La llama que no se apaga: rock, sollis y familia en la Zona Noroccidental
La gallada de la memoria. Rockers de la zona noroccidental y de otras partes de la ciudad. Parque Biblioteca Gabriel García Márquez. Barrio Doce de Octubre. Fotografía: Rocío Rojas. 2 de agosto de 2025.
Caímos al parche como quienes llegan a un solli a una casa, en este caso, la nota era en el auditorio de la biblioteca. El aviso aunque estuvo en varias redes sociales, corría de voz en voz, como antes, cuando la única invitación era el rumor y la cita en un punto conocido.
En el escenario del auditorio, sillas para los moderadores e invitadxs, y una pantalla flotando como telón. Allí estaban Norman Isaza, Antonio Calao, Orlando Valencia, Luis Fernando Montoya, Ernesto Gómez, Rodrigo Mora Yepes, Álvaro Zapata, Andrés Klaus Runge, Mally Osorio, Patricia Hernández, entre otros. Nombres que para muchos son solo eso, pero que en la memoria rockera de la ciudad y de la zona noroccidental de Medellín suenan como acordes que encienden la noche.
En el inicio, la protagonista fue la poesía. Un monólogo literario de Orlando Valencia, primer bajista de Danger, radicado en USA y que viajó hace unas semanas a Bogotá para lanzar su libro "El maravilloso regalo de descansar", y luego a Medellín para este encuentro conversacional.
Las charlas arrancaron con una pregunta que golpeó como bombo en el pecho: “¿Por qué fuimos y somos rockeros?”. Ahí se abrió un catálogo de respuestas que iban desde refugio, rebeldía y grito de identidad, hasta moda, convicción y familia improvisada. Todos coincidían en algo: había una urgencia por romper el molde antes de que el modelo económico, el sistema lxs quebrara a todxs.
Archivos del rock. Cuaderno de Patricia Hernández de 1984. Fotografía: Víctor Jiménez. 2 de agosto de 2025.
Se mostraron cuadernos con más de 40 años, diarios de canciones, eventos y detalles de la cotidianidad. Igualmente, un vídeo recopilatorio de imágenes de la época donde se mostraban diferentes momentos de esa juventud que, cuatro décadas más tarde, se reunía justamente para hacer retrospectiva de aquellos años en la década de los 80. Se habló de las fiestas clandestinas o parches, del compartir del sonido, de los encuentros donde se reconocían los rockers por la pinta, por el pelo, los vinilos y por el pulso de la cabeza siguiendo las guitarras o baterías. El parche de la Leti siempre al frente, la corte de Las Palmas cayendo en combo, la gente de los otros barrios, unidos por la música... los sollis en las casas donde las paredes amanecían sudadas y la madrugada tenía sabor a cerveza tibia, chamber, hierba y pactos no escritos de lealtad.
Se dieron memorias de las cicatrices: los constantes atropellos de la policía, las etiquetas de “pinta de marihuanero”, “vagos”, “peligrosos” que les lanzaban desde la familia, la escuela, la iglesia o el barrio. Señalamientos que dolían, pero que también forjaban una hermandad imposible de explicar a quien no la vivió. Una vez en el matrimonio de la rockera Patricia Hernández hubo un enfrentamiento con la fuerza pública, varios fueron detenidos, pero finalmente lograron poder seguir en la fiesta, en la nota. Entre los raros o rockers nació un código invisible que te distinguía en la calle y te salvaba la vida.
Performance a partir del texto monólogo "Mísero Próspero", del dramaturgo español, José Sánchiz Sinisterra. Homenaje a los rockers de la Zona Noroccidental de Medellín y al director de teatro Farley Velásquez. Auditorio Parque Biblioteca Gabriel García Márquez. Barrio Doce de Octubre. Fotografía: Víctor Jiménez. 2 de agosto de 2025.
Hubo un performance de Pando, con evocación y futuro, por el camino y el legado, pues la música nunca ha sido un pasatiempo: es medicina y trinchera, abrazo y barricada, vida. Con las intervenciones de Klauss y Rodrigo Mora se afirmo cómo el rock afinó el pensamiento crítico y enseñó a hablar sin pedir permiso... Entre risas y silencios apareció la pregunta que persigue todavía: ¿Qué quedó de ese espíritu? ¿Nos tragó el sistema o seguimos metiéndole ruido desde adentro?
