicas buscando que sean incluyentes para la población con discapacidad física y cognitiva; Yeison Correa, discapacitado por bala que busca trabajo y sueña con sacar a su familia adelante, y de Adriana Vergara, una reportera gráfica de un medio impreso sensacionalista que recorre la ciudad cubriendo noticias de violencia y orden público.
Marta Rodríguez: Andar la palabra.


Guion y dirección: Santiago Andrés Gómez.
Edición y montaje: Adriana Rojas E.
Duración: 77 min.
Año: 2013

Sinopsis:

Detallado recuento y análisis cinematográfico de la obra de Marta Rodríguez y sus colaboradores, uno de los capítulos más apasionantes del cine colombiano, aunque no tan conocido como debiera serlo. La película busca las constantes que atraviesan las películas de Rodríguez en sus varios periodos y formatos, y constituye un viaje no solo por diversas regiones y momentos históricos, sino por los recovecos de un modo valiente y necesario de hacer cine. Segundo capítulo de la serie Gracias por el cine, dedicada a grandes cineastas colombianos.

Amarillo.


Dirección: Diego Delgado - Yovanny Quintero.
Producción: Documental Amarillo - Corporación Compromiso.
Duración: 52 Minutos.
Año: 2013

Sinopsis:

Este es un documento lleno de verdad, de la verdad conocida y denunciada por las víctimas que han convivido con el flagelo de las ejecuciones extrajudiciales y no han encontrado vía ni justicia, son sus voces y su cotidianidad que expuestas de forma simple pero contundente nos cuentan los hechos acaecidos en los campos Colombianos y le hacen mella a una memoria colectiva que es obsesa en olvidar.

Este documental es una herramienta digna para que ellas, las víctimas, puedan ser escuchadas, que sus voces canten y denuncien lo que paso, pasa y pasará mañana, es una ilusión o la esperanza para ponerle fin a una vida llena de persecuciones, señalamientos y masacres propiciadas por el estado Colombiano.
Mi Morro, Mi Moravia. Dignidades del Suburbio.

Dirección y fotografía: José Miguel Restrepo Moreno.
Dirección e investigación: Víctor Hugo Jiménez Durango.
Duración: 52 min.
Año: 2013 - 2014

Sinopsis:
Sin previo aviso, más por intereses de planeación municipal que de la comunidad, se comienza a reorganizar la zona del norte de Medellín y con ella el barrio el Morro, antiguo basurero municipal. Personal y volquetas irrumpen en el sector y se deshacen ranchos y casas para dar paso a jardines y paseos peatonales. Las familias y sus escasas pertenencias desalojadas, viajan reasentadas hasta urbanizaciones de interés social en las afueras de la ciudad, en una zona denominada como Ciudadela Nueva Occidente – Pajarito; mientras otras aguardan con desazón y expectativa su momento.
Es una voz a muchas voces, es un reconocimiento a muchas mujeres que con sus vidas, discursos y miradas afrontan las transformaciones de la migración y la reubicación, narrando el ahora de sus desplazamientos desde sus realidades actuales llenas de sacrificios, memoria, imaginación, alegría y dignidad.

Una ciudad diversa y armónica.

Darío Ruiz Gómez

¿Dónde están los economistas, los geógrafos urbanos, los especialistas en catastro urbano? A renglón seguido debo  preguntarme por la ausencia de los Planificadores y de los Diseñadores urbanos pues de lo que se trata es de ponerse de acuerdo sobre los ajustes al concepto de territorialidad que desde el último POT perdió vigencia ante la irrupción de nuevos capitales que han impactado abiertamente el mercado inmobiliario y le han planteado a la industria de la construcción retos tecnológicos que ésta no fue capaz de resolver ya que la calidad de la misma vivienda de precios altos es de una mediocridad tan evidente que en más de una década ha desaparecido la arquitectura. Por no hablar de esa nefasta concepción del negocio inmobiliario que llevó a la tragedia de “Space, y, a una atomización espacial que condujo a la desaparición de los espacios públicos, de las áreas verdes y de las aceras como elemento articulante para el peatón, bajo una concepción meramente comercial de los Planes Parciales.

