BiciRutas PATRIMONIALES

Para participar en la BiCiRuta Patrimonial al Cerro, diligencia el formulario aquí
Las Rutas Patrimoniales responden al propósito de desarrollar, conservar y difundir terrenos de alto valor natural o histórico cultural, mediante la creación de recorridos transitables a pie y en bicicleta, con el fin de valorizarlos y conservarlos, ampliando y mejorando las alternativas de uso del tiempo libre y la recreación.

Una ruta patrimonial se constituye en un medio de acceso al territorio y a sus diversas culturas locales que nos precedieron hace siglos, para su conocimiento y disfrute. Permite contribuir al desarrollo y proyección de las identidades locales en un mundo de creciente globalización. En este empeño la idea es hacer una guía para el visitante, que en su conjunto le entrega una base de información sobre los Aburraes y otros pobladores, en un recorrido seguro, nocturno y con nuevos ojos sobre espacios ya transitados.

Existen varias categorías de rutas, pero para este caso realizaremos una de las que hemos llamado Senderos de naturaleza y vida indígena parte del Patrimonio natural, arqueológico y ambiental, los cuales están insertos en la ciudad de Medellín, y cuya extensión no supera los 50 Km.

Este recorrido en bicicleta y a pie por el cerro y su espacio público son una ventana abierta al visitante, que da cuenta de un patrimonio natural, ambiental y endémico, que representa al Medellín que vamos historiando y reconociendo con la ayuda de la arqueología. Asimismo, representan el desafío gubernamental para que estos bienes sean referentes de los itinerarios culturales para las futuras generaciones como espacios que brindan recreación, identidad y sentido de pertenencia, por lo que deben ser valorizadas desde una perspectiva de conservación del medio y los derechos de la naturaleza, al igual que en la difusión del pasado local prehispánico[1].
Patrimonio natural, cultural y prehispánico.

Mirando a Medellín desde el Noroccidente. Cerro El Volador.
Fotografía Andrés María Ripol. 1950. Archivo Fotos Antiguas de Medellín FAM
El patrimonio[2]

El Eco parque Cerro El Volador es un patrimonio cultural por su alto valor arqueológico y ambiental para Medellín y la nación, por las huellas y vestigios que dejaron de cómo vivieron y morían los primeros grupos que poblaron el Valle de Aburrá.

“El Patrimonio Natural es el conjunto de todas las áreas naturales protegidas del país. La UNESCO dijo en 1972 sobre este tipo de patrimonio: "Los monumentos naturales consistentes en formaciones físicas y biológicas que tengan valor estético o científico; las formaciones geológicas y fisiográficas que constituyen el hábitat de especies animales y vegetales amenazadas, que tengan valor desde el punto de vista científico o de la conservación; y los lugares naturales que tengan valor para la ciencia, la conservación y la belleza natural”.

Entre el Cerro El Volador, La Iguana y la Macarena. Carlos Amórtegui. 1954.
El Cerro El Volador es un Patrimonio Natural ya que es un monumento vivo consistente en una formación física que tiene gran valor ambiental, estético y científico; a la vez que es un lugar clave para la ciencia, la conservación y la belleza natural (paisajismo), por ello es una área natural protegida del país.

El Ecoparque Cerro El Volador es considerado parte del "Patrimonio Cultural de la Nación. Está constituido por todos los bienes materiales, las manifestaciones inmateriales, los productos y las representaciones de la cultura que son expresión de la nacionalidad colombiana, tales como la lengua castellana, las lenguas y dialectos de las comunidades indígenas, negras y creoles, la tradición, el conocimiento ancestral, el paisaje cultural, las costumbres y los hábitos, así como los bienes materiales de naturaleza mueble e inmueble a los que se les atribuye, entre otros, especial interés histórico, artístico, científico, estético o simbólico en ámbitos como el plástico, arquitectónico, urbano, arqueológico, lingüístico, sonoro, musical, audiovisual, fílmico, testimonial, documental, literario, bibliográfico, museológico o antropológico", según la Ley 1185 de 2008, "Por la cual se modifica y adiciona la Ley 397 de 1997 -Ley General de Cultura- y se dictan otras disposiciones".

Panorámica de El Cerro El Volador desde la clínica Los Ángeles, 
hoy Clínica del Rosario. Daniel A. Mesa. 1930.
“En Colombia el patrimonio arqueológico son todos los vestigios de la gente que vivió en épocas pasadas. Además de los objetos prehispánicos son patrimonio arqueológico las antiguas áreas de habitación, terrazas de cultivo, caminos, cementerios, restos animales y vegetales, y arte rupestre. Los vestigios de las épocas colonial y republicana e incluso de épocas más recientes también son patrimonio arqueológico”.

“El patrimonio arqueológico comprende aquellos vestigios producto de la actividad humana y aquellos restos orgánicos e inorgánicos que, mediante los métodos y técnicas propios de la arqueología y otras ciencias afines, permiten reconstruir y dar a conocer los orígenes y las trayectorias socioculturales pasadas y garantizan su conservación y restauración”. Ley 1185 de 2008[3].
Derrumbe en el Cerro El Volador.
Fotografías de Benjamín de la Calle. Sin fecha.

El Ecoparque Cerro El Volador, al cual vamos a elogiar hace parte del Patrimonio arqueológico e intangible, al igual que del paisaje Cultural material – tangible por su carácter físico natural, histórico, simbólico y antropológico.

Es como lo indica su nombre, la materialización de la cultura que ha protegido la naturaleza, lo que podemos sentir y oler en una formación natural antiquísima, su riqueza en flora, fauna y sus calidades ambientales ofrecidas a la urbe, en calidad de pulmón verde y belleza natural parte de 7 formaciones con las que cuenta la ciudad, que la hacen única en el mundo.

Es un Patrimonio Inmueble: conformado por una forma que no podemos mover pero si apreciar en sus vistas, comprender en su riqueza arcaica, a la vez que es susceptible de experimentar como espacio público e itinerario de naturaleza por los ciudadanos o extranjeros, para respirar aire puro, observar la ciudad en sus 360 grados, conocer el museo natural de mariposas y el museo ritual de los antiguos.

Los cerros


“Los cerros son normalmente formaciones geológicas que no superan los 200 metros de altura, por lo cual se consideran más bajos que las montañas. Cuando hablamos de una formación geológica que supere esa altura estaremos refiriéndonos ya a una montaña.

Otra característica muy típica de los cerros o de las colinas es el hecho de que su base es extensa pero su cima no es tan empinada como sucede con las montañas si no que es una cima más bien redondeada o gastada. Esto es así debido al proceso de erosión que los cerros han sufrido. Para muchos especialistas, el cerro no es otra cosa que una montaña antigua profundamente desgastada por la erosión del agua o del viento. Los cerros son formaciones mucho más aptas para la vida del ser humano, incluso permiten establecer poblados y aldeas dependiendo del tamaño de los mismos[4]”.

Nuestros cerros tutelares...
Panorámica de la Colina de El Cerro y la ciudad, al fondo el Cerro Nutibara.
Fotografía Diego Mejía.
Los nombres de los Cerros Tutelares de Medellín poseen connotaciones que van desde lo religioso y geográfico hasta lo precolombino y gastronómico, pasando por lo coloquial: Santo Domingo, El Salvador, El Picacho, Nutibara, Pan de Azúcar, la Asomadera y el Volador.