El eco de los sollis: cuando el rock hizo familia. Rockers rinden homenaje a Black Sabbath y Ozzy Osbourne. Auditorio Parque Biblioteca Gabriel García Márquez. Barrio Doce de Octubre. Fotografía: Víctor Jiménez. 2 de agosto de 2025.
La conversa y presencia de Carlos Alberto Acosta y Román González fue importante. El primero, todo un referente de los medios de comunicación hablados y escritos en aquella época y en la realización de conciertos emblemáticos para la ciudad. Por su parte, Román González, un promotor cultural que se empeña en mantener vivo este movimiento musical a través de las redes sociales. Ambos, además de hacer memoria sobre la época, hablaron de sus proyectos actuales: Carlos Acosta con la creación de Muro: Museo Rock de Medellín que se acaba de abrir al público en la casa de la música del Parque de Los Deseos, y Román González con su idea de grabar un disco con los vocalistas de bandas emblemáticas de heavy y el metal paisa.
El momento final llegó: los más emotivos se subieron al escenario, para con mímicas y sus voces cantar un tema de Black Sabbath como homenaje a Ozzy Osbourne. En los parlantes se dejo escarpar una canción que todos conocían de memoria. La conversación se detuvo. Hubo sonrisas, miradas cómplices y ojos cerrados. Por un instante, estábamos otra vez en los sollis. Y entendimos algo: esa pasión es una llama encendida, la herencia rockera y obrera, que sigue ahí, rugiendo.
El 1 de agosto de 2025,
los pasillos y escalas del Museo Universitario de la Universidad de Antioquia se llenaron de reflexiones profundas durante las VIII Jornadas de Antropología, un evento
organizado con dedicación y pasión por los estudiantes de la carrera. En esta
ocasión, el protagonismo lo tuvo un tema que pocas veces encuentra espacios
académicos para ser explorado con la seriedad que merece: la cultura punk y su
papel como forma de resistencia urbana.
Programación detallada Simposio Punk. 1 de agosto de 2025.
El simposio "Resistencia,
Música y Punk" abrió una ventana hacia las subculturas urbanas
de Medellín y el Valle de Aburrá, demostrando que la antropología, la comunicación, la historia y los estudios culturales tienen mucho
que decir sobre los movimientos contraculturales que han marcado la identidad
local.
La jornada comenzó con la socialización de la apuesta transmedia Hazlo Tu Mismx y la conferencia "Punkeros a Mucho Honor. Diversidad en las Identidades de la Escena Punk de Medellín y el Valle de Aburrá desde 1980 hasta 2019", presentada por Víctor Hugo Jiménez Durango y Ricardo Gómez Echeverri, quienes ofrecieron un recorrido por cuatro décadas, divididas en seis periodos.
Estas presentaciones iniciales establecieron el tono perfecto para lo que vendría después: una serie de ponencias que exploraron desde múltiples ángulos la complejidad de las identidades punk y su relación con otros fenómenos culturales de la ciudad.
Gonzalo Robledo tomó la palabra con "¡Muy Punk!", una intervención en la que se analiza hasta donde se estira este concepto dentro de las narrativas comunicativas. Luego, Raúl Fernando Pérez,
expone su artículo "Ciudad, Música y Barrismo: Las Identidades Barristas entre el
Punk y el Vallenato", dando a conocer las conexiones inesperadas entre dos
universos musicales aparentemente opuestos, demostrando cómo las identidades
urbanas se construyen a partir de múltiples referentes sonoros.
La tensión entre resistencia y mercado, esa eterna pregunta que persigue a
todos los movimientos contraculturales, encontró su espacio en la ponencia de
Luis Fernando Arango: "Industria Cultural: la tensión entre la
contracultura punk y el mercado". Un tema que resuena especialmente en
tiempos donde las plataformas digitales han transformado radicalmente la forma
en que se produce, distribuye y consume la música alternativa.
Yirlean Carlos Rodríguez nos llevó hasta Moravia con "Identidades
Sociomusicales - Moravia - Morticans - Memoria barrial", una exploración
que conecta la música punk con la construcción de memoria colectiva en uno de
los barrios más emblemáticos de Medellín. Su trabajo evidencia cómo las
expresiones musicales se convierten en refugio, trinchera, vehículos de resistencia y preservación
de la identidad barrial. Escucha el capítulo del podcast La rabia hecha música donde el investigador ahonda más el tema, clic aquí
Los Morticans. Gallada punk de Moravia. Concierto de Buenos Aires 1986. Reproducción de la presentación de la ponencia de Yirlean Rodríguez.
