La Bienal LATIDOS 2025, organizada por la Agencia APP, la Secretaría de Cultura Ciudadana del Distrito y el Gremio de Creadores y Gestores de Arte Urbano Gráfico de Medellín "ComuniGraff", ya puso en marcha las obras emblemáticas. La Invitación No. 1 está dirigida exclusivamente a artistas de alta trayectoria en graffiti y muralismo que hagan parte del Banco de Artistas Urbanos Gráficos.
Esta primera fase contempla intervenciones de gran formato en el centro de Medellín, con muros que pueden alcanzar hasta 1.200 m², materiales incluidos, sesiones conjuntas de inspiración y conceptualización, y acompañamiento institucional durante todo el proceso creativo.
Además, ya está disponible el cronograma preliminar en tiempo real, que se irá actualizando a medida que se confirmen más intervenciones y proyectos. En las próximas dos semanas se definirán los cupos para otras convocatorias, así como los criterios de trayectoria (alta, media o baja) para ampliar la participación de más artistas.
Cada nueva invitación se publicará en un formato breve con la información clave: criterios de participación, tipo de obras, número de cupos, área de intervención y enlace de inscripción.
Las entidades y el gremio que organizan recomiendan estar atentos al correo electrónico y a los canales oficiales, pues cada sábado se anunciarán nuevas oportunidades. También se trabaja en la programación completa de la Bienal, que incluirá actividades de escuelas y festivales, un componente académico con seminario, charlas y talleres, la galería en el Palacio Nacional, “Arte a la Calle” y más propuestas que llenarán de color y pulsos a la ciudad.
Esta comunicación marca el comienzo de un certamen que promete dejar huella en los muros, en los latidos y en las memorias de Medellín.
Hay memorias que no caben en un solo lugar. Moravia Imaginada nació en un sector del barrio (El Morro), pero su fuerza la empuja a cruzar fronteras y tocar otras realidades. En julio y agosto de 2025, la exposición emprendió viaje hacia una Institución Educativa clave, por estar en el sector fundacional del barrio, en la comuna 4 – Aranjuez, llevando consigo audiovisuales, bordados y objetos que cuentan historias de resistencia y comunidad. Más que una simple muestra: entró como una visita que irrumpe y transforma, que despierta conversaciones y que deja semillas de memoria allí donde se instala.
En 2025, Moravia Imaginada comenzó otra etapa: salir al encuentro de estudiantes, docentes y comunidades en distintos barrios de Medellín. La exposición, que reúne audiovisuales, bordados y objetos cargados de historias, emprendió itinerancia por la comuna 4 – Aranjuez, con una primera parada muy especial en la Institución Educativa Fe y Alegría Luis Amigó de Moravia.
Esta llegada fue un acto de abrir puertas para que las memorias barriales y en videos caminaran hasta un nuevo territorio: el educativo. Desde el 4 de julio hasta el 8 de agosto, la exposición se instaló en el auditorio, un espacio visible y vivo de la institución, generando curiosidad, preguntas y conversaciones espontáneas entre quienes pasan una gran parte de sus vidas allí.
Con la iniciativa que vamos gestando #ElCineLocalALaEscuela, organizamos dos momentos clave para activar la muestra y propiciar un acercamiento más sentido:
8 de julio, 11:30 a. m.
Sesión de mediación con docentes de artística y ciencias sociales, en la que exploramos cómo las piezas podían dialogar con los contenidos curriculares y, sobre todo, con las experiencias de los estudiantes, la mayoría habitantes de Moravia. Fue un espacio de conexiones, donde los bordados y los audiovisuales se convirtieron en detonantes para pensar el barrio y el ejercicio docente desde la memoria.
Las artes, los videos y objetos como herramientas pedagógicas. Institución Educativa Fe y Alegría sede Moravia. Fotografía: Kelly Agudelo. 8 de julio de 2025.
Mediación y docencia. Compartir de saberes con docentes de la Institución Educativa Fe y Alegría sede Moravia. Fotografía: Kelly Agudelo. 8 de julio de 2025.
11 de julio, 4:00 p. m.
Taller con varios grupos de estudiantes interesados en el arte y la memoria. Allí se observó, se tocó y se trabajó con las manos, compartiendo relatos y reflexiones sobre lo que significa preservar y transmitir historias del barrio que pasaron antes de que muchos de ellos nacieran.
Obras para tocar y activar los sentidos. Institución Educativa Fe y Alegría sede Moravia. Fotografía: Víctor Jiménez. 11 de julio de 2025.
