La inserción del cuerpo en la moral en Medellín
El trabajo de José Andrés Felipe Silva Mantilla hace manifiesta la tensión entre los distintos mecanismos de intervención sobre la locura, cuyos funcionamientos se sitúan desde ciertas orillas institucionales y epistemológicas. Es precisamente allí adonde apunta Silva Mantilla para entender que la visualidad de la locura está inscrita en unas relaciones diferenciales con el tiempo y con el espacio.
Epifanio Mejia. Retratos. Foto Rodríguez. Biblioteca Virtual BPP. |
Desde los primeros renglones del articulo “La inserción del cuerpo en la moral en Medellín” Andrés Felipe despliega una primera bifurcación entre una posición que él define como subjetiva, en contraposición de otra perspectiva objetiva a la hora de entender la locura por parte de la psicología, y la psiquiatría. Eso quiere decir que ambas buscan juzgar unas maneras de entender los conectores psíquicos en el loco. Pero en principio, el loco, el anormal, el demente, deben ser localizados. Y esa localización posee una matriz sustentada en el desarrollo de las formas capilares del poder. Silva menciona sus primeras prácticas clínicas realizadas en el Hospital San Vicente de Paul. Y es precisamente en este dispositivo espacial donde confluyen dos vertientes del saber que difieren en cuanto al silencio absoluto o a la interacción del loco y el profesional.
Hospital San Vicente de Paúl |
Sin embargo ese dispositivo espacial nos permite entender que la emergencia del tratamiento de esta anomalía, parte de una intensión de aplacar una fuerza que se desborda en si misma, y es allí en donde convergen ambas. Tanto la psicología como la psiquiatría ostentan unos estilos de razonamiento que definen sus propios sistemas de restricciones, regulan los conjuntos de elecciones posibles en el acto de las producciones discursivas. Porque en últimas ¿Qué hacerse con el silencio o con la perorata del loco? De ahí que Silva Mantilla observe la trascendencia del cuerpo como territorio de intervenciones técnicas, necesarias para la psiquiatría en su búsqueda de un umbral de positividad, en donde la práctica discursiva adquiera autonomía, y pueda reinscribir a la disciplina en un nuevo despliegue de soberanía microfísica dentro del asilo.
Hospital la Maria. En: FAM |
Si quieres leer completa la relatoría de Eugenio !Clikc aqui¡
Si quieres leer el articulo completo de Andres Felipe Silva !Click aquí¡