Por su parte, Valentina Vasco amplió la perspectiva hacia el ámbito audiovisual
con "Modos de representación de la subcultura punk en el Cine
Colombiano", una ponencia que examina cómo el séptimo arte ha retratado (o
quizás estereotipado) las culturas punk en nuestro país desde Rodrigo D No Futuro, Los Nadie y Fósforos mojados. Lee el artículo del que sale esta ponencia en la revista Canaguaro dando clic aquí
David Cardona Sánchez cerró el ciclo de ponencias con "Entre las páginas
del Fanzine: Potencialidades y dificultades investigativas del formato",
una reflexión metodológica sobre uno de los objetos más propios del punk y otras narrativas al margen: las publicaciones independientes que funcionan
como archivo, manifiesto y red de comunicación alternativa.
Sesión de debate y preguntas sobre las ponencias presentadas. Fotografía: Víctor Jiménez. 2025.
Lo que estas VIII Jornadas lograron fue trascender los estereotipos
superficiales sobre el punk para adentrarse en sus dimensiones históricas, antropológicas, sociológicas y comunicativas en lo local y lo global. La sesión de discusión que cerró el evento permitió que tanto
ponentes como asistentes intercambiaran perspectivas sobre temas que van desde
la construcción de identidades juveniles hasta las transformaciones urbanas de
Medellín en las últimas décadas.
Las VIII Jornadas de Antropología
de la Universidad de Antioquia nos recordaron que la cultura punk, además de ser
actitud, ruido y rebeldía, constituye un fenómeno social complejo que
merece ser estudiado desde las calles y las universidades de manera colaborativa.
Esto no fue solo un evento; fue una declaración. Nos tomamos
las calles de Medellín como solo nosotros sabemos hacerlo: en dos ruedas y con
la rebeldía a tope. Imaginen la escena: una manada de ciclistas, con el
espíritu punk tatuado en el alma, rodando por la ciudad. No era una carrera,
era una ciclo-marcha de pura contracultura.
Tres paradas a lo largo del recorrido, y en cada una, la
ciudad explotaba con un concierto en vivo. Fue la banda sonora perfecta para
una jornada de libertad, de independencia y de un "Hazlo Tú Mismx"
llevado al extremo. Cada pedalazo, cada nota distorsionada, era un grito contra
la monotonía, una oda a la diversidad que nos une y un recordatorio de que la
verdadera rebeldía se pedalea y se grita.
Este documental captura esa energía, esa conexión cruda
entre la simplicidad de la bicicleta y la fuerza del punk. Es la prueba de que
no necesitamos grandes cosas para generar un cambio o para vivir a nuestra
manera. Solo dos ruedas, un buen pedal y un par de acordes bien distorsionados.
¡Prepárense para sentir de nuevo esa adrenalina! Esto es
Punk y Bicicleta Vol. 2. Esto es Medellín. Esto es rebeldía pura.
El punk ha sido históricamente una expresión de re-existencia, construyendo comunidades al margen de la industria cultural.
Un grupo de artistas, activistas, investigadores y punks denominado Calletropía, de la ciudad de Medellín, fue seleccionado como ganador de la convocatoria estímulos para la divulgación a través de narrativas transmedia del Instituto Colombiano de Antropología e Historia – ICANH con su proyecto Hazlo Tú Mismx.
Las primeras bandas. El grupo Peste, de la zona noroccidental, aproximadamente en 1986-1987, fotógrafo sin identificar. Archivo de Faber López Amariles.
La tesis Kaos en el sótano: Génesis y estructura de la escena Punk Medallo (1985-2018) escrita por Ricardo Gómez traza esta evolución, pero su impacto no debe limitarse al ámbito académico, por eso, Hazlo Tú Mismx: Economía Punk Medellín, busca traducir sus hallazgos a formatos accesibles y participativos a través de estrategias multiformato.
Pogos solo de mujeres. Concierto de Hardcore en una cancha en el barrio Toscana, cerca a la Feria de Ganado. Aproximadamente 1992. Fotógrafo desconocido. Archivo de Piedad Castro.
