Barriología: Mi manifiesto Urbano.


El barrio como problema, fuente y desafío

Nubes. Comuna Nor-Oriental. Robinson Henao Cañon. 2010.
En el presente nos enfrentamos a problematizar para inmiscuirnos en la producción de conocimiento práctico y como sociedad en la opinión pública y el devenir de lo urbano ante lo no razonado de una homogenización y conducción alienada que nos acerca un modelo global de formas de ser, espacios urbanos y mercancías transnacionalizadas, los cuales borran los localismos, las apropiaciones, las diferencias, los entornos de la resistencia, movimientos, soluciones y memorias que se construyen día a día, casa a casa, paso a paso, noche a noche sin dar lugar y posibilidad a desde ahí valorar saberes, producir los referentes  y construir pensamiento propio del urbanita y el hábitat latinoamericano. 

Estas reflexiones interiorizadas y exteriorizadas que siguen a continuación tratan de situarse desde los estudios urbanos y culturales sobre una perspectiva indisciplinar para discutir, exponer las visiones y producir el barrio en la actualidad como problema, fuente y desafío de las ciudades, su renovación y las áreas en que se circunscriben. La intención es lograr decir algo que nos  mueva, promueva  el diálogo y el debate.

Digamos que el discurso de la planeación urbana: desde Medellín y su Plan Piloto diseñado por Ricardo Olano, pasando por Nel Rodríguez y Pedro Nel Rodríguez con el Plano Regulador hasta hoy y el Medellín  Bio20/30, en los Planes de Gobierno de los Alcaldes electos en la ciudad: la construcción urbana, la arquitectura, el espacio público y la movilidad son los figurantes y problemáticas, por tanto el barrio no aparece mucho en el gobierno ni en la propuesta de  ciudad. En las políticas urbanas y en los discursos de planeación no se articula al barrio al “desarrollo” de la  vida urbana planeada, proyectada y percibida.

Ante esta recalcitrante realidad del barrio problema como periferia alejada del centro, en esa jurisdicción administrativa indefinida que podremos llamar comunas, sería interesante que se explorará lo que han dicho poetas, escritores, periodistas y literatos de la ciudad, es decir; el pensamiento literario y las formas de construcción urbana, con su universo y formas de producción de conceptos y significados, para revitalizar la visión y representación de una Medellín comarca, Medellín centrípeta o contadas sus fuerzas que van dirigidas hacia el centro: la ciudad contenida.

Comuna 4, Aranjuez. Comuna 8, VillaHermosa Robinson Henao Cañon. 2010.
La idea es construir enlaces, puentes y mediaciones entre la literatura, el barrio y la ciudad, algo así como Medellín y su literatura, poniendo el sentido de la triada en lo experiencial, lo vivido y apropiado, la subjetividad urbana plástica, visual, artística y estética bajo la pregunta ¿cómo piensa la literatura la ciudad, cual es el pensamiento filosófico que subyace para comprender lo urbano, los efectos en la ciudad misma y los efectos de realidad de este discurso?

El no haberse leído ningún libro en específico sobre el barrio no desautoriza a nadie para hablar, referirse y producir saber desde este lugar y realidad concreta. En forma de pregunta afirmación partimos del barrio que sólo existe en relación a una periferia del centro y se encuentra situado en donde se ubican las fábricas u hospitales. Migrantes del campo a la ciudad,  grupos sociales laboriosos que pusieron su fuerza en las fábricas, clase trabajadora para hablar aquí de los territorios obreros, con relación al contexto y la historia de Medellín...
Ahora, pensando el dispositivo de clasificación social y geográfica: la imagen de los Barrios obreros vs. Barrios de empleados en la configuración de Medellín,  con la idea de distinguir las clases y sus rituales urbanos, se observa los “barrios” de los burócratas están ubicados demarcando el centro de la ciudad. 

En este caso en los años 50´s y 60´s del siglo XX, la ciudad imagen hace referencia al centro y como unidad territorial traza fronteras y no permite una identificación tal con ella. El barrio como unidad y espacio propio de gentileza e intercambio es más concreto que la ciudad o la nación y siempre será la patria de sus habitantes. A pesar de que son territorios que no cuentan con espacio público y lugares para el encuentro planeados, los ritos, la sociabilidad, los saberes, maneras y formas de construir sus entornos mantienen la vida urbana. 

En breve, son distintas las maneras y ordenes cotidianos de los barrios obreros que los de empleados, sólo la relación –visual y georeferenciable- de cercanía con el centro/periferia los ubica, les da comportamientos, rutinas, jucios, formas, valores, distinciones, gustos y mapas a las personas como cuerpos de un producto urbano formalizado.
Medellín Nor-Oriental. Robinson Henao Cañon. 2010.
La política de lo informal, la solidaridad y las relaciones instantáneas se oponen a la política de lo formal. Aunque se maquille y se busque con obras públicas y proyectos turísticos a las "comunas" como espacios de ciudad, nos atrevemos a afirmar que el barrio con respecto a la ciudad y su planeación ha sido desde siempre una periferia, donde se vive al diario y la sobrevivencia, que se opone y lo destruyen con  lo que se planea y ejecuta de los planes de gobierno, los urbanismos y los discursos oficiales, mediáticos y comerciales. A la par que el saber académico por decir algo está apartado de las realidades y necesidades de los entornos habitados por los marginados y empobrecidos.

Más que nunca hoy el obrar del urbanismo social, las políticas urbanas mediatizadas y el desconocimiento académico nos referencian al barrio como problema –inconcluso, sin conocerse o reconocerse-, fuente documental –de la resistencia ante la anomia globalizante, el relicto de la diversidad a la urbanalización-, y desafío –con sus  formas de hacer, saber y practicar- a la ciudad, sus planes de gobierno que los descentran bajo el sofisma o cortina de humo de recuperarlos o intervenirlos para transformarlos poco a poco a los modelos de lo mismo. 

Tomemos el caso concreto de Junín como un lugar para el brillo social  de acuerdo a su última remodelación urbana en pro de los transeúntes y turistas. Recordemos que antes, en otros tiempos era un lugar de distinción y exhibición pública y social de diferenciación de las clases medias y altas de la ciudad. Sin embargo lo que se está generalizando en los parques temáticos construidos es que los usan y disfrutan los (des)hechables, los residuos que habitan en los barrios, llenos de brillo más que de distinción para los que no estan planeados y ejecutados estos lugares en el modelo de la gentirficación. 

Moravia-Coltejer. 4-10. Robinson Henao Cañon. 2010.
Hoy el centro de las ciudades paradójicamente no se piensa para los habitantes de los barrios, sin embargo, son ellos sus pobladores, hombres y mujeres considerados desperdicios humanos, frustrados y bandadas de criminales los que marcan, vitalizan, recargan la energía del centro y por ende de la ciudad, dejando una huella en estos espacios globales. Saludos a las gentes y jóvenes de los barrios, con esto ha comenzado mi manifiesto urbano.