Objetos para inspirarnos. El cine como vehículo de proyectos de vida. Institución Educativa Fe y Alegría sede Moravia. Fotografía: Estudiante. 11 de julio de 2025.
Durante poco más de un mes, la comunidad educativa de Fe y Alegría convivió con Moravia Imaginada. El auditorio y un pasillo se llenaron de fragmentos visuales y textiles que invitaban a detenerse, a escanear y a preguntarse por la imagen en movimiento. Los objetos de memoria, a los que pocas veces se han acercado los jóvenes y estudiantes pues al parecer se hacen pocas exposiciones y activaciones de este tipo, encontraron nuevas lecturas en este contexto, mostrando que las memorias son presente y movimiento: se transforman con cada mirada, voz e interpretación.
Esta itinerancia reafirmó algo esencial: llevar las memorias audiovisuales a la escuela es abrir un puente entre generaciones y territorios. Y en cada paso que da Moravia Imaginada hacia otros públicos y comunidades de sentido, se multiplica la posibilidad de crear narrativas y de imaginar juntos el derecho a la ciudad, la justicia espacial y la construcción social del hábitat.
La llama que no se apaga: rock, sollis y familia en la Zona Noroccidental
La gallada de la memoria. Rockers de la zona noroccidental y de otras partes de la ciudad. Parque Biblioteca Gabriel García Márquez. Barrio Doce de Octubre. Fotografía: Rocío Rojas. 2 de agosto de 2025.
Caímos al parche como quienes llegan a un solli a una casa, en este caso, la nota era en el auditorio de la biblioteca. El aviso aunque estuvo en varias redes sociales, corría de voz en voz, como antes, cuando la única invitación era el rumor y la cita en un punto conocido.
En el escenario del auditorio, sillas para los moderadores e invitadxs, y una pantalla flotando como telón. Allí estaban Norman Isaza, Antonio Calao, Orlando Valencia, Luis Fernando Montoya, Ernesto Gómez, Rodrigo Mora Yepes, Álvaro Zapata, Andrés Klaus Runge, Mally Osorio, Patricia Hernández, entre otros. Nombres que para muchos son solo eso, pero que en la memoria rockera de la ciudad y de la zona noroccidental de Medellín suenan como acordes que encienden la noche.
En el inicio, la protagonista fue la poesía. Un monólogo literario de Orlando Valencia, primer bajista de Danger, radicado en USA y que viajó hace unas semanas a Bogotá para lanzar su libro "El maravilloso regalo de descansar", y luego a Medellín para este encuentro conversacional.
Las charlas arrancaron con una pregunta que golpeó como bombo en el pecho: “¿Por qué fuimos y somos rockeros?”. Ahí se abrió un catálogo de respuestas que iban desde refugio, rebeldía y grito de identidad, hasta moda, convicción y familia improvisada. Todos coincidían en algo: había una urgencia por romper el molde antes de que el modelo económico, el sistema lxs quebrara a todxs.
Archivos del rock. Cuaderno de Patricia Hernández de 1984. Fotografía: Víctor Jiménez. 2 de agosto de 2025.
Se mostraron cuadernos con más de 40 años, diarios de canciones, eventos y detalles de la cotidianidad. Igualmente, un vídeo recopilatorio de imágenes de la época donde se mostraban diferentes momentos de esa juventud que, cuatro décadas más tarde, se reunía justamente para hacer retrospectiva de aquellos años en la década de los 80. Se habló de las fiestas clandestinas o parches, del compartir del sonido, de los encuentros donde se reconocían los rockers por la pinta, por el pelo, los vinilos y por el pulso de la cabeza siguiendo las guitarras o baterías. El parche de la Leti siempre al frente, la corte de Las Palmas cayendo en combo, la gente de los otros barrios, unidos por la música... los sollis en las casas donde las paredes amanecían sudadas y la madrugada tenía sabor a cerveza tibia, chamber, hierba y pactos no escritos de lealtad.
Se dieron memorias de las cicatrices: los constantes atropellos de la policía, las etiquetas de “pinta de marihuanero”, “vagos”, “peligrosos” que les lanzaban desde la familia, la escuela, la iglesia o el barrio. Señalamientos que dolían, pero que también forjaban una hermandad imposible de explicar a quien no la vivió. Una vez en el matrimonio de la rockera Patricia Hernández hubo un enfrentamiento con la fuerza pública, varios fueron detenidos, pero finalmente lograron poder seguir en la fiesta, en la nota. Entre los raros o rockers nació un código invisible que te distinguía en la calle y te salvaba la vida.