Para ello, se están desarrollando contenidos gráficos, escritos y audiovisuales que reflejen la evolución del punk en Medellín y su economía popular. Aquí encontraremos artículos sobre autogestión y producción cultural, galerías fotográficas, publicaciones editoriales, listados de canciones que contextualizan cada período histórico, podcast y una miniserie documental.
Réquiem tocando en el Teatro al aire libre Carlos Vieco en el Pueblito Paisa. Aproximadamente 1996. Fotógrafo desconocido. Archivo de Faber López Amariles.
Los seriados radiofónicos y audiovisuales serán los encargados de dar voz a protagonistas con entrevistas que nos acercarán a historias de sus vivencias. Los archivos sonoros e imágenes reconstruirán la memoria del movimiento, activando la colección de materiales construida en el trabajo de campo de la tesis.
Anarkopunks en el ntimili Sonoro. Parque Obrero de Bostón. 2001. Fotógrafo desconocido. Archivo de la colección de Juan Fernando Subero.
Todo esto lo encontrarás en una página web que funcionará como plataforma digital, permitiendo explorar los seis períodos del punk en Medellín en clave de economías populares alternativas y memorias subterráneas. Este espacio también incluirá un diccionario punk colaborativo y un juego sobre economía autogestionada como formas de interactividad con los usuarios.
El bar y las casas como espacios subversos. Concierto de despedida del bar Infuso con las agrupaciones Los Restos, LoKeKeda, Rencore y otros. 30 de agosto de 2008. Fotógrafo y archivo de Juan Fernando Subero.
A través de estas estrategias narrativas, repositorio digital y encuentros presenciales, este proceso busca democratizar el acceso al conocimiento y fortalecer la memoria colectiva del punk como una cultura de re-existencia. Desde la escritura y la producción audiovisual hasta la interactividad y el juego, cada componente está diseñado para mantener vivo el espíritu del Hazlo Tú Mismx y seguir construyendo historia desde la autogestión, el apoyo mutuo, el trabajo colaborativo y la solidaridad.
Parche punk popular. Rosita y Los Nefastos en concierto. Toque organizado por la Alkaldía Punk en Barnaby Jones en Envigado. También tocaron Porcesx, LoKeKeda, PNE y Desastre Capital. 29 de julio de 2014. Fotógrafo y archivo de Juan Fernando Subero.
Volante de convocatoria. Foto tomada por Amado Lopera. Profesor en aquella época del LNMFS
En el barrio Florencia, en la zona noroccidental de
Medellín, las esquinas reflejan aquellos años en que la juventud encontraba en
el rock una forma de decir lo que no se podía callar. Eran los primeros años de
los 80, cuando los bailes en casas como la de Lety o El Cejas reunían a decenas
de jóvenes sedientos de música, libertad y comunidad. A estos encuentros los
llamaban “los sollis”, fiestas de barrio donde sonaban los vinilos y se tejían
las primeras redes de lo que se convertiría en una escena musical con alma y
formas de hacer propias.
Parche Las Palmas en el barrio Florencia. Año 1983. Fotografía tomada por Julián el del 12, facilitada por John de la Calle.
Hoy, por esa energía que se ha vuelto una cultura, se
prepara un conversatorio que quiere revivir ese espíritu rebelde, crítico y
transformador del rock barrial. El encuentro pondrá el foco en cómo esta música
fue mucho más que un género: fue un detonante de cambios profundos en las
dinámicas sociales, familiares, culturales y, sobre todo, juveniles de Medellín
en los años 80.
Las personas invitadas partirán del Parche de Las Palmas, en
el barrio Florencia, un lugar emblemático donde confluían jóvenes de toda la
zona noroccidental, provenientes de sectores como Castilla, Doce de Octubre,
Pedregal, Las Brisas y Bello. Allí, en esos parches, nacía una forma de vivir y
sentir el mundo que rompía con lo establecido y sembraba nuevas maneras de
habitar el barrio.
El conversatorio será moderado y contará con invitados
clave, testigos presenciales de esa época efervescente. Voces que vivieron de
cerca los conciertos clandestinos, las batallas con los prejuicios sociales,
las tensiones familiares por la pinta o por los gustos musicales, y también las
amistades que nacían entre acordes y sueños eléctricos.