Son siete cerros con una situación orográfica que se diría inteligente, ritual y que se cree comunicaba a los diferentes grupos por medio de una ruta tipo observatorio. Los 7 cerros yerguen sus testas al occidente, en el medio y al oriente del Valle de Aburrá.

El nombre de Cerros Tutelares nació del propósito eco-turístico de la Alcaldía de Medellín, en el que está inserto, además, todo un trasfondo antropológico. El más extenso, El Volador, fue un centro ceremonial de los indígenas que habitaron el Valle de Aburrá. Los excavadores han encontrado testimonios de estas actividades rituales, conservados en el Museo Antropológico, con sede en el propio Volador[5].

Cuentan que el nombre El Volador obedece al que le puso en la colonia el dueño de una finca y de todo este terreno, por sus fuertes corrientes de aire y diferentes vientos.

Panorámica desde la cima de El Volador y el Cerro Nutibara. Fotografía Diego Mejía.
En esta ruta patrimonial nos apoyamos de las investigaciones de Mauricio Muñoz Zapata, al igual que de páginas web institucionales y académicas[6]. Abordaremos cuatro tópicos para comprender y revelar la riqueza depositada en este tipo de estructuras y bienes, ellos son:

·         Ubicación espacial.
·         Valor natural.
·         Valor histórico y cultural.
·         Usos del Ecoparque arqueológico.

1.       Ubicación geológica, espacial y geográfica. Patrimonio natural.


Aerofotografía de El Cerro El Volador. Escala 1:3.000. Elaborado por Secretaría del Medio ambiente. 2014. 
Geológicamente El Volador es considerado un cerro de vertiente, porque es una prolongación de la vertiente occidental del valle, siguiendo la cuchilla Loma Hermosa – Blanquizal, la cual por procesos diversos aisló el extremo oriental moldeándolo como cerro, y en el intermedio quedo relegado el cerro de Los Burgos (hoy extinto, ya que fue la cantera de materiales para muchas edificaciones de la urbe).

El Volador y Nutibara irrumpen en la trama urbana de la ciudad plana que los rodea y son denominados “cerros de fondo de valle” ya que están emplazados sobre la planicie labrada por el río Medellín, es decir la llanura aluvial[7].

El Parque Natural Regional Metropolitano Cerro El Volador, es el parque natural más grande dentro del área urbana de la ciudad. Cuenta con un área de 106 hectáreas y 82 metros de altura sobre el nivel de la ciudad. Se dice que el Cerro El Volador ha domado con su figura la ciudad.

Con una formación que pudiéramos llamar triangular, está ubicado en la zona Centroccidental de la ciudad, en donde hoy se asienta la Comuna 7 de la localidad. Este cerro está rodeado por una vecina histórica, la quebrada La Iguaná, al sur. Al norte, por las quebradas Mononga y La Malpaso. Al oriente se encuentra aislado por una vía urbana, la carrera 65. En sus inmediaciones se encuentran los barrios El Volador al norte, La Iguaná que tiene 50 años de existencia, San Germán que data desde 1920 y Caribe, al igual que la Universidad Nacional y la Universidad de Antioquia, y los senderos de avistamiento de aves, del indio, de la cima y la espiral del tiempo. Actualmente no se vienen realizando nuevos estudios ni prospecciones arqueológicas, y está a la espera un trabajo sobre los caminos prehispánicos[8]

2.       Valor natural. Patrimonio vivo y ambiental.

Medellín Indígena. Ilustración Sala Central de Exposición Museo Casa de la Memoria.
“El Plan de Manejo del cerro El Volador integra el cerro al sistema de espacio público de la ciudad, sistema abierto y dinámico que reconoce en su complejidad los diferentes estratos que configuran y estructuran lo urbano. La posibilidad de utilizar ciertos espacios protegidos como espacios públicos reta la imaginación de planificadores y diseñadores urbanos que más que ampliar las posibilidades de su utilización, deben velar por la conservación de los atributos que son inherentes a ellos: ecológicos, lúdicos, recreativos, educativos, paisajísticos, ya que estos espacios tienen como función principal la de recrear en la ciudad el disfrute de los valores de la naturaleza.

Los cerros hacen parte de los elementos que constituyen ecosistemas estratégicos locales dentro de la malla urbana. Se distingue en ellos su valor ambiental como suelos de protección, cumpliendo una función ecológica equilibrante entre el medio natural y el espacio urbano construido.

La flora

La estructura y composición de la vegetación en el cerro El Volador muestra una predominancia de coberturas vegetales de carácter antrópico, con diferente grado de intervención, dependiendo de factores como las quemas indiscriminadas y el establecimiento de especies inadecuadas en algunas ocasiones, donde se han incluido especies introducidas. Las especies dominantes corresponden a las especies introducidas de eucaliptos, urapán (Fraxinus chinensis) y pino (Pinus elliotii). Las especies nativas predominantes fueron majagua (Hibuscus tiliaceus), leucaena (Leucaena leucocephala) y tulipán africano (Spathodea campanulata), las cuales se han establecido con el fin de enriquecer la cobertura de rastrojo alto.

Es importante resaltar que en los últimos años se han llevado a cabo labores de enriquecimiento y reforestaciones mixtas con especies nativas como cedro (Cedrela odorata), ceiba (Ceiba pentandra), nogal (Cordia alliodora), búcaro (Erythrina glauca), guayacán (Tabebuia rosea), noro (Birsonima cumingana), guácimo (Guazuma ulmifolia), varasanta (Triplaris americana), quiebrabarrigo (Trichantera gigantea), entre otras; lo cual ha favorecido el avance de la sucesión y aumentado la diversidad de especies en el cerro. En el muestreo total se identificaron 133 especies, de las cuales 24 son nativas.


La Avifauna.

Se registraron un total de 51 especies asociadas a 17 familias de las 88 presentes en el país. A nivel urbano el cerro El Volador preserva la mayor cantidad de especies confinadas tanto a hábitats completamente antropogenizados (43%), como a otras grandes áreas verdes urbanas (61%), mientras que el 4% están asociadas a áreas rurales. El 43% de las especies son poco comunes, como Amazona ocrocephala que seguramente son aves que escaparon de su cautiverio y Piranga flava, que es más característica de áreas boscosas y rastrojos altos. Por otra parte, fueron muy comunes Coragyps atratus, Pyrocephalus rubinus, Troglodytes aedon y Turdus ignobilis, todas ellas especies netamente urbanas.

En El Volador se encuentra la mayor riqueza de especies de aves en relación a los otros cerros tutelares. Esto se expresa en la presencia de nueve especies con distribución exclusiva, es decir, que sólo se registraron en este cerro: Amazona ocrocephala, Ara severa, Aratinga pertinax, Brotogeris jugularis, Catharus aurantiirostris, Myiodynastes maculatus, Phaeomyias murina, Piranga flava y Synallaxis albescens.

Valores que ofrece


Entre los valores ambientales más significativos que presenta el cerro se destacan su ubicación estratégica dentro del suelo urbano como espacio público, sitio apto para la educación ambiental, mirador natural, regulador hídrico con capacidad de fijación de gases de invernadero y representatividad de la vegetación nativa del Valle de Aburrá, que permite la conservación de la diversidad y la existencia de hábitat de especies migratorias.

