Barrio que fuiste y serás

Novela Corta, Cuentos y Relatos
"Aquel que dijo que el barrio es la única y definitiva patria del hombre, estaba descubriendo una geografía íntima y subvirtiendo teorías sobre próceres, escudos e himnos nacionales. Aquel que señaló que además de la infancia, el otro avatar que marca al hombre es el barrio (que para algunos se puede reducir a una calle o a una encrucijada), estaba dando pasos hacia la instauración de una metafísica de patios y entejados, de esquinas y balcones. Un antídoto contra la soledad –si es que la soledad requiere de esas contras- puede hallarse junto al mostrador de una vieja tienda o en las piernas de una muchacha que monta en bicicleta. Aquel otro que dijo que para la angustia existencial lo mejor era el olor a tiza y los tacos de billar, estaba quitándole trabajo a los psicoanalistas y dándole valor terapéutico a esa sociabilidad que nace y crece en el bar que está a la vuelta[1]"

El protagonista es el barrio. No. Me equivoco, la vida en el barrio. El barrio juega un papel protagónico como delimitación territorial y existencial; ¿pero, nos hemos preguntado por el origen del barrio no sólo como palabra sino como entidad territorial en la historia urbana? 

Comunas Populares. Zona Nororiental. Camila Florez Quintero. 2010.

Señoras jugando dominó. Camila Florez Quintero. Agosto de 2010.
El barrio tiene más de doscientos años de ser una entidad territorial y una construcción cultural, pero al igual que muchos hechos sociales está amenazada en el presente. Se inició hace siglos como lugar de otredad cultural y hoy se erige, paradójicamente, casi volviendo sobre sus orígenes, y tomando las palabras del profesor John Muñoz, en lugar de resistencia cultural en tiempos de globalización.


Por eso el mismo Spitaletta dice que al hablar del barrio “es como hacerlo de alguien que está en agonía, alguien que se está yendo, despacio eso sí, pero al fin de cuentas despidiéndose; porque el barrio es un pedazo de ciudad vieja, una entidad cada vez más pequeña, menos presencia, más pretérito que presente y casi nada de futuro” (p. 9). Terrible y pesimista diagnóstico, aunque con mucho de realidad, pues la torre de apartamentos jamás podrá ser un barrio, pese a las pretensiones de los publicistas que quieren acuñar la idea de barrio en altura. No puede haber barrio alejado de la superficie de la ciudad, con sus relaciones horizontales[2].

Para conocer el escrito completo de presentación del libro Barrio que fuiste y serás, del investigador Luis Fernando González Escobar. Clic Aquí


[1] Reinaldo Spitaletta, Barrio que fuiste y serás, Bogotá, Ediciones B Colombia S. A., 2011.
[2] Palabras de presentación del libro Barrio que fuiste y serás de Luis Fernando González Escobar. Profesor Asociado adscrito a la Escuela del Hábitat. Facultad de Arquitectura Universidad Nacional de Colombia sede Medellín. Biblioteca Pública Piloto de Medellín, 8 de junio de 2011.

Ciudad Multimedia



El Parque Berrio es un tradicional pasaje del Centro de Medellín que resume varios años de historia en edificios, esculturas, personajes y hasta oficios. Haga un recorrido musical a través de diez personajes que  cantan su vida desde este lugar.

El centro de Medellín cuenta con espacios que hablan de la ciudad de ayer y de hoy.  Estos lugares, forman parte del patrimonio material e inmaterial y pueden ser referentes útiles para comprender la ciudad que hoy habitamos.
En esta multimedia encontrará 10 rutas útiles para leer la ciudad. Los recorridos, diseñados por la Gerencia de Centro durante este año, fueron retomados por Medellín Cultura en su propósito de resaltar la memoria y el patrimonio de la Medellín. 


Haga un recorrido por la historia de quince senderos de nuestra ciudad y sus nombres. Conozca Carabobo, Palacé, Junín, Sucre, El Palo, Niquitao, Girardot, Córdova, Maturin, Bomboná, Pichincha, Ayacucho, Maracaibo, Boyacá y Bolívar.


Conozca, a través de este trabajo multimedial, la influencia de la ciudad de Medellín en la obra escrita del país. Vallejo, De Greiff, Hoyos, González, Restrepo, Arango, y otros más, que han marcado con tinta la historia cultural de Medellín.

De la Ciudad Global al Río Distópico

Viaje de la Antena Mutante (Bogotá) a Flor do Asfalto (Brasil)

"Estar contra las purificaciones, las reproducciones del disciplinamiento y una arquitectura obsidional entre guetos, prisiones y fortalezas, dejar emerger el nomadismo, movimiento, la diversidad que hace la diferencia, es lo que nos motiva. Romper con la simbiosis de la ciudad como una prisión o de las partes de la ciudad como prisión". Vera Malaguti

"Una colección de ciudades carcelarias, un archipiélago de recintos normalizados y espacios fortificados que atrincheran, tanto voluntaria como involuntariamente, a los individuos y a las comunidades en islas urbanas visibles y no tan visibles, supervisadas por formas reestructuradas de poder y autoridad pública y privada". Edward Soja