El evento se enriquecerá con un performance y lecturas de
crónicas, relatos, poesía y semblanzas escritas sobre el movimiento rockero
popular de Medellín. También se compartirán fotografías, videos caseros y
piezas musicales que marcaron una época, construyendo una atmósfera donde el
archivo se convierte en testimonio vivo, y donde la historia se narra desde la
emoción y la experiencia directa.
Parche Las Palmas en el barrio Florencia. Año 1983. Fotografía facilitada por John de la Calle, sin identificar autor.
Porque el rock, en esta ciudad es archivo afectivo, escuela
de pensamiento y lenguaje propio. Un refugio para quienes no encajaban en los
moldes dominantes y una plataforma para decir, sin miedo, lo que se siente en
las entrañas:
“Fuimos jóvenes con el alma gritando en guitarras
eléctricas. Éramos rebeldes, sí, pero también buscadores. Este espacio es para
honrar ese pasado, mirar las heridas que dejó, y agradecer lo que
transformamos”.
Desde el proyecto Hazlo Tú Mismx nos programamos para
asistir a este acontecimiento. Porque hay memorias que merecen prevalecer,
hacerles vivas, para seguir re-existiendo, distorsionando, caminando y cantando.
Las del combo de Las Palmas. El día de las madres rockeras 2023. Fotografía tomada por Fredy Builes facilitada por John de la Calle.
Rodaje de Rodrigo D. Ramiro Meneses (actor) y El Chiqui Juan Guillermo Arredondo Uribe (Asistente de dirección). Fotografía Hernando Tejada. Década de 1980. Cortesía Tatiana Tejada.
Hace 35 años se estrenó Rodrigo D No Futuro, una película que no solo marcó un antes y un después en el cine colombiano, sino que dejó tatuada en la memoria una época cruda, inquietante y dolorosamente real. Hoy, tres décadas y media después, llega a Medellín una exposición que nos invita a volver a mirar, pero desde otro lente: el de la cámara fotográfica de Hernando Tejada Ángel, microfonista del rodaje y testigo silencioso de lo que ocurrió tras bambalinas.
“No Futuro” es una muestra fotográfica que se instala durante un mes en la Casa Betsabé del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, la cual se conoce como la Casa Zea, en todo el centro de la ciudad, en la comuna 10 La Candelaria de Medellín. Un proyecto posible gracias al trabajo de la comunicadora Tatiana Tejada Sánchez, quien ha resguardado con afecto el archivo personal de su padre, Hernando, y hoy lo comparte con la ciudad.
Son 20 fotografías en blanco y negro que nos devuelven al Medellín de finales de los 80, ese Medellín punk, desbordado, rebelde y profundamente herido. No son imágenes de ficción: son fragmentos de una realidad que se filtraba por las rendijas del cine. Rostros jóvenes, miradas duras, cuerpos que ensayan la resistencia en medio del caos. Hernando Tejada capturó ese “otro lado” del rodaje, que no se proyectó en salas, pero que hoy cobra nueva vida como documento, como pregunta, como espejo.
La muestra fue concebida como un homenaje. A las vidas reales detrás del mito que crean las pantallas y la ficción. A quienes nunca pisaron una alfombra roja, pero tejieron con su presencia una historia de barrio, de música, de re-existencia, que indiscutiblemente es una cultura con marca creativa en todo el Valle de Aburrá.
La inauguración será el viernes 18 de julio a las 5:00 p.m. y promete ser una experiencia cargada de memoria y sonido. El Tour del Vinilo de HagalaU pondrá a girar los clásicos del punk en acetato, y luego se abrirá una charla potente entre Caliche (Los Desadaptadoz), Patricia Valencia (investigadora del punk) y Gio Rendón (Realizador audiovisual e integrante de P-NE), todos conectados íntimamente con la película y su legado.
“No Futuro” ya pasó por Cali y Bogotá, abriendo espacios para conversar sobre cine, punk, resistencia y la Colombia de los años 80. Ahora, por fin llega a Medellín, ciudad protagonista de la historia y del archivo, con la intención de provocar, incomodar, activar y conectar más que hacer llamados a la nostalgia.
Desde el proyeycto Hazlo Tú Mismx saludamos y nos sumamos a todas estas iniciativas para hacer memoria juntxs.