Las condiciones de naturalidad, riqueza florística y avifáunica del cerro El Volador le permiten seguir siendo uno de los pulmones verdes de la ciudad, preservado gracias a las diversas intervenciones en él desarrolladas, a la temprana potestad del municipio sobre gran parte de sus predios, así como por las condiciones de manejo impuestas (por ejemplo la restricción a la accesibilidad vehicular)[9]”.

3.       Valor arqueológico y cultural. Patrimonio histórico y prehispánico.

Muchas de las primeras colonias de Medellín se establecieron en el cerro El Volador. En los senderos conocidos como El Indio, La Espiral del tiempo y La Cima, se han encontrado hallazgos arqueológicos que datan de los primeros siglos de la era cristiana, así como complejos funerarios de los siglos XIV al XVI, originados por los indígenas llamados Aburráes.
Fotografías de los vestigios encontrados de un Ajuar funerario en Tumba de pozo con Cámara lateral. 

“El cerro es poblado en el siglo I a.C. en la parte baja, donde se establecen sitios de vivienda, probablemente asociados con el aprovechamiento de los meandros del río Medellín y las quebradas tributarias. Los moradores de estas viviendas comienzan a enterrar allí a sus muertos, y convierten el Cerro, con el devenir de los siglos, en una gran morada de los muertos y un lugar de culto a los antepasados, y a la idea del más allá”. Actualmente, El Volador es una de las zonas del Valle de Aburrá donde hay enterramientos indígenas, lo que lo convierte en un lugar arqueológico de vital importancia para entender el concepto de la muerte y las concepciones cosmogónicas de las sociedades prehispánicas que allí depositaron a sus ancestros. Los patrones y el ritual de enterramiento también son claves para entender los aspectos de los vivos, como la identidad y la posición social de los individuos, lo que permite hacer inferencias sobre las estructuras social y cultural de entonces.

Terraza habitacional sector sur occidental. 1992.
Los estilos cerámicos encontrados se relacionan con diferentes costumbres funerarias, representadas en el Cerro. Los enterramientos más antiguos corresponden a las tradiciones Marrón Inciso y Ferrería y se distribuyen en las terrazas de las laderas, mientras que las tumbas tardías se localizan en la cuchilla de la cima del Cerro[10]”.

“Así lo evidencian las excavaciones del cerro El Volador, realizadas en los inicios de la década de los 90. Estos hallazgos arqueológicos reportaron complejos funerarios asociados a sitios de vivienda. Se han identificado 6 complejos funerarios, a los cuales los arqueólogos, los han definido como un conjunto de “tumbas de pozo con cámara lateral”, es decir que la “casa de los muertos” era una especie de habitación subterránea en forma de bohío, con grabados en las paredes simulando la estructura en madera que las sostenía, a la cual se llegaba luego de descender desde la superficie del cerro a través de un túnel vertical. Además se han reportado 31 terrazas antrópicas y naturales asociadas a sitios de vivienda, que según las evidencias eran bohíos indígenas, algunos de los cuales contenían entierros humanos en su base[11]”.

Grafiado de pared y techo de Cámara lateral. 1991.
“El Volador es una verdadera ventana al pasado: tal es la cantidad de recuerdos dejados allí por los primeros habitantes de esas tierras templadas. Tres años de excavaciones arqueológicas han ocasionado hallazgos que no tienen que ver con guacas repletas de oro, pero sí de historia. En cada fragmento de cerámica encontrado, pertenecientes casi todos a cofres y ollas cuyo uso hoy sería equivalente al de los ataúdes, puede verse, como en una pantalla, lo que era la vida de los primeros labriegos antioqueños: desde el siglo III antes de Cristo cosechaban y consumían maíz y fríjol, y ya en el siglo XV después de Cristo eran expertos en telas, tejidos y textiles.

Estos indios Aburráes, así llamados por habitar las riberas del hoy llamado río Medellín, criaban curíes y tenían como mascotas lo que los españoles llamaron en sus crónicas "perros mudos". Levantaban sus bohíos en la parte baja del monte y enterraban a sus muertos en el cerro El Volador, cuya altura acercaba a los difuntos al cielo. Allí, en medio de rituales de fiesta que incluían hasta tres días de baile, bebida y recuerdos del desaparecido, se construían complejas fosas que representaban una vivienda confortable para el comienzo de una nueva vida. Estas fosas, de las cuales hay 16 en todo el cerro, son las piezas disponibles de un rompecabezas histórico que ocupó a un equipo de antropólogos de la Universidad de Antioquia, dirigido por el profesor Gustavo Santos Vecino.

Excavaciones arqueológicas
 en el complejo funerario sector sur oriental. U de A.
Dice Santos: "La misma diferencia entre los cofres en los que depositaban los restos humanos, nos muestra la estratificación social imperante en la época". No había caciques como en otras tribus andinas, pero sí una jerarquización de funciones y un consecuente rango diferencial. La llegada de los españoles dio al traste con la organización imperante. El colonizador esclavizó a los indios con la institución de las encomiendas, y éstos fueron desapareciendo por aniquilación o por emigración en busca de lugares donde no hubiera llegado la hostilidad foránea. [12]”.

“Las investigaciones han determinado una ocupación no continua del cerro por diversos grupos o tradiciones culturales, que iban desde los primeros cuatro siglos después de Cristo, hasta la época de la conquista”



4.       Usos del Ecoparque arqueológico. Patrimonio lúdico y educativo.


Cuando el museo antropológico estuvo en la cima de El Cerro.
Fotografía Juan Jaramillo. 15 junio de 2008.
Entre los atractivos que ofrece este espacio a sus visitantes están actividades como senderismo, avistamiento de aves, mariposas, elevación de cometas, acondicionamiento físico, caminatas y ciclismo.

En Bici por el Ecoparque. Fotografía Juan Jaramillo. 5 junio de 2010.
Cuenta además con cuatro senderos: El Indio, El de aves, La Espiral del Tiempo y La Cima del Cerro, en los que el visitante puede observar las huellas que nuestros antepasados dejaron allí plasmadas en varios motivos indígenas elaborados en la actualidad, como una forma de perpetuar su identidad y cultura[13].

Señalética del cerro El Volador y los caminos (senderos). Foto Víctor Jiménez. 2015.
Posee también espacios amplios y naturales para compartir con familiares y amigos un asado o un sancocho. Se han hecho varios miradores y se cuenta con un edificio administrativo donde está la vitrina arqueológica.
Vitrina arqueológica actual que reemplazo al museo antropológico en la cima. Foto Víctor Jiménez. 2015.
“El cerro El Volador es un inmenso laboratorio ambiental, en donde los visitantes pueden aprender e investigar sobre una variedad de temas como la historia urbana que dio origen a nuestra ciudad, aprovechando su privilegiada vista panorámica de 360 grados. También podemos aprender de la avifauna, las mariposas y la vegetación nativa de Medellín y la biodiversidad asociada como insectos y marsupiales, además de las diferentes etapas que tiene las coberturas vegetales antes de ser bosques”.

El cerro El Volador es un referente de orientación y ha ejercido durante siglos como cruce de caminos.

El concejo de Medellín en 1992 lo declaro Ecoparque para sacarlo de las labores de pastoreo a las que era sometido por algunos de sus dueños y ganaderos.