Performance a partir del texto monólogo "Mísero Próspero", del dramaturgo español, José Sánchiz Sinisterra. Homenaje a los rockers de la Zona Noroccidental de Medellín y al director de teatro Farley Velásquez. Auditorio Parque Biblioteca Gabriel García Márquez. Barrio Doce de Octubre. Fotografía: Víctor Jiménez. 2 de agosto de 2025.
Hubo un performance de Pando, con evocación y futuro, por el camino y el legado, pues la música nunca ha sido un pasatiempo: es medicina y trinchera, abrazo y barricada, vida. Con las intervenciones de Klauss y Rodrigo Mora se afirmo cómo el rock afinó el pensamiento crítico y enseñó a hablar sin pedir permiso... Entre risas y silencios apareció la pregunta que persigue todavía: ¿Qué quedó de ese espíritu? ¿Nos tragó el sistema o seguimos metiéndole ruido desde adentro?
El eco de los sollis: cuando el rock hizo familia. Rockers rinden homenaje a Black Sabbath y Ozzy Osbourne. Auditorio Parque Biblioteca Gabriel García Márquez. Barrio Doce de Octubre. Fotografía: Víctor Jiménez. 2 de agosto de 2025.
La conversa y presencia de Carlos Alberto Acosta y Román González fue importante. El primero, todo un referente de los medios de comunicación hablados y escritos en aquella época y en la realización de conciertos emblemáticos para la ciudad. Por su parte, Román González, un promotor cultural que se empeña en mantener vivo este movimiento musical a través de las redes sociales. Ambos, además de hacer memoria sobre la época, hablaron de sus proyectos actuales: Carlos Acosta con la creación de Muro: Museo Rock de Medellín que se acaba de abrir al público en la casa de la música del Parque de Los Deseos, y Román González con su idea de grabar un disco con los vocalistas de bandas emblemáticas de heavy y el metal paisa.
El momento final llegó: los más emotivos se subieron al escenario, para con mímicas y sus voces cantar un tema de Black Sabbath como homenaje a Ozzy Osbourne. En los parlantes se dejo escarpar una canción que todos conocían de memoria. La conversación se detuvo. Hubo sonrisas, miradas cómplices y ojos cerrados. Por un instante, estábamos otra vez en los sollis. Y entendimos algo: esa pasión es una llama encendida, la herencia rockera y obrera, que sigue ahí, rugiendo.
El 1 de agosto de 2025,
los pasillos y escalas del Museo Universitario de la Universidad de Antioquia se llenaron de reflexiones profundas durante las VIII Jornadas de Antropología, un evento
organizado con dedicación y pasión por los estudiantes de la carrera. En esta
ocasión, el protagonismo lo tuvo un tema que pocas veces encuentra espacios
académicos para ser explorado con la seriedad que merece: la cultura punk y su
papel como forma de resistencia urbana.
Programación detallada Simposio Punk. 1 de agosto de 2025.
El simposio "Resistencia,
Música y Punk" abrió una ventana hacia las subculturas urbanas
de Medellín y el Valle de Aburrá, demostrando que la antropología, la comunicación, la historia y los estudios culturales tienen mucho
que decir sobre los movimientos contraculturales que han marcado la identidad
local.
La jornada comenzó con la socialización de la apuesta transmedia Hazlo Tu Mismx y la conferencia "Punkeros a Mucho Honor. Diversidad en las Identidades de la Escena Punk de Medellín y el Valle de Aburrá desde 1980 hasta 2019", presentada por Víctor Hugo Jiménez Durango y Ricardo Gómez Echeverri, quienes ofrecieron un recorrido por cuatro décadas, divididas en seis periodos.
Estas presentaciones iniciales establecieron el tono perfecto para lo que vendría después: una serie de ponencias que exploraron desde múltiples ángulos la complejidad de las identidades punk y su relación con otros fenómenos culturales de la ciudad.
Gonzalo Robledo tomó la palabra con "¡Muy Punk!", una intervención en la que se analiza hasta donde se estira este concepto dentro de las narrativas comunicativas. Luego, Raúl Fernando Pérez,
expone su artículo "Ciudad, Música y Barrismo: Las Identidades Barristas entre el
Punk y el Vallenato", dando a conocer las conexiones inesperadas entre dos
universos musicales aparentemente opuestos, demostrando cómo las identidades
urbanas se construyen a partir de múltiples referentes sonoros.
La tensión entre resistencia y mercado, esa eterna pregunta que persigue a
todos los movimientos contraculturales, encontró su espacio en la ponencia de
Luis Fernando Arango: "Industria Cultural: la tensión entre la
contracultura punk y el mercado". Un tema que resuena especialmente en
tiempos donde las plataformas digitales han transformado radicalmente la forma
en que se produce, distribuye y consume la música alternativa.