Desde sus inicios, el punk ha sido una expresión de
resistencia, autogestión y construcción de comunidades al margen de los
circuitos convencionales de la industria cultural y económica. Lxs punks de la
ciudad crearon espacios de resistencia cultural en medio de la violencia,
transformando la rabia social en expresión artística radical.
Para transmitir la riqueza de la escena punk de Medellín,
desde el mes de julio de 2025 llegamos con 𝙃𝙖𝙯𝙡𝙤𝙏𝙪𝙈𝙞𝙨𝙢𝙓.
𝙀𝙘𝙤𝙣𝙤𝙢𝙞𝙖𝙋𝙪𝙣𝙠𝙈𝙚𝙙𝙚𝙡𝙡𝙞𝙣.
Un proceso y espacio web donde tendremos la oportunidad de navegar por
distintos formatos que hemos preparado para dar a conocer la “evolución” de la
escena.
A través de escritos, fotografías, testimonios, videos,
músicas y archivo se exponen huellas y narrativas de esta cultura local,
traduciendo los hallazgos de la tesis doctoral Kaos en el sótano de
Ricardo Gómez a formatos accesibles y participativos a través de estrategias
multiformato.
Síguenos, conoce el proyecto e interactúa. La propuesta es compartir y ser activxs en este cuento. ¡𝙃𝙖𝙜𝙖𝙢𝙤𝙨𝙢𝙚𝙢𝙤𝙧𝙞𝙖!
El 25 de mayo, en las partes planas de una ciudad de laderas, se celebró la segunda edición de la PunkyBicicleta, un encuentro que mezcló conciertos de punk, rodada urbana y memoria contracultural. Más allá de un evento musical o una ciclada colectiva, la PunkyBicicleta se consolida como una apuesta política y afectiva donde la bicicleta y el punk se abrazan como formas de re-existencia.
Organizado por individualidades y colectivos culturales independientes, acompañados por marcas alternativas como @lagrolleria, @elcafe_andariegx, entre otros, el evento logró convocar tanto a jóvenes de nuevas generaciones como a viejos punks de los años ochenta y noventa. El recorrido incluyó paradas emblemáticas en el centro cultural y bar El Hormiguero, en una casa de familia de unos de los integrantes de las bandas, en Cristo Rey (Guayabal) y en un bar en el barrio Laureles, combinando el sonido de las guitarras con los cambios de marcha y los semáforos en rojo.
Durante la jornada también se desarrolló el rodaje de un documental por CamiloInmotion y un cortometraje documental a cargo del colectivo ConspiracciónRec, que busca capturar los cruces entre estética punk y prácticas culturales alternativas. La cámara rodó al ritmo del pedaleo, registrando la acción colectiva y el sentido íntimo que muchos asistentes le atribuyen a esta experiencia.
En el artículo “DEL POGO AL PEDAL: CRÓNICADE UN VIEJO PUNK”, Jaime Sáenz, quien participó del parche afirma “La bicicleta me salvó del suicidio”. Como veterano de la escena punk local, el evento representó una celebración, y una forma de reconciliar su historia con un presente activo y sobrio. Lejos de los estereotipos del punk como nihilismo, la PunkyBicicleta muestra otra cara: la de la solidaridad, el cuidado mutuo, la autogestión y el disfrute sin excesos.
El evento rindió homenaje a una estética sonora y callejera, y propone una forma alternativa de ocupar el espacio público. La ruta, funcionó como símbolo de esa rebeldía sin centro ni jerarquía: rodar, perderse, encontrarse y continuar.
Así, entre pogos suaves, casetes simbólicos, canastas con libros, ciclas viejas y crestas nuevas, la Punk y Bicicleta volvió a demostrar que Medellín tiene en sus márgenes un corazón que no deja de latir, ni de pedalear. Desde el proyecto Hazlo Tú Mismx, esperamos la tercera rodada.
Primera estación de la Punkyrodada. Pogo en El Hormiguero. Avenida La Playa. Fotografía Víctor Jiménez. 25 de mayo de 2025.