Lo propio de la propuesta del proyecto postmodernista nos recuerda Fernández Alba fue confundir el diseño con un histerismo seudotecnológico, abandonar el territorio, los lugares, por abstracciones dibujadas, en el trasvase que va de la empresa constructora a la promotora inmobiliaria encargada de “hacer la ciudad que marcan sus objetivos inmediatos” mientras Planeación abandona toda responsabilidad en manos de las Curadurías con las escandalosas consecuencias que estamos viendo en la actualidad. ¿Cómo se planteará en el POT  el fenómeno determinante de los desplazamientos de población mediante la violencia, con fines especulativos? ¿Se ha tenido en cuenta a los desplazados?  Sospechosamente hoy se vuelve a hablar de las quebradas y su importancia como factor de equilibrio ambiental cuando se continúa impávidamente construyendo edificios sin respetar los retiros debidos en El Poblado., cuando un inmenso patrimonio paisajístico como el de la quebrada de Santa Elena se dejó destruir por invasiones, fritangas a nombre de un descarado populismo.

“Los nuevos barrios que se han construido en Madrid no hacen ciudad” ha dicho el arquitecto Linasazoro al  hacer la defensa de la ciudad construida o sea de valores urbanísticos afianzados en el tiempo  y cuya expresión cultural es el barrio y que no pueden ser agredidos por formas inconsultas de Unidades Residenciales que densifican sin previamente urbanizar, sin construir las vías necesarias causando un colapso social por anticipado. ¿Plantear un POT sin delimitar primero la ciudad que debe ser defendida y cuya identidad no puede ser agredida por los falsos valores comerciales? Evidentemente la tarea de equilibrar los intereses privados de las grandes y pequeñas inmobiliarias tiene que ser la tarea del POT para no caer en el error que llevó al Bogotá de Petro al desastre total desde el punto de vista urbanístico y desde el punto de vista social. En definitiva ¿Cuál es la idea de ciudad que debe plantearnos el POT después de hacer balance de los desastres que han conmocionado nuestro espacio urbano, han acelerado el conflicto social y llevado a que el caos de movilidad esté a punto de que reviente lo que nos resta de la cultura cívica?

Porque sin una idea definida de cuál es la ciudad que debe surgir después de errores como la desaparición de un sistema de parques – y no su remedo como los parquecitos lineales-  que permita una efectiva inter-relación urbana,  la incorporación de las comunas aisladas hoy del intercambio social, de un planteamiento vial a fondo que vuelva humano el transporte y defienda al peatón,  lo que viene es un disfrazado y encubierto montón de tecnicismos para seguir favoreciendo la especulación inmobiliaria, para impedir una ciudad diversa y armónica.  

Pronunciamiento público a propósito del nuevo PEOTE


Reconocemos la Medellín construida por los excluidos de siempre: los desplazados del campo que llegaron a la ciudad a reconstruir sus vidas y construyeron barrios; la de los empobrecidos que no tuvieron la capacidad de adquirir vivienda en el mercado inmobiliario y dotaron de sentido un territorio. Reconocemos la creación histórica de los barrios de Medellín y la memoria de los habitantes de esos territorios que han defendido de la amenaza de diversos tipos de desalojos y conflictos.

El suelo urbano al que han accedido los sectores populares es fruto de las condiciones desiguales de ocupación y consecuencia de las marcadas desventajas sociales y económicas del grueso de la población para acceder a una vivienda de manera formal en la ciudad. Entendemos que la ciudad tiene múltiples formas de ocuparse y diversas formas de apropiación.
Como muestra, las más de 300 mil  víctimas de desplazamiento forzado que viven en la ciudad y que no han obtenido una reparación integral o accedido a una restitución de vivienda, son quienes desde hace décadas construyen lugares habitables en una lucha constante por humanizar el espacio y poder permanecer en el territorio.

Sin embargo, la institucionalidad y la empresa privada han hecho del desplazamiento por el modelo de desarrollo, algo inevitable y la población más vulnerable sigue asumiendo altos costos sociales y económicos producto del traslado y la reubicación. La expulsión de población no puede producirse bajo el argumento de que las viviendas carezcan de escritura pública, pues reconocer la construcción de barrios informales supone la posesión de las viviendas y la inexistencia de títulos de propiedad.