Yirlean Carlos Rodríguez nos llevó hasta Moravia con "Identidades
Sociomusicales - Moravia - Morticans - Memoria barrial", una exploración
que conecta la música punk con la construcción de memoria colectiva en uno de
los barrios más emblemáticos de Medellín. Su trabajo evidencia cómo las
expresiones musicales se convierten en refugio, trinchera, vehículos de resistencia y preservación
de la identidad barrial. Escucha el capítulo del podcast La rabia hecha música donde el investigador ahonda más el tema, clic aquí
Los Morticans. Gallada punk de Moravia. Concierto de Buenos Aires 1986. Reproducción de la presentación de la ponencia de Yirlean Rodríguez.
Por su parte, Valentina Vasco amplió la perspectiva hacia el ámbito audiovisual
con "Modos de representación de la subcultura punk en el Cine
Colombiano", una ponencia que examina cómo el séptimo arte ha retratado (o
quizás estereotipado) las culturas punk en nuestro país desde Rodrigo D No Futuro, Los Nadie y Fósforos mojados. Lee el artículo del que sale esta ponencia en la revista Canaguaro dando clic aquí
David Cardona Sánchez cerró el ciclo de ponencias con "Entre las páginas
del Fanzine: Potencialidades y dificultades investigativas del formato",
una reflexión metodológica sobre uno de los objetos más propios del punk y otras narrativas al margen: las publicaciones independientes que funcionan
como archivo, manifiesto y red de comunicación alternativa.
Sesión de debate y preguntas sobre las ponencias presentadas. Fotografía: Víctor Jiménez. 2025.
Lo que estas VIII Jornadas lograron fue trascender los estereotipos
superficiales sobre el punk para adentrarse en sus dimensiones históricas, antropológicas, sociológicas y comunicativas en lo local y lo global. La sesión de discusión que cerró el evento permitió que tanto
ponentes como asistentes intercambiaran perspectivas sobre temas que van desde
la construcción de identidades juveniles hasta las transformaciones urbanas de
Medellín en las últimas décadas.
Las VIII Jornadas de Antropología
de la Universidad de Antioquia nos recordaron que la cultura punk, además de ser
actitud, ruido y rebeldía, constituye un fenómeno social complejo que
merece ser estudiado desde las calles y las universidades de manera colaborativa.
!Resultados de la convocatoria para conformar el banco de artistas locales!
Artistas y representantes de Comunigraff, y Wilmar Martínez coordinador de Gestión y Planificación de Arte Urbano de la Agencia APP. Obra Universo Graffiti. Planta de Gaseosas Lux. Avenida Guayabal. Fotografía: Víctor Jiménez. 24 de julio de 2025.
Desde este espacio de investigación, comunicación y memorias, donde hemos seguido de cerca el camino de la Bienal LATIDOS 2025, compartimos una actualización que consideramos clave para todas y todos quienes hacen parte del ecosistema del arte urbano en Medellín. Nos referimos al Informe Final de Evaluación del Banco de Artistas Urbanos Gráficos: escritores de graffiti y muralistas, una herramienta que ordena el proceso de selección, marcando una forma de entender la relación entre arte, ciudad y política pública.
Este banco —que se consolida como un mecanismo de referencia para muralistas, grafiteros, colectivos y artistas visuales del espacio público— será el punto de partida para las asignaciones de muros y proyectos que vienen en lo que resta del 2025 y parte del 2026.
¿Qué contiene el informe?
El informe, publicado el 1 de agosto de 2025 en el canal de comunicación deComunigraff, por parte del equipo de la Bienal y la Agencia APP, presenta los resultados definitivos por categoría (emergente, media y alta trayectoria), así como una explicación sobre cómo se respondieron las observaciones enviadas por los y las participantes de la convocatoria. Descarga aquí
Además, se incluye una Tabla completa de calificaciones, donde cada artista puede consultar su puntaje por ítem evaluado, junto con los comentarios del equipo curatorial. Este gesto de transparencia y trazabilidad en la evaluación es fundamental para fortalecer la confianza del sector. Descarga aquí
¿Cómo funcionará el banco de artistas y escritores locales?
En palabras de Wilmar Martínez, Coordinador de Gestión y Planificación de Arte Urbano de la Agencia APP, este banco no es un listado estático, sino una herramienta que orientará todas las intervenciones urbanas ligadas al arte gráfico desde ahora y durante todo el 2025. Algunas precisiones importantes:
La vigencia del banco es de un año, hasta julio de 2026.