En febrero de 1998 el Ministerio de Cultura, lo declaró monumento nacional, con la rareza de ser la primera zona urbana que se le da este honor en Colombia.


El Cerro El Volador es el primer y único Parque Natural Regional Urbano en el país, fue declarado Bien de Interés Cultural de la Nación por sus hallazgos arqueológicos, es un Área Protegida por su importancia en materia ecológica, y por su localización es uno de los mejores miradores del Valle de Aburrá.

Bibliografía y cibergrafía.
Mirando el Cerro El Volador desde el Cerro El Picaho (Noroccidente).
 Fotografía y procesamiento digital. Diego Mejía.
-             Mauricio Muñoz Zapata. Cerro El Volador. Cartilla del proceso de formulación de los “Planes de Manejo y Gestión Integrales de los Cerros Tutelares de Medellín. Área Metropolitana del Valle de Aburrá. Medellín 2006. En línea: https://www.medellin.gov.co/irj/go/km/docs/wpccontent/Sites/Subportal%20del%20Ciudadano/Medio%20Ambiente/Secciones/Publicaciones/Documentos/2010/Folletos%20Cerros%20Tutelares/FolletoElVolador.pdf
-       Formulación de los planes de manejo y gestión integral de los cerros tutelares de Medellín Convenio Interadministrativo No. 4800000616 de 2004. Corporación Académica Ambiental - Universidad de Antioquia Secretaría de Medio Ambiente de Medellín. Área Metropolitana del Valle de Aburrá. Marzo de 2006. Ver https://www.medellin.gov.co/irj/go/km/docs/wpccontent/Sites/Subportal%20del%20Ciudadano/Medio%20Ambiente/Secciones/Informes/Documentos/2010/VoladorResumen.pdf
-          Proyecto Adecuación Física Y Paisajística Del Parque Regional Natural Metropolitano Ecoparque Cerro El Volador, Medellín. Julio de 2012.
-          Cerro El Volador estrena casa para las mariposas en Medellín. Por: DAVID SÁNCHEZ MEJÍA | 10:16 p.m. | 24 de noviembre de 2014. En: http://www.eltiempo.com/colombia/medellin/mariposrio-en-el-cerro-el-volador/14880298
-          Medellín ya cuenta con Mariposario al aire libre en el Cerro El Volador. Fecha: 2014-11-23. Autor: Jennifer Montoya Díaz. En: https://www.medellin.gov.co/irj/portal/ciudadanos?NavigationTarget=navurl://1c944a65956c50edc0b0291f2585bec1
-          Preocupa la situación de seguridad en el cerro El Volador por: Redacción. Medellín | 24/09/12. En: http://diarioadn.co/medellin/mi-ciudad/situaci%C3%B3n-de-seguridad-en-el-cerro-el-volador-1.24737
-          Con tecnología forestal recuperarán Cerro El Volador. Medellín, sep. 18 de 2012 - Agencia de Noticias UN. N° 365. http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/ndetalle/article/con-tecnologia-forestal-recuperaran-cerro-el-volador.html
-          Los cerros tutelares de Medellín. Por Hernando González R. | Publicado el 30 de abril de 2012. En: http://www.elcolombiano.com/los_cerros_tutelares_de_medellin-IVEC_180019
-          Renace el cerro El Volador, un espacio para el disfrute de los habitantes metropolitanos. 23/11/2011 En: http://www.metropol.gov.co/SalaPrensa/Paginas/UN-ESPACIO-PRIVILEGIADO-.aspx
-          El cerro El Volador renace: y con él las historias de vida a su alrededor. 23/11/2011. En: http://www.metropol.gov.co/SalaPrensa/Paginas/EL-VOLADOR-RENACE.aspx 
-          “Estos cerros no se tocan”. Autor: Santiago Olivares Tobón. 6 de Mayo de 2009. En: http://www.elmundo.com/portal/pagina.general.impresion.php?idx=115516   
-          El patrimonio tendrá un fondo salvador. Gustavo Ospina Zapata | Publicado el 09 de febrero de 2009. En: http://www.elcolombiano.com/el_patrimonio_tendra_un_fondo_salvador-JGEC_30966
-          Medellín Indígena. 1994/04/04. En: http://www.semana.com/cultura/articulo/medellin-indigena/22100-3
-          Galería fotográfica archivo BPP. En: http://bibliotecapiloto.janium.net/janium-bin/sumario.pl?Id=20150529134311

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[2] Colombia Aprende, preparó una guía para que todos comprendamos qué es y cuál es la importancia del Patrimonio.http://www.colombiaaprende.edu.co/html/home/1592/article-201569.html Recuperado el 18 de mayo de 2015 a las 19:15 P.m.
[4] Definición Cerro Geografía. En: http://www.definicionabc.com/geografia/cerro.php, http://definicion.de/cerro/ Recuperados el 20 de mayo de 2015 a las 4:29 p.m.
[5] Ver: Los cerros tutelares de Medellín-Por Hernando González R. | Publicado el 30 de abril de 2012 En: http://www.elcolombiano.com/los_cerros_tutelares_de_medellin-IVEC_180019 Recuperado el 25 de mayo de 2015 a las 7:11 a.m.
[7] Mauricio Muñoz Zapata. Cerro El Volador. Cartilla del proceso de formulación de los “Planes de Manejo y Gestión Integrales de los Cerros Tutelares de Medellín. Área Metropolitana del Valle de Aburrá. Medellín 2006.
[9] Formulación de los planes de manejo y gestión integral de los cerros tutelares de Medellín Convenio Interadministrativo No. 4800000616 de 2004. Corporación Académica Ambiental - Universidad de Antioquia Secretaría de Medio Ambiente de Medellín. Área Metropolitana del Valle de Aburrá. Marzo de 2006. Ver https://www.medellin.gov.co/irj/go/km/docs/wpccontent/Sites/Subportal%20del%20Ciudadano/Medio%20Ambiente/Secciones/Informes/Documentos/2010/VoladorResumen.pdf Recuperado el 24 de mayo de 2015 a las 7:30 a.m.
[10] Plegable del Ecoparque y del museo arqueológico cerro El Volador. 2009 – 2010.
[11] Mauricio Muñoz Zapata. Cerro El Volador. 2006.
[12] Medellín Indígena. 1994/04/04. En: http://www.semana.com/cultura/articulo/medellin-indigena/22100-3 Recuperado el 21 de mayo de 2015 a las 5:47 p.m.
[13] Renace el cerro El Volador, un espacio para el disfrute de los habitantes metropolitanos. http://www.metropol.gov.co/SalaPrensa/Paginas/UN-ESPACIO-PRIVILEGIADO-.aspx Recuperado el 22 de mayo de 2015 a las 10:00 p.m.

Cuerpo + Pensamiento = Subjetivo


He estado trabajando en el proyecto del seminario sobre historia de la subjetividad moderna. Los encuentros y las posibilidades de comprensión de lo que significa la investigación cuando se piensa en la construcción histórica de la subjetividad son los siguientes: 


1. La investigación histórica hace posible la desnaturalización de nuestra relación con el pensamiento. Los topoi científicos, políticos, artísticos, culturales, sociales, económicos, biomédicos y deportivos, emergen como elaboraciones históricas, como productos analizables y problematizables.


