La Vida Graffiticante

 Jóvenes, músicas y arte urbano.

El arte urbano en lo local ha estado asociado al ámbito académico y a diferentes artistas reconocidos que por sus participaciones en bienales, concursos, proyectos en exteriores y espacios que llamamos públicos, asociamos con esta categoría.


Prácticas como el esténcil y el graffiti, herederas de vanguardias como el dadaísmo y el situacionismo, y músicas como el punk y el hip hop, realizadas por personas jóvenes de los barrios de las comunas, que no se declaran o parten de ser artistas, poco son tenidas en cuenta dentro del canon y el circuito artístico del “arte urbano” que opera en la ciudad.


Esta forma de vida estetizante callejera, tiene una aparición desde los años 70’s en Colombia, siendo experiencias y apropiaciones, que en el caso de Latinoamérica y de esta ciudad, les urge reconocerlas como aportes a la vida citadina de los espacios globales, al proponer la escritura y la música como elemento esencial en la constitución de una tribu urbana, parte del arte urbano y la cultura juvenil local.


Se dice que en Medellín dichas grafías, letras, inscripciones, escrituras, nombres de apropiación anónima, -pues la expresión visual de las paredes en general tiene un código de mensaje, de obra y no de nombre o de sujeto- datan de los años 80’s, para reaparecer entre 1993-1994, y posicionarse al comienzo del siglo XXI. Hoy se cuenta con más de 5 zonas de la ciudad con una cuarta y quinta generación de escritores jóvenes del graffiti, que van por las calles del Valle del Aburrá comunicando al dejar huellas, marcas y mensajes en el territorio conquistado.


Hasta ahora es necesaria una explicación o al menos una comprensión desde la diversidad y su estetización, a partir de lo humano y la cultura por medio de las gramáticas de las formas simbólicas y la vida graffiticante que subsiste allí. Se escucha poco, por no decir nada, a sus hacedores –seres territoriantes, escritores, poetas, pintores- a partir del lienzo en que se convierte para los practicantes urbanos –especialmente para las y los jóvenes- las paredes y muros de la ciudad, de concreto gris y ladrillo naranjado.


Sumado a que no se tiene en cuenta el significado del obrar y el impacto de esos procesos plasmados; ni su visión de sí el espacio urbano es público o privado; ni tampoco el relevante lugar que juegan como actores referentes de sus barrios al conflicto social y armado con sus escuelas de arte urbano y sus muros de graffiti. Lo cual, revitaliza y da razón de ser, aún más, de estas prácticas autoafirmadas en culturas y movimientos juveniles.


El Poder en las Paredes parte de esta situación manifiesta, arriesgándose desde la subjetividad y la recepción a indagar por la presencia y el (micro)-poder de los artistas callejeros dentro del arte urbano no oficial y la sociedad, de las personas, en especial las y los jóvenes, que utilizan los muros como medios de comunicación, expresión urbana y acción directa.

La ciudad Graffiti en Medellín. Siglo XXI, es una investigación artística realizada gracias al apoyo de las IV Becas a la Investigación, el Patrimonio y la Gestión cultural promovidas por la Secretaría de Cultura Ciudadana de la Alcaldía de Medellín; que busca permitir la puesta en ejecución de una red de escuelas de arte urbano, a partir de la investigación y el reconocimiento de la misma red por los actores organizados en encuentros y procesos de transmisión del hacer Graffiti; seres que se convierten hoy en constructores de convivencia, comunidad y en ejemplos positivos –a su estilo- de los barrios y las juventudes de Medellín y el Valle de Aburrá