He estado trabajando en el proyecto del seminario sobre historia de la subjetividad moderna. Los encuentros y las posibilidades de comprensión de lo que significa la investigación cuando se piensa en la construcción histórica de la subjetividad son los siguientes:
1. La investigación histórica hace posible la desnaturalización de nuestra relación con el pensamiento. Los topoi científicos, políticos, artísticos, culturales, sociales, económicos, biomédicos y deportivos, emergen como elaboraciones históricas, como productos analizables y problematizables.
2. También se hace posible la desnaturalización de la relación con nosotros mismos y con los demás. El cuerpo propio como topos. Los cuerpos como superficie de inscripción de acontecimientos múltiples. Las identidades masculinas o femeninas como producción subjetiva. Los roles sociales como elaboraciones.
3. Es posible comprender la vida misma como producto y establecer relaciones nuevas (quizás desnaturalizadas), a partir de las problematizaciones que se investigan.
Dicho de otro modo, se trata de encontrar caminos entre el pensamiento (trabajo intelectual) y la propia vida que afecten nuestra valoraciones subjetivas (del sujeto como construcción social). Valoraciones morales, éticas, económicas, políticas, afectivas, etc... Así, se entiende lo subjetivo no el marco de un relativismo absoluto opuesto a la precisión epistémica de lo objetivo sino como lo que yo mismo soy con mis pensamientos, mi cuerpo y mis valoraciones. Todos estos, productos de una historia, la de mis relaciones con un mundo histórico que me ha ido produciendo (modificando) históricamente.