2. También se hace posible la desnaturalización de la relación con nosotros mismos y con los demás. El cuerpo propio como topos. Los cuerpos como superficie de inscripción de acontecimientos múltiples. Las identidades masculinas o femeninas como producción subjetiva. Los roles sociales como elaboraciones. 


3. Es posible comprender la vida misma como producto y establecer relaciones nuevas (quizás desnaturalizadas), a partir de las problematizaciones que se investigan.


Dicho de otro modo, se trata de encontrar caminos entre el pensamiento (trabajo intelectual) y la propia vida que afecten nuestra valoraciones subjetivas (del sujeto como construcción social). Valoraciones morales, éticas, económicas, políticas, afectivas, etc... Así, se entiende lo subjetivo no el marco de un relativismo absoluto opuesto a la precisión epistémica de lo objetivo sino como lo que yo mismo soy con mis pensamientos, mi cuerpo y mis valoraciones. Todos estos, productos de una historia, la de mis relaciones con un mundo histórico que me ha ido produciendo (modificando) históricamente. 

BiCiRutas PATRIMONIALES



Las Rutas Patrimoniales responden al propósito de desarrollar, conservar y difundir terrenos de alto valor natural o histórico cultural, mediante la creación de recorridos transitables a pie, en bicicleta, cabalgata y/o vehículo, con el fin de valorizarlos y conservarlos, ampliando y mejorando las alternativas de uso del tiempo libre y la recreación.

Una ruta patrimonial se constituye en un medio de acceso al territorio y a sus diversas culturas locales para su conocimiento y disfrute. Permite contribuir al desarrollo y proyección de las identidades locales en un mundo de creciente globalización. En este empeño la idea es hacer una guía para el visitante, que en su conjunto le entrega una base de información para un recorrido seguro y con nuevos ojos sobre espacios ya transitados.

Existen varias categorías de rutas, pero para este caso realizaremos una de las que hemos llamado Circuitos histórico culturales del Patrimonio Industrial, los cuales están insertos en la ciudad de Medellín, cuya extensión es reducida y puede hacerse en algunas horas.

Este recorrido en bicicleta y a pie por el edificio y el espacio público del Aeropuerto Olaya Herrera son una ventana abierta al visitante, que da cuenta de un patrimonio diverso, singular y endémico, que representa al Medellín que vamos historiando y reconociendo. Asimismo, representan el desafío gubernamental para que estos bienes sean referentes de los itinerarios culturales para las futuras generaciones como espacios que brindan identidad e interés cultural, por lo que deben ser valorizadas desde una perspectiva de conservación, restauración y respeto por el medio ambiente[1].

El patrimonio[2]

El aeropuerto Olaya Herrera evoca una idea de cambio y movimiento, a la vez que los símbolos autóctonos que nos identifican como antioqueños.

"El término de Patrimonio suele definirse como nuestro legado del pasado, nuestro equipaje en el presente y la herencia que les dejaremos a las futuras generaciones para que ellas puedan aprender, maravillarse y disfrutar de él". UNESCO, 1998.

"El Patrimonio Cultural de la Nación Colombiana está constituido por todas las manifestaciones inmateriales, los productos y las representaciones de la cultura que son expresión de la nacionalidad colombiana; y los bienes materiales de naturaleza mueble e inmueble a los que se les atribuye, entre otros, especial interés histórico, artístico, científico, estético o simbólico en ámbitos como el plástico, arquitectónico, urbano, arqueológico, lingüístico, sonoro, musical, audiovisual, fílmico, testimonial, documental, literario, bibliográfico, museológico o antropológico", según la Ley 1185 de 2008, "Por la cual se modifica y adiciona la Ley 397 de 1997 -Ley General de Cultura- y se dictan otras disposiciones[3]".

El aeropuerto Olaya Herrera, al cual vamos a resaltar hace parte del Patrimonio Cultural material o tangible, por su carácter histórico, estético, simbólico, arquitectónico y urbano.


Es como lo indica su nombre, la materialización de la cultura, lo que podemos tocar. Es un Patrimonio Inmueble: que está conformado por un edificio que no podemos mover pero si apreciar en su obra arquitectónica, comprender en su riqueza histórica, a la vez que es susceptible de habitar el espacio público, el hall interno, sus pasajes y paisajes.
Un aeropuerto[4]

Cielos y vuelos. Fotografía Víctor Jiménez. 2014. Archivo personal.
Un aeropuerto es una estación o terminal situada en un terreno llano que cuenta con pistas, instalaciones y servicios destinados al tráfico de aviones. Los aeropuertos permiten el despegue y el aterrizaje de aviones de pasajeros o de carga, además de proveerles combustible y el mantenimiento. El centro de control de área es uno de los sectores más importantes de un aeropuerto. Allí se desempeñan los controladores del tráfico aéreo, que deben dirigir y gestionar el movimiento de las aeronaves para evitar choques y demás accidentes.

La construcción de un aeropuerto es compleja y debe atender diversos factores. Las condiciones meteorológicas de la región en la que se sitúan son determinantes ya que los aviones deben tener particular cuidado con los vientos a la hora de despegar o aterrizar.

Inicios del Aeropuerto, conocido como Pista Las Playas. Gabriel Carvajal.
Finales de los años 30's. Propiedad BPP.
“Los aeropuertos siguen siendo para mucha gente algo novedoso, un sitio especial, un lugar donde la presencia o la estancia dentro de él, genera extrañeza”. “El Olaya herrera es un aeropuerto rico en historia”.

En 1932 el sueño se hizo realidad con el escenario conocido como Campo de Aviación de Las Playas. En 1947 se realizó la ampliación de las pistas y en esa misma época con la aprobación de un acuerdo de Medellín fue modificado el nombre del aeropuerto en homenaje al presidente Enrique Olaya Herrera, que rápidamente se convirtió en el segundo del país.

Campo de aviación Olaya Herrera. Jorge Obando. Años 40's. Propiedad BPP.
En esta ruta patrimonial nos apoyamos de las investigaciones de Hernán Giraldo y David Ramírez en “Aeropuerto OLAYA HERRERA 70 años de historia”, al igual que de páginas web institucionales y académicas[5]. Abordaremos tres tópicos para comprender y revelar la riqueza depositada en este tipo de estructuras y bienes, ellos son:

- Los comienzos de la Aviación comercial en Antioquia y Colombia y las primeras compañías aéreas.
- Tres personajes: Don Gonzalo Mejía (Medellín, 1884 - mayo 6 de 1956) y su titánica obra; Gardel y su trágica muerte en 1935; y la llegada del papá Juan Pablo II como acontecimiento clave en 1986.
- El edificio un monumento nacional: El diseño y el arquitecto. La construcción y la obra.

El Aeropuerto Enrique Olaya Herrera, es un aeropuerto colombiano ubicado en el sur-occidente de la ciudad de Medellín, el cual atiende vuelos regionales y nacionales en ese país. Adicionalmente es uno de los aeropuertos con más hangares y aviación general en Colombia. Debido a la gran cantidad de aviación general y vuelos chárter, regionales y nacionales, el Olaya Herrera es uno de los aeropuertos con más tráfico aéreo en Colombia. Actualmente es considerado el principal aeropuerto regional del país, debido a la gran cantidad de vuelos regulares y chárter de este tipo operados desde y hacia dicho aeropuerto[6].