40 años de estruendo: La Batalla de las Bandas entre mito, caos y fundación sonora
La Batalla de las bandas. Fotografía de Juan Fernando Trujillo Barrientos "El Flako", en https://la5metalextrema.com
Los años ochenta fueron para Colombia tiempos
particularmente violentos por cuenta de la reaparición y crecimiento de actores
armados, motivados en gran parte por la consolidación del narcotráfico. En
Medellín la música se convirtió en la única posibilidad de expresarse para una
gran cantidad de jóvenes y la ciudad sería testigo de estas expresiones en el
concierto más memorable de toda la década,
no solo por
las bandas participantes, sino
por los sucesos
allí ocurridos: “La Batalla de
las Bandas” (Aragonés, 2020).
La Batalla de las Bandas, celebrada en la Plaza de Toros La Macarena, fue un evento organizado por la disquera JIV Limitada y promovido junto a Veracruz Estéreo y el periódico El Mundo, que reunió ocho bandas locales. Estas se dividían en categorías “novatos” y “experimentados”, y también entre “populares” y “burgueses”, lo que evidenciaba una fuerte carga simbólica y territorial en el evento. Las 8 bandas que participaron en el cartel fueron:
Spol
Glöster Gladiattor
Danger
Mierda
Parabellum
Excalibur
Lasser
Kraken
En el toque de estas agrupaciones, cuando Lasse estaba en la tarima el caos interrumpió todo: insultos cruzados, sabotajes escénicos, lanzamiento de objetos y una batalla campal entre público y policía. Medellín conoció, ese día a Medallo, su propia grieta sonora.
Por muchos es recordada como una jornada de violencia, pero para otros, fue un ritual iniciático donde emergió el Metal Medallo como expresión cruda de una juventud sin voz. Ahora, cuatro décadas después, en la conmemoración realizada en la House of Demon, algunos de sus protagonistas decidieron romper el silencio y desmitificar sus recuerdos.
En el homenaje organizado por Román González y Juan Diego Parra, con figuras clave como Edilberto Patiño (Glöster Gladiator), Carlos Acosta (ex-manager de Kraken) y Jairo Álvarez (JIV Limitada), se revelaron verdades incómodas, que se recogen en el artículo "La Batalla de las Bandas – Desmitificaciones 40 años después"
Mito
Verdad revelada
Codiscos grabaría un sencillo al grupo ganador.
Nunca existió un acuerdo con Codiscos. La grabación no se realizó por el caos. (Jairo Álvarez)
Kraken ganó por participar.
Kraken grabó su sencillo por gestión propia, con firmas de compradores como garantía. (Carlos Acosta)
Veracruz Estéreo apoyaba el metal local.
Solo vendían espacios a JIV; no hubo apoyo real al movimiento. (Álvarez y Acosta)
En esta conmemoración también se presentó el documental de Parra y González e imágenes inéditas halladas en el archivo de Iris Producciones, recuperadas por el Archivo Fotográfico de la Universidad Nacional. Esta restauración es una joya, ya que solo existía un clip borroso de Parabellum, teniendo la oportunidad de reinterpretar este gran acontecimiento desde las imágenes en movimiento. Para ver la grabación del evento, consultar "40 años Batalla de las Bandas Quién ganó el prensaje del
disco" en https://youtu.be/lPyCc482cCc
Aunque inicialmente estigmatizada, esta escena consolidó una contracultura: bandas como Parabellum, Reencarnación y Masacre comenzaron a generar influencia internacional—al punto de inspirar a proyectos tan distantes como el black metal noruego.La Batalla marcó un parteaguas: evidenció la división entre punk y metal, reforzó valores de auto‑gestión juvenil ("hazlo tú mismo"), y legitimó el metal extremo como manifestación cultural y social.
Desde el proyecto Hazlo Tu Mismx consideramos que la Batalla de las Bandas inauguró un archivo sonoro de la rabia y el descontento ante la guerra, el armamentismo y la muerte en Medellín. Sin saberlo, fundaron un patrimonio incómodo, frecuencias, sonoridades e identidades propias, que perduran por su acogida y capacidad de transformación desde lo propio.
Se han realizado muchas investigaciones sobre este acontecimiento, el metal, el rock y el punk de Medellín. Compartimos algunas referencias que encontramos para hacer este reconocimiento:
Aragonés Herrera, J. D. (2020, 1 diciembre). “La
Batalla de las Bandas”: una aproximación a la juventud y el Metal, en Medellín
de los años ochenta. (2020). Revista Grafía, 17(2),
11-39. https://revistas.fuac.edu.co/index.php/grafia/article/view/345
KAOS EN EL SÓTANO. (2025, 25 marzo). «El Legado de
la Batalla de las Bandas: 40 Años de Historia Musical en Medellín» [Vídeo].