Reclamamos el reconocimiento de las distintas formas de ocupación en la ciudad y las construcciones y las prácticas colectivas a través de las cuales se construyeron vías y senderos, centros de encuentro, escuelas, juntas de acción comunal y canchas, que han sido útiles a la comunidad.

Exigimos que se avance en programas de mejoramiento integral de barrios, orientados a proteger el hábitat popular mediante la adecuación del entorno: conexión de agua potable, redes de alcantarillado y mejoramientos de vivienda, canalización de aguas lluvias, obras de mitigación del riesgo; de manera que las personas y familias puedan seguir habitando el territorio en el que han construido tejido social.

Demandamos mayor atención, voluntad política y presupuesto para la gestión del riesgo en Medellín. Los estudios microzonificados deben concretar acciones para mitigar y disminuir las amenazas del riesgo, mediante la construcción y mantenimiento de  alcantarillados de aguas lluvias y residuales, pilones, muros de contención, cunetas y andenes; es urgente avanzar en la rehabilitación y protección del suelo.

Exigimos acciones concretas de prevención y disminución del riesgo frente a omisiones de la misma Administración municipal con las cuales genera amenazas, dejando obras inconclusas, demoliendo viviendas sin los debidos procedimientos y sin recolección de escombros o construyendo muros de contención sin durabilidad; así mismo a EPM ante la falta de mantenimiento de las redes de acueducto y alcantarillado que filtran sus aguas en la ladera, produciendo humedad y deslizamientos.

La gestión del riesgo no puede ser la desenfrenada evacuación y demolición de las viviendas; ninguna familia deberá ser desalojada y lanzada a un desplazamiento más sino se propician todas las medidas necesarias para proteger su vida y dignidad. En caso de haber reasentamiento, exigimos se les entregue una vivienda de manera inmediata, según sus necesidades y, en el barrio o alrededores.

Consideramos que Ciudadela Nuevo Occidente no se desarrolló integralmente para recibir a miles de familias y por tanto, mientras no se solucionen las problemáticas actuales de vivienda y acceso eficiente a servicios públicos domiciliarios, así como los problemas de cobertura en salud y educación, la Administración municipal no debería propiciar allí más reubicaciones ni las personas subsidiadas o afectadas por procesos de reubicación lo deberán permitir.

Reclamamos proyectos de viviendas dignas a corto y mediano plazo, que sean construidas con las comunidades, buscando ampliar los metros cuadrados de las nuevas casas y gestionando soluciones creativas que superen el subsidio pírrico que hasta ahora alcanza para una “caja de fósforos”. Que la política de vivienda en Medellín, no solo se dirija a impactar el índice cuantitativo de vivienda a través de los Macroproyectos, sino que aporte a la calidad habitacional, propiciando el empleo y promoviendo iniciativas de generación de ingresos para que las personas tengan sostenibilidad económica.

Exigimos mayor atención frente a la protección de derecho humano al agua de los sectores populares de la ciudad, acceso eficiente y continuo a las comunidades que ocupa los bordes que aún no cuentan con redes de acueducto, y mejoramiento y adecuación de las redes de quienes hoy reciben el servicio de alcantarillado de manera ineficiente y perjudicial.

El discurso de la participación no se puede seguir prestando para ser un instrumento que facilita la imposición arbitraria de proyectos institucionales que terminarían expulsando a la población y/o empeorando sus condiciones de vida; requerimos información clara y precisa de los planes y proyectos a ejecutar y las implicaciones que tendrán para los pobladores, de manera que se puedan concertar alternativas y concretar propuestas técnicas y sociales. 

Siendo los barrios populares un acumulado histórico de humanización del espacio, reivindicamos la construcción social del hábitat y la permanencia de los habitantes frente a las intervenciones que la Administración Municipal y la EDU realizan en los barrios; el Estado debe reconocer la realidad de autoconstrucción de estos territorios y por tanto, sus proyectos deben ser definidos y concertados con la población.

"la solución no es eliminar los barrios, que son a la vez expresión de la  inteligencia colectiva del pueblo y espacio de solidaridad y lucha, sino transformarlo para darle a sus habitantes vida digna...”
                 
Manifiesto por la revolución urbana -Movimiento de Pobladoras y pobladores-           
Septiembre de 2014