Quienes no lograron postularse este año, podrán hacerlo en la próxima convocatoria de actualización en 2026.
Los artistas que ya hacen parte del banco, podrán mejorar su puntaje presentando nuevos documentos o certificaciones que no alcanzaron a incluir.
Escucha el audio con claridades (Voz de Wilmar Martínez) haciendo clic aquí
¿Cuál es el proceso para asignar los muros?
A partir de este momento, las convocatorias para intervenir muros se harán con base en el banco, priorizando el puntaje de los participantes.
Por ejemplo, si se abre una invitación para intervenir un bajo del puente de la ciudad con 10 cupos y se postulan 30 artistas, la asignación se hará de acuerdo al puntaje y a criterios específicos como experiencia en gran formato o trabajo en alturas.
Intervenciones que se vienen
La Bienal LATIDOS 2025 ya tiene definidas las siguientes intervenciones, aunque se esperan otras adicionales en el transcurso del año, incluyendo eventos culturales masivos:
Gran formato en el corredor de Junin con la Playa. Comuna 10 La Candelaria.
Bajos de puente, en el cruce de Avenida Guayabal con la calle 10 "El Chorizodromo". Comuna 15 Guayabal.
Galería Guayabal – Fase 2 en el Parque de la Conservación. Comuna 15 Guayabal.
Columnas del Metro, posiblemente en Estaciones Universidad y Parque Berrio. Comuna 4 Aranjuez y Comuna 10 La Candelaria.
Eventos de Arte y Cultura, coordinador por la Secretaria de Cultura Ciudadana: Fiesta del Libro y demás.
Cada convocatoria será publicada por canales oficiales como la página web, el Instagram y el grupo de Comunigraff, al igual que llegará al correo de las personas que integran el banco. Se indicará categoría convocada (graffiti, muralismo), número de cupos, condiciones técnicas, remuneración y más detalles de la intervención.
Escucha los audios con claridades de la mecánica en la voz de Wilmar Martínez:
Monroy, artista y uno de los fundadores deComunigraff, representante del gremio por las Escuelas de graffiti y arte urbano, nos deja estas palabras de este intenso ahora que se esta adelantando:
Una reflexión nacida desde lo que fue este proceso del Banco de Artistas, no solo por lo que me tocó vivir, sino también por lo que me han comentado varios de mis colegas. Creo que es importante abrir estos espacios para pensar en cómo seguimos construyendo procesos más justos, más claros y más respetuosos con el trabajo que hacemos desde el arte urbano y el graffiti.
Me preocupa que las observaciones y los comentarios de los jurados se hayan publicado justo al final, sin dar tiempo real para entenderlas, contrastarlas o, si fuera el caso, plantear una observación. También inquieta ver cómo, en algunos casos, hay diferencias marcadas entre evaluadores o se omiten evidencias que los artistas y escritores sí aportaron. Todo esto, más allá de un puntaje específico, nos deja con una sensación de poca claridad y sin la posibilidad de diálogo o mejora. Entiendo que todo proceso tiene límites y que hay decisiones técnicas que respetar. Pero también creo que, si aspiramos a que este tipo de convocatorias sigan siendo referentes en la ciudad, necesitamos fortalecer sus mecanismos de retroalimentación, escucha y acompañamiento. No se trata de señalar culpables, sino de aprender del camino recorrido. Ojalá esta experiencia sirva como insumo para que, en futuras ediciones, se contemplen tiempos más amplios para conocer las evaluaciones, se generen espacios de diálogo y se valore más el esfuerzo colectivo que hay detrás de cada propuesta presentada.
Lo comparto con la esperanza de que sigamos caminando hacia procesos más humanos y más sólidos, donde el arte urbano no solo se exprese en los muros, sino también en las formas en que nos relacionamos y construimos ciudad a través de esta vuelta.
Nuestra mirada
Celebramos que el arte urbano y el graffiti en Medellín cuente hoy con una herramienta estructurada y con vocación de permanencia, pero también reconocemos que estos mecanismos deben mantenerse abiertos al diálogo con el sector, con atención a los contextos, los tiempos, la experticia en el trabjo en alturas, las visiones críticas y las condiciones laborales de quienes pintan la ciudad.
El Banco no solo organiza, también visibiliza trayectorias, aprendizajes y tensiones propias de este sector artístico y cultural en crecimiento. Y por eso es clave que quienes hacemos parte de este ecosistema lo habitemos críticamente: aportando, preguntando, participando.
Nos alegra ver que el color, la técnica, el trazo y la palabra siguen latiendo en el espacio público. Que lo gráfico sigue siendo gesto, intervención y documento colectivo.