  1. Los primeros vuelos. Patrimonio histórico

Los habitantes de Medellín no fueron ajenos a la fascinación que el acto de volar despertó en el ser humano desde siempre. Si en Europa y Norteamérica el esfuerzo de los pioneros de la aviación por desafiar la ley de la gravedad mediante aparatos voladores terminó en muchos huesos rotos y fierros retorcidos, también aquí aportamos nuestra pequeña y trágica cuota.

Los primeros aeronautas no fueron aviones sino hombres que con sus globos y acrobacias desafían las alturas. Entre ellos:
  • El Globo de Antonio Guerrero; noviembre de 1875, fiestas del bicentenario de Medellín. Del cual se conserva una foto de Pastor Restrepo. Archivo B.P.P
Globo Guerrero. Pastor Restrepo. 1875. Propiedad BPP.
  • El 30 de noviembre de 1923 en la plaza de mercado de Guayaquil, un hombre intenta elevarse al cielo en un rudimentario globo de lona. El señor se elevó pero cayó y pereció. Se llamó Salvador Acosta y lo apodaban Salvita.
  • Los mexicanos Ester y Nolazco Guerrero (Acróbata de alto vuelo) en 1925, 1926 Y 1929 en el Circo España se elevaron y realizaron varias acrobacias.
Los primeros vuelos se dieron entre las primeras décadas del siglo XX. Sobre su historia se sabe que:

El periódico El Colombiano, en su edición del 28 de enero de 1913, comentó el vuelo de Geo Schmitt. El aeroplano decoló desde la finca La Pradera de don Roberto Medina, quien “generosamente la ofreció para el espectáculo”, “describió curvas en el aire”, “voló encima de la población varios minutos y en seguida regresó al punto de partida, donde aterrizó felizmente sin contratiempo alguno”. El señor Schmitt, una vez en tierra fue objeto de “vivas muestras de entusiasmo”, los espectadores lo acompañaron hasta la casa de don Roberto donde “fue obsequiado con un magnífico almuerzo”. De regreso a sus hogares, la gente comentaba, cuenta el cronista, “el heroico valor y la tranquilidad del joven aviador”. La reseña se remata, afirmando que “se dice en la calle que para el próximo domingo prepara un segundo vuelo en esta ciudad”

Geo Schmitt, el primer aviador que sobrevoló a Medellín, el 26 de enero de 1913. Propiedad VIZTAZ.
Siete años después, el 6 de septiembre de 1920, la historia más o menos se repite, pero con una variación, el piloto no era ni francés, ni alemán, ni gringo, como cosa rara, era antioqueño, se llamaba Francisco González, y realizó vuelos sobre Medellín en un biplano de ruedas.

El 5 de julio de 1932 don Gonzalo Mejía se bajó del Marichú en la pista de Las Playas, para ver sobrevolar sobre este valle de sorpresas ya tres aviones en el trascurso de dos décadas.

Aviso en El Colombiano anunciando los vuelos regulares de la compañía. Años 30's.
Avión El Marichu. Nombre dado por Don Gonzalo en honor a su hermana. Foto Digar. Sin fecha. Propiedad BPP.
Ahora bien, es importante recordar en esta rápida historia, las empresas de aviación que se crearon en la primera mitad de siglo, dando cuenta del ingenio y el industrialismo de hombres colombianos y extranjeros residentes para conquistar el cielo.
  • Compañía Colombiana de Navegación Aérea. CCNA. 1919.
  • Scadta (Sociedad Colombo Alemana de Transportes Aéreos) 1920. Sede Barranquilla. Pista el río Magdalena. Primera ruta fue de Barranquilla a Girardot (Conectar con la capital). El avión Colombia y el Avión Bogotá fueron los primeros en prestar servicios comerciales. Empezó a aterrizar en Medellín en 1933.
  • Pan Am (Compañía Pan American Airways) 1927. Empezó a aterrizar en Medellín en 1933.
  • UMCA (Urabá Medellín Central Airways Inc.) De Gonzalo Mejía en asocio con Pan Am, también con el gobierno que concedió los terrenos. Su intención inicial fue conectar viajeros del sur del continente en escala directa a Medellín y de aquí a Panamá. En asocio con la Pan Am del señor Trippe, con aviones Sikorsky S 38 la ciudad contaba con un aeropuerto internacional. El 25% de la empresa era propiedad del señor Gonzalo y 75% de la Pan Am. Sus destinos fueron normalmente dos vuelos redondos (ida y regreso) semanales desde Medellín con estación en Turbo y de allí a Colón Panamá. (Proyecto de ley desde 1930 que se dio en 1931 a Gonzalo Mejía en pro de la aeronáutica. Quien luego cedió la sociedad a la Panamerican en 1932. “UMCA era una empresa subsidiaria de la Panamerican Airways”)
  • SAM (Sociedad Aeronáutica de Medellín) Creada por Luis H. Coulson, Dennis Powelson y varios ciudadanos antioqueños en 1946.

  1. Tres personajes: Don Gonzalo Mejía y su titánica obra; Gardel y su trágica muerte en 1935; y la llegada del papá Juan Pablo II como acontecimiento clave en 1986. Patrimonio histórico.


La historia de la navegación aérea en Antioquia está íntimamente vinculada a un personaje de novela: heredero de una cuantiosa fortuna, a la edad de veinte años viajó por vez primera a Europa en 1904, estudió el inglés y el francés, conoció los principales avances técnicos de entonces y en París entabló amistad con un puñado de jóvenes aristócratas enloquecidos con el furor que el novísimo invento del aeroplano suscitaba y que los llevó a convertirse en asiduos practicantes del deporte de la aviación.

Inspeccionando los terrenos. Foto Rodríguez. 1926.
Fue uno de los más sobresalientes líderes cívicos que tuvo Antioquia a lo largo de casi 50 años, durante los cuales libró una lucha denodada por vincular al departamento a los avances que en materia de vías de comunicación y medios de transporte habían logrado los llamados países desarrollados. Hombre de acción, no se limitó a señalar perezosamente el horizonte privilegiado que su condición de viajero impenitente le permitió entrever. Sin haber ocupado jamás un cargo público, sin haber cursado estudios formales profesionales, movió cielo y tierra para concretar la construcción de la carretera a Urabá, para conectar a Medellín con Bogotá, para dotar a su ciudad de un aeropuerto que le permitiera romper su aislamiento, su condición mediterránea.


Entre sus obras contamos como las principales donde puso todo su ingenio
  1. La Carreta al mar.
  2. La Carretera Medellín – Bogotá
  3. El Aeropuerto
En 1956 murió en el anonimato.

Carlos Gardel. El zorzal criollo.


Carlos Gardel, el gran cantante, el dandy latinoamericano, el hombre que consagró en todo el mundo al bello ritmo del tango, inesperadamente terminó sus días en Medellín, lanzando con la estela de su vida y de su muerte, a esta ciudad en ciernes del año 1935. La pequeña pista del aeródromo de Las Playas adquirió una resonancia inesperada en las emisiones radiales y en las noticias impresas de la época.