Ese nuevo orden impuesto “rechaza la singularidad de los lugares, las memorias, las estrategias y tácticas de sobrevivencia de las capas populares”, que componen una trama íntimamente ligada a la materialidad de los lugares. Sin ella no existe urbanidad, solo “artificialidad”, es decir, el escenario deseado por las grandes corporaciones, por los propietarios de los medios de comunicación y por los dueños de marcas. El nuevo modelo de ciudad global, caracterizado por lo artificial, “ha sido cuidadosamente confeccionado por el nuevo economicismo, a través de vínculos operacionales entre economía, política y cultura. Lima Carlos


Ver Rio Distopico en un mapa más grande

Todo lo que hay en mí de ciudad: Todo

 Cuerpo (y) Ciudad(es) Palimpsesto
“No existe una manera lógica para deducir conceptos de nuestras experiencias crudas (inducción)”. Mario Laserna.
Nubes, urbes y ladrillos. Robinson Henao. 2009.
Si me preguntase o me interrogan por mí, por la forma en que represento o por cómo ven lo que soy, sólo podría decir que soy ciudad: pedazos, inacabados, nuevas construcciones, obras, brechas, puentes, vías, ríos y cauces, ruidos, césped, smog, contaminación, colores, cocina, plaza, calle, esquina, abismos, fronteras, límites, tienda, supermercado, semáforos, ruedas, drogas, músicas, gritos, multiplicidad,  modas, estilos, canciones, pregones, procesos…

El ser mi cuerpo una ciudad me ha enfrentado desde mi nacimiento a ella, hostil y hospitalaria, ciudad militarista y abrigadora, cuerpo ciudad en la que siempre por ser de la ciudad del norte, se ponen a prueba la forma a crear para  salir de las imposiciones de la vida y de encontrar salidas o soluciones a trayectos efímeros de conocer fluyendo y gozando, en la experiencia como la articulación de lo vivido y lo teorizado en lo practicado.
Desde la Asomadera. Prácticas Artísticas. Camila Florez Quintero. 2010.

Medellín 1989. Gabriel Carvajal. Propiedad de la BPP.

Centro Urbano. Víctor Hugo Jiménez Durango. 2009.
Así siempre en mí deviene un ser y problema constante: ciudad ámbito, ciudad montaña, ciudad carne, ciudad sangre, ciudad carnicerías, ciudad morgue, ciudad masacres, ciudad enfermiza; la ciudad del graffiti, de lo que se sale y no se controla, ciudad animal, ciudad nocturna, ciudad río y río ciudad, ciudad de la que soy parte y que puedo observar, alejarla como una ciudad objeto.

Ciudad de las vías, ciudad industrial, ciudad mental, ciudad ideal, ciudad biblioteca, para el caso ciudad parque biblioteca, ciudad segunda, ciudad destruida, en obra negra, ciudad inacabada, ciudad desplazamiento, ¿ciudad y organización social?, ciudad comunitaria, ciudad turismo, ciudad educativa, ciudad servicios, ciudad otra, ciudad múltiple, otra ciudad.
Ciudad Servicios. Prácticas Artísticas. Camila Florez Quintero. 2010
Ciudad convivir, ciudad insegura, ciudad militarizada, ciudad paramilitar, ciudad CAP, ciudad universitaria, ciudad bunker, ciudad nuevo norte, ciudad pajarito nuevo occidente, ciudad río Aburrá, ciudad cuerpo, ciudad publicidad, transepto ciudad, trayecto ciudad, ciudad (3) entorno, ciudad área, ciudad metropolitana, ciudad prensa, ciudad moda, ciudad postal, región ciudad, vender ciudad.

Ciudad de fiesta, celebración ciudad, turismo y ciudad, ciudad textual, visual ciudad, ciudad competitiva, ciudad movilidad, ciudad accesible, ciudad incluyente, ciudad reflejo, reflejos ciudad, amarilla ciudad, ciudad bucólica, ciudad del miedo, ciudad nubes, mujer ciudad, ciudad eterna, ciudad región, ciudad aire, ciudad dormitorio, ciudad telaraña, ciudad energía, híper ciudad, hipo ciudad, ciudad linterna, ciudad concreto, ciudad ladrillo, ciudad cemento, ciudad blanca, gris y negro.

Montañas luces y amarillos. Víctor Hugo Jiménez D. 2011.
Ciudad roja, ciudad emisora, ciudad alimento, ciudad pobreza, inequidad ciudad, ciudad reubicación, ciudad anti, ciudad acéfala-macrocéfala, ciudad visual, ciudad musical, ciudad ruido de fondo, ciudad temática, ¿ciudad esperanza?, ciudad audiovisual, múltiple(s) ciudad(es), ciudad: urbano tragadero...


...Donde comienza la ciudad, donde termina la ciudad, hacía donde van los pasos... punto cero, punto infinito.

