Darío Ruiz Gómez
Urbanismo Social - 2008 - 2015 |
El urbanismo moderno fue
la respuesta al desorden y a la fealdad,
surgidos con la aparición de la industria, fábricas contaminantes, la
aparición del proletariado, hacinamiento, insalubridad. El llamado Proyecto
urbano buscaba reordenar un territorio desmembrado abruptamente. Esto fue lo
que Olano planteó para hacer de Medellín
una ciudad moderna basada en la dinámica de la industria y el comercio, en el
surgimiento de nuevos grupos sociales. Junín respondió al concepto
norteamericano de una main street como espacio para el intercambio social y el
reconocimiento de las nuevas tipologías arquitectónicas.
Se plantea una debida
escala en los edificios, un concepto de sky line que defienda los cerros
tutelares. El llamado Plan Regulador del año 53 tuvo la tarea de incorporar
nuevos territorios como Laureles, San Joaquín, El Estadio con la regulación
necesaria a posteriores desarrollos. ¿Cuándo y porqué desaparecieron el
urbanismo y la planeación y fueron sustituidos por Planes de Desarrollo en
abstracto? Cuando hoy se plantea el porqué del abandono del Centro es necesario
referirse al Plano de Base como la
ciudad sólidamente construida y desde la
cual se han planteado y previsto los delineamientos de un desarrollo posterior.
Porque en un momento determinado respuestas como la rehabilitación, la
recuperación de áreas en deterioro, el reciclaje de vivienda son ignorados para
privilegiar el auge de unidades cerradas de vivienda, la transformación
irracional de un territorio, tal como sucedió en El Poblado con la invasión de
centenares de torres construidas sin un previo diseño urbano, sin un articulado
diseño de un sistema de parques, de vías adecuadas.
Densificar responde
siempre a una razón justificada y no pues a un irracional cambio de uso del
territorio urbano. ¿Qué han buscado los Planes de Ordenamiento Territorial y su
herramienta densificatoria de los Planes Parciales? En principio sería regular
el crecimiento descontrolado, las conurbaciones, la guetización creciente de
las Comunas. En Bogotá se descubre que algunos Planes encubren la legalización
de burdeles en Centros Comerciales según la fórmula de la ciudad espectáculo,
hotel, casino, burdel que tanto éxito ha tenido desde la Medellín coqueta.
Porque la presencia de nuevos capitales es tan avasallante que los POT no se
planifican desde la perspectiva de un
ordenamiento definiendo áreas cualificadas por distintos tipos de asentamiento
como los barrios de desplazados, las nuevas centralidades, sino bajo los imperativos que imponen estos
capitales, olvidándose así a la ciudad del ciudadano. ¿Cuándo y por qué se
justifica densificar construyendo torres sin espacios cívicos? ¿Se han previsto
las nuevas vías en este aumento desconsiderado de habitantes? ¿No es esto una
parodia de la ciudad compacta?
Harvard premio a Medellín por su urbanismo |
Es cuando aparecen
improvisados especialistas en Planes Parciales cuya tarea consiste, en
realidad, en obtener una licencia de
construcción para Inmobiliarias cuya
única finalidad es la del lucro y no la construcción de ciudad, tal como hemos visto de manera alucinante en
esta última década en que se ha densificado sin el debido retiro de los lechos
de las quebradas, sin la necesaria calidad en diseños y materiales. Frente a la
anterior malla urbana sólida, capaz de dar significado a la calle, al parque, a
los lugares cívicos el desorden que estos Planes han causado han llevado a la
dramática desaparición de idea de ciudad pues ha desaparecido el peatón, escala
y medida de una ciudad humana, ha desaparecido el barrio sustituido por colmenas
que destruyen el tejido social. La remantisación necesaria de los viejos y
nuevos territorios, de los intangibles que crean hábitos y costumbres de los
nuevos habitantes, se inmoviliza bajo la
infamia de los llamados subsidios. ¿Se está previendo el desastre que se
anuncia ya con el estallido de una burbuja inmobiliaria que no puede seguir
construyendo indefinidamente para compradores fantasmas? Planeación debe
decidir ahora a quién complace.