Porque fecha precisa de su cronología, el 24 de junio de 1935, día de su deceso. De resto, gran parte se encuentra inmersa en un incierto ‘quizás`, un posible ‘tal vez`. Su nacimiento oscila entre los años 1881 y 1890. La penumbra de la duda rige además su lugar de nacimiento: Toulouse (Francia) o Tacuarembó (Uruguay). Los meses y los días también contribuyen a la confusión: algunos celebran su nacimiento el 21 de noviembre, pero hay quienes lo hacen el 11 de diciembre. Hombre de varias patrias, de varios natalicios, era este Morocho del Abasto, pero con un insoslayable destino fatal llamado Medellín.

Las cenizas del desastre. Fotos Jorge Obando. 1935. Revista Cromos.
En oficio enviado a la Fiscalía Segunda Superior en la fecha del 14 de octubre de 1936, decían: "...el accidente se debió únicamente a dos causas ajenas al control de las personas que llevaban el comando de los trimotores F-31 y Manizales: Deficiencias topográficas y aerológicas del aeródromo y a la aparición súbita de una corriente de aire que se presentó unos diez segundos antes de ocurrir el accidente, con una intensidad de 6-7 Beaufort y en dirección suroeste[7]"

Como hombre de mundo, Gardel recorría distintos países en su vertiginosa carrera artística. Europa, Latinoamérica y los Estados Unidos son testigos de esos avatares. Embajador del sentir gaucho, de las mitologías de las barriadas de Buenos Aires, Gardel hipnotizaba al público. Envuelto en su atractiva figura, unía a la tersura de su voz la imagen impecable del buen gusto. Todo esto contribuyó al fortalecimiento de su leyenda y posteriormente al mito intemporal en la ciudad de Medellín y en todo el mundo.

Grabó cinco canciones colombianas (cuatro bambucos y un pasillo: Mis perros, El vagabundo, Rumores – Tras las verdes colinas-, Asómate a la ventana y Mis flores negras del poeta Julio Flórez) El Primer tango que grabó fue en el año de 1917 para la firma Columbia llamado Lita –Mi noche triste-


Gardel reflejo en el tango el dolor, los pesares y las alegrías que el pueblo vivía a diario en Latinoamérica y el mundo. El tango dice lo que la gente quiere oír, sumándole una fuerte dosis de sarcasmo y pesadumbre. Fue enterrado por multitudes en Medellín en el cementerio San Pedro. El espacio público del aeropuerto, la plaza principal lleva su nombre en homenaje.

El Papa Juan Pablo II


En sus diversas manifestaciones la religión proyecta una preocupación infaltable en todo ser humano: la pregunta por el destino, por el ser, por su sentido. Los seres humanos transitan vacilantes por caminos que la religión y las creencias ayudan a recorrer.

Súmese este punto de partida a la idea de una región que se ha caracterizado por una entrega a sus costumbres cristianas; añádase que se encuentra en un franco proceso de articulación al mundo moderno, donde sus principios tradicionales -que siguen siendo un referente insoslayable-, deben adecuarse a las nuevas exigencias globales. Esta tensión entre la tradición moral y las nuevas imposiciones culturales universales se traslució con la visita del Papa.

Julio 5 de 1986. Medellín recibe la visita del personaje más importante del catolicismo en el planeta. Nunca antes un Papa había pisado suelo antioqueño, pero eso no impedía que su estela mística marcara a esta geografía a lo largo de su existencia, y fuera en beneficio del aeropuerto el cual había sido cerrado por la apertura del internacional José María Córdova en 1985.

Tan pronto como se supo que Medellín haría parte del itinerario papal, las autoridades civiles y eclesiales organizaron una apretada agenda en la ciudad y buscaron los lugares donde convocar las multitudes que lo recibirían. Considerando el gran número de personas que con el Papa se harían presentes ¿dónde reunirlos? La respuesta no tardó en llegar: el Aeropuerto Olaya Herrera.

En aquel entonces la discusión acerca del futuro del Aeropuerto con motivo de la puesta en funcionamiento de las nuevas instalaciones del José María Córdova se encontraba en su apogeo, lo que de algún modo contribuyó a que se posaran las miradas sobre el Olaya como lugar ideal para el evento. La pista y los terrenos que posee eran, tal vez, el espacio a campo abierto más adecuado para la circunstancia con que contaba la ciudad.

El Papa Juan Pablo II visitó a Colombia en una gira de siete días, del 1 al 7 de julio de 1986. Debería arribar el 5 a Medellín. Sin embargo, la luz de su presencia era susceptible de opacarse por el fracaso del proceso de paz, la toma del Palacio de Justicia y el campeonato mundial de fútbol celebrado en México, donde se consagraba el nuevo mito Diego Armando Maradona.

Pablo Peláez, alcalde de entonces, impulsó una campaña de ornato y civismo para asumirla, convocando a la ciudadanía a que atendiera de la mejor manera a los turistas que llegarían tras su rastro. El Decreto No. 400 del Municipio de Medellín lo declaró huésped de honor. Igualmente se designó un terreno del  aeropuerto después de su re apertura que lleva su nombre.

  1. La construcción de un monumento nacional. Patrimonio físico, artístico y arquitectónico.
Inauguración del Aeropuerto Olaya Herrera, en honor al presidente liberal.
Foto Gabriel Carvajal. 1947. Propiedad BPP.
El día 19 de octubre de 1995, por medio del Decreto 1802, el Aeropuerto Olaya Herrera fue reconocido como Monumento Nacional, en expresa afirmación de su valor histórico y de su relevancia arquitectónica para la memoria de la ciudad y de la nación. En el año 2008 fue declarado bien de interés cultural del municipio y la nación.

Al valorar una obra de arquitectura conviene conocer el estilo y las afinidades a determinadas corrientes estilísticas por parte de su creador, para reseñar la significación del Olaya Herrera en el patrimonio arquitectónico de la ciudad, debemos remitirnos brevemente a la vida y obra de su diseñador: el arquitecto Elías Zapata Sierra.

El aeropuerto comenzaba a tener forma. Foto Francisco Zuluaga. Finales de los años 50's.
El arquitecto - artista del diseño

Elias Zapata. Arquitecto de Antioquia.
Elías Zapata nació en Medellín el 27 de septiembre de 1927. En 1950, a la edad de veintitrés años, se graduó de arquitecto en la Universidad Pontificia Bolivariana, comenzando desde ese mismo momento a ejecutar importantes proyectos en la ciudad y en el país. Reconocido artista y destacado pintor, Zapata representaba una generación de profesionales que mezclaban distintos intereses creativos a su profesión habitual.

Elías Zapata no fue la excepción a esta norma. Al contrario, fue uno de sus mejores ejemplos. Sus obras eran mucho más que construcciones funcionales. Con ellas intentaba encontrar una relación armónica entre el dinamismo, la utilidad, la modernización de las estructuras de producción y la habitabilidad, siendo esta última, uno de sus grandes temas de interés. Por ello promueve el conocimiento de las Artes Aplicadas, lo que da origen a la Facultad de Arte y Decorado de la Universidad Pontificia Bolivariana, que posteriormente se convertirá en la Facultad de Diseño. Ahora esta disciplina se conoce como Diseño de Interiores.