Gabriel Carvajal. Medellín 1988. Propiedad de la BPP.
Palimpsestos es una palabra griega cuyo significado se refiere a los pergaminos en que se ha raspado lo escrito para volver a escribir. En términos prácticos es un reciclado moderno. Una mixtura de significados pasados causada por diversos factores culturales o naturales. El palimpsesto entonces es un problema a resolver o a problematizar. En:  Palimpsesto.blogspot.com

LA CIUDAD Y SUS RELATOS
Lectores de Periodico.  Sin identificar Procedencia, Autor y Fecha.


Una de las cosas que más claras tiene Fritzsche es que la ciudad de cemento se edifica a la par de la ciudad textual, definiéndose y constituyéndose mutuamente. Entendemos por esto que las narrativas de la vida metropolitana son suscitadas por el dinamismo de las urbes modernas, pero también, que la ciudad se construye paralelamente a sus relatos e imágenes, que los necesita y le son indispensables para poder dotarse de sentido; de un sentido difuso que es al mismo tiempo contestatario y arraigado, ambiguo y preciso. Así, los relatos de la ciudad son siempre fieles al espíritu urbano y al eclecticismo característico de la vida metropolitana. Como todas las urbes contemporáneas, Medellín no puede ser aprehendida espacial, temporal y simbólicamente con toda claridad, y los relatos reforzaran una y otra vez esta opacidad. “Las ciudades son fascinantes, incluso hoy en día, precisamente porque cuestionan tanto la ilusión vana del orden como la fantasía del desorden y porque ponen de manifiesto hasta qué punto son falacias ideológicas las preferencias estéticas a favor de un estado o del otro. La ciudad es frustrante para el dictador pero también para el ropavejero”[1]. La ciudad como espacio donde se producen determinadas prácticas sociales y la ciudad como el cumulo de relatos que ayudan a producir dichas prácticas refuerzan la fascinación.
Mujer Lectora del Siglo XIX. Sin identificar
Procedencia, Autor y  Fecha.
Aunque la diversidad producida por los relatos urbanos incitan a la multiplicación de prácticas y recorridos urbanos, los relatos también se mueven entre la invitación y la contención del movimiento urbano; los ordenes narrativos de la variedad de periódicos, revistas, boletines, carteles, novelas, cuentos, fotografías, pinturas, películas que circulan en Medellín incentiva la pluralidad interpretativa propia de las urbes contemporáneas. De este modo podría decirse también que las aglomeraciones de personas y la diversidad de viejas y nuevas espacialidades en Medellín actualizan de una u otra forma tanto los discursos que se fabrican y los modos en los que la lectura se lleva a cabo, y estas formas de representación, a la vez, secundan la construcción de una ciudad cada vez más móvil y más múltiple. 
Los distintos modos de otorgar sentido a la ciudad a través de los relatos urbanos dependen de los órdenes narrativos en los que se inscriben, y los encuentros y las experiencias urbanas se moldean a partir de lecturas y miradas sobre ella. Para Amendola, los relatos de la ciudad tuvieron un retraso de emergencia respecto al crecimiento urbano barroco, sin embargo afirma que “de manera bastante tempestiva y coherente, la habilidad de relatar la ciudad ha sido siempre adecuada a la ciudad misma tal como ha sido percibida por la cultura de la época”[2]. Las aceleraciones urbanas a partir del siglo XIX se acompañaron de las aceleraciones en la comunicación; entre una y otra -ciudad y comunicación- existe una correspondencia creadora. 

En el transcurso del siglo XX los nuevos lectores se acercaban a las ciudades como si se tratasen de grandes mundos en movimiento, heterogéneos y misteriosos. Los relatos sobre la ciudad, que no sólo tenían lugar en la prensa local y nacional sino en la literatura de la época, construían una imagen sobre ésta que hacían que tantos los que no la habitaban como los que si lo hacían se fabricaran ideas de lo que era, de como se debía transitar y que era necesario tener en cuenta a la hora de acercarse a ella. Así, desde principios del siglo XX Medellín se convirtió en un campo de batalla simbólico y visual en el que cualquiera podía pasear por las calles sólo como espectador. La cantidad de notas locales, las novelas, los retratos de la ciudad y los seductores anuncios que tenían presencia en la prensa funcionaban como itinerarios escritos y visuales que invitaban a los lectores y observadores tanto a seguir cierto recorrido como a multiplicar sus itinerarios urbanos.


Voceadores (pregoneros) de Prensa.
Fotografía de Francisco Mejía, 1937. Propiedad BPP.
Podría decirse con todo que los relatos han brindado a la ciudad un espíritu más coherente para algunos y versátil y difuso para otros y que han estimulando el uso de las espacialidades urbanas como los lugares de efectuación de prácticas sociales. Por ello, lo que esta ruta propone como objetos de estudio, para entender la ciudad también como construcciones simbólicas, son esa cantidad de dispositivos que conciben la ciudad como enclave múltiple de posibilidades; la literatura, la prensa, la publicidad, la fotografía, la pintura, los programas televisivos, el cine, etc. funcionan aquí como productores de ciudad(es).


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[1]    FRITZSCHE, PETER, Belín 1900. Prensa, lectores y vida moderna. Siglo XXI, Buenos Aires, 2008, pp. 17.
[2]    AMENDOLA, GIANDOMÉNICO, La ciudad postmoderna. Celeste, Madrid, 2000, pp. 169.