YouTube. https://youtu.be/-bRA1aunxHs
El punk no es un fenómeno del pasado, es una cultura viva, con una escena que ha construido circuitos y practicas sociales, musicales y comunitarias que están basados en la solidaridad y el intercambio. A eso es lo que llamamos cultura Hazlo tu mismo. Y a esto es a lo que definimos como Identidades Punkeras. Una investigación que busca desde la memoria generar un proceso de reconocimiento y de visibilidad a los procesos que durante las ultimas cuatro décadas han marcado una forma de ver, sentir e interpretar el mundo que habitamos. Una investigación en cabeza de Ricardo Gómez y Victor Jiménez, quienes se aventuran a narrar estas realidades y a darles un lugar en la historia cultural de nuestra ciudad.
La década del 80 nos trajo una movida que se entreteje entre galladas y construye una cultura del hazlo tu mismx. El comienzo de un camino donde la música, las formas de vivir y afrontar la realidad, dan vida al punk de Medellín. Conoce más sobre el paso de los años en el punk, que hasta hoy ha marcado la vida de muchas personas.
Los amados y recordados 90. El punk crece en la ciudad, circula por escenarios violentos, la música se convierte en el escape para muchxs, que hicieron del punk una forma de vida. Una sonido que se masifica en esa década a nivel global, y que en Medellín se reencuentra con la radio y los medios.
En la década del 2000. Identidades punkeras críticas y analíticas se replantea su horizonte, y el concepto que tienen de sí mismxs. La escena anarcopunk hace ejercicios de pensamiento y acción colectiva, y circula nueva música, con más exponentes que ratifican el punk como opción de vida.
En el 2010 aparecen más lenguajes para expresar la cultura Hazlo tu mismx. Hay interacción entre parches punk, movimientos sociales y educación popular. Conoce más de ésta y otras tres décadas de memoria rockera en Identidades Punkeras, una investigación transmedia que resalta cultura, música y territorio punk en Medellín, realizada por el grupo Calletropía.
Un recorrido por la memoria viva de la escena punk en Medallo y la región del Valle de Aburra... los contextos locales, nacionales y globales en los que se ha desarrollado.
Nuestra voz, construyendo nuestra memoria.
En la segunda temporada, el medio de comunicación acoge a la investigación cultural transmedia Identidades Punkeras, la cual busca sistematizar los relatos y discursos encontrados en el proceso por medio de un artículo científico, una publicación artística no periódica y un podcast, como narrativas contemporáneas que usan de fuente documental (archivo) las entrevistas (historias y memorias protagonistas), las letras de las canciones y las publicaciones locales sobre las prácticas de ser y hacer cultura.
Cuatro décadas del punk de Medellín y el Valle de Aburrá, en un solo espacio reivindicando la oralidad y los universos sonoros. En un diálogo donde se reconocen los pasos dados, visibilizamos a lxs protagonistas, quienes desde sus canciones, pensamientos, reacciones, nutren la memoria de una escena.
Una estética, unos sonidos, unos lenguajes se expresan en Identidades Punkeras gracias a El Covis, Carolina Montoya, Esteban Marín, César Renkore, El Barbas, Mauricio Mejía "El Cabe", Patricia Arenas, Jose Juan Posada, Piedad Castro, Luz Adriana Rave, Analú Laferal, Biviana Acevedo, Catalina Duque, Sebastián Alarcón, Mauricio Durango, Jaime Zabala, Ricardo Gómez "Vito" y Víctor Jiménez por hacer parte de nuestra historia.
Escucha sus voces en los programas, disfruta de las canciones en las listas de reproducción asociadas a cada episodio, es una forma de enterarte de los resultados de la investigación Identidades Punkeras. Cultura música y territorios de la escena punk en Medellín y el Valle de Aburrá.
Participa en la socialización de cierre del proyecto el 20 de noviembre desde las 6 p. m .en Ciudad Frecuencia, se entregará gratuitamente a los asistentes la publicación Pogo.
Episodio 1. Identidades Punkeras en cuestión
Episodio 2. Punk de barrio y galladas
Episodio 3. Del barrio a la ciudad
Episodio 4: Dos vertientes, Hazlo Tú Mismo y Profesionalización