Esta preocupación por una obra arquitectónica integral se fortaleció en el transcurso de su carrera al conocer la propuesta de distintos arquitectos. Uno de ellos fue el renombrado Le Corbusier, quien realizó una visita a Medellín en 1948 como Director del Plan Regulador, esperando afinar detalles respecto a la propuesta urbanística a futuro de la ciudad. Este encuentro reafirmó su cercanía creativa al pensamiento del arquitecto europeo. Lo cautivaban su plasticidad y el uso innovador del hormigón para las construcciones de gran tamaño. Los neoplasticistas de los años diez y veinte del siglo XX, junto con los brasileños Oscar Niemeyer y Lucio Costa, entre otros, gestores de Brasilia, también eran de su agrado. En pocas palabras, era un vanguardista para su época y su ciudad.

En cada construcción permitía que la naturaleza propia de cada una de ellas inundara su forma y le dieran sentido. Cada proyecto que abordaba se materializaba en estructuras ricas en motivos alusivos a su funcionalidad, evocando una articulación dinámica y armónica del espacio con la vida. Porque para Elías Zapata la vida no era divergente de la técnica, opinión que se afirmaba en su pintura, que exhibió ante sus coterráneos en la exposición de 1967, poco antes de su fallecimiento.

Aeropuerto Olaya Herrera en el año en que empieza sus únicas reformas arquitectónicas.
Gabriel Carvajal, 1957. Propiedad BPP.

Evidencia de todo esto son sus distintas realizaciones: edificios, casas privadas, negocios y bodegas. El Intercontinental de Medellín, El Club Campestre de Bucaramanga y el Aeropuerto Olaya Herrera, especial carta de presentación de su talento al ser considerados las tres obras monumentos nacionales[8].

La construcción y la obra.

Para hacer la edificación viajó por los países bajos, a los aeropuertos más avanzados del mundo observando referentes. Luego se presentó y se ganaron la licitación pública en 1957 con una propuesta que busca la integración dinámica – orgánica en el nuevo edificio, de una comarca industrial. La obra se entregó en 1962. 5 años después.

La propuesta del aeropuerto tiene una tendencia plástica artística moderna y cautivante. Lo público se concibió por primera vez como fuera de lo solemne y esquemático al servicio de todos en las obras arquitectónicas en Antioquia. “El Olaya Herrera fue pensado con el ánimo de ofrecer a las gentes un ambiente donde fuera grato estar”.

La ciudad tiene aeropuerto. Horacio Gil  1964. Propiedad BPP.
La estructura del edificio privilegia la zona de los tiquetes y la zona de espera de los pasajeros. “Su hall es el corazón del proyecto, en él se encajan nuevos elementos en la arquitectura de la época: vigas curvilíneas, bóvedas tridimensionales, transparencias, vitrales, recursos poco explorados hasta entonces”.

Uno de los mejores aportes de Zapata a la ciudad y su arquitectura fue las “cascaras” de concreto que recubren el aeropuerto. Su apariencia liviana, de formas sensuales y refinadas que recuerdan a las nubes, invitando a emular el aeropuerto con el aire mismo, una alegoría de la vida y el movimiento, complementadas con la iluminación cenital que se filtra a su través.

El Olya Herrera en su interior. Foto de los años 70's. Galeria El Colonbiano.
El vitral fue pensado para realzar el espacio del hall. “El cóndor que se encuentra sugerido en uno de sus extremos, a punto de volar, retoma la relación organismo-dinamismo que orienta toda la obra, al tiempo que conforma un espacio vivo”. El vitral fue retocado con la técnica del emplomado, que hace juego con la presencia de concreto como soporte.

La edificación fue construida con la técnica de las columnas (Aporticamiento) que incita a entrar y contemplar, recordando siempre la función principal de la arquitectura: diseñar las moradas que habita el hombre.

El color blanco original relucía a medida que la obra avanzaba. Francisco Zuluaga. Finales de los años 50's.
La estructura combina con la geografía del valle y su paisaje. En su concepción como en su construcción hay un alto nivel de dificultad. “Los cálculos necesarios para lograr que las cáscaras de concreto fraguaran correctamente debieron ser complicados, y los requirieron numerosos soportes de madera para darles forma y los acabados correctos”.

Jardines del Aeropuerto. Gabriel Carvajal. Sin fecha. Propiedad BPP.
Bibliografía y cibergrafía:


Giraldo, Hernán & Ramírez, David “Aeropuerto OLAYA HERRERA 70 años de historia. Segunda edición. Septiembre de 2007. IMPRESOS LTDA. Medellín.
100 años de la aviación en Colombia. https://youtu.be/470ylej1vw8, https://youtu.be/PsusO7BNnaE 
El aeropuerto Olaya Herrera y la primera conexión con el mar. http://www.lopaisa.com/aeropuertolayah.html
Gonzalo Mejía Trujillo - 100 Empresarios 100 Historias. https://www.youtube.com/watch?v=z2leLJxsqKI
En el aeropuerto Olaya Herrera – Medellín – Colombia. http://gardelysusmonumentos.blogspot.com/2009/03/en-el-jardin-del-aeropuerto- olaya.html
La Muerte de Carlos Gardel. http://www.lopaisa.com/gardel2.html
“No visualizo a Medellín con un aeropuerto al interior de la ciudad”: concejal Campuzano. http://www.minuto30.com/no-visualizo-a-medellin-con-un-aeropuerto-al-interior-de-la-ciudad-concejal-campuzano/268250/

Para descargar en PDF la Micro-investigación Ruta patrimonial Aeropuerto Olaya Herrera. 2015. Hacer clic aquí

Para participar en la BiCiRuta PATRIMONIAL diligencia el formulario, clic aquí



[2] Colombia Aprende, preparó una guía para que todos comprendamos qué es y cuál es la importancia del Patrimonio.http://www.colombiaaprende.edu.co/html/home/1592/article-201569.html Recuperado el 18 de mayo de 2015 a las 19:15 P.m.
[3] Ver: Conociendo nuestro patrimonio cultural. En: http://www.mincultura.gov.co/areas/patrimonio/mes-del-patrimonio/Paginas/Conociendo-nuestro-patrimonio-cultural.aspx Recuperado el 19 de mayo de 2015 a las 9:48 a.m.
[4] Definición de aeropuerto - Qué es, Significado y Concepto http://definicion.de/aeropuerto/#ixzz3bG15yXlL Recuperado el 21 de mayo de 2015 a las 6:45 a.m.
[5] Para una versión web de la publicación guía  al que nos referimos, ir al enlace de la reseña histórica del Aeropuerto en su web site http://www.aeropuertoolayaherrera.gov.co/nuestra-entidad/resena-historica
[6] Historias que hablan. Monumentos que hablan. Ubicación geográfica. En http://historiasquehablan.blogspot.com/ Recuperado el 21 de mayo de 2015 a las 1:06 p.m.
[7] Periódico El Mundo. Junio de 1979. La muerte de Carlos Gardel. En: http://www.lopaisa.com/gardel2.html Recuperado el 23 de mayo de 2015 a las 11:29 a.m.
[8] Feliz… Viuda del arquitecto del Olaya. Sábado, 18 de Diciembre de 2010 01:23 OCTAVIO GOMEZ. En: http://www.juliobetancur.com/index.php?option=com_content&view=article&id=342:felizviuda-del-arquitecto-del-olaya&catid=6:archivo&Itemid=1 Recuperado el 29 Abril de 2015 a las 